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"Delicado, pero estable"

El más reciente comunicado de la Clínica Reina Sofía dice que el vicepresidente sufrió un “accidente cerebrovascular isquémico ubicado en el mesencéfalo”, es decir, que se trata de un infarto cerebral, según un experto consultado por El Espectador.

Redacción Política
20 de junio de 2012 - 09:44 p. m.

El diagnóstico del vicepresidente Angelino Garzón es que está “delicado, pero estable”, porque sufre un “evento súbito neurológico de origen vascular” o “accidente cerebrovascular isquémico ubicado en el mesencéfalo. Presenta una evolución esperable, sin deterioro clínico”. No es otra cosa, según el director de neurología de la Clínica Marly, Mario Muñoz Collazos, que un infarto cerebral o trombosis cerebral.

Para el neurólogo, Angelino Garzón resultó afectado del síndrome de la punta de la basilar (una arteria) que se produce como consecuencia de un infarto cerebral. Y el término “ isquémico”, que mencionaba el más reciente comunicado de la Clínica Reina Sofía, emitido ayer, significa la falta de riego sanguíneo cerebral.

Muñoz Collazos reveló que los especialistas que atendieron al vicepresidente, la semana pasada, necesitaban tomarle un examen para descartar la existencia de un cáncer de próstata y en este proceso algunas bacterias ingresaron al aparato circulatorio, entonces el sistema inmunológico terminó trabajando de más, lo que impide que las funciones en la sangre sean realizadas con normalidad.

En consecuencia, Garzón terminó en la unidad de cuidados intensivos controlado con antibióticos y “desafortunadamente esa combinación de cosas, de fenómenos inflamatorios, provocaron que se taparan estas arterias que pudieron destapar rápidamente con un proceso mecánico y un disolvente de coágulos. A pesar de ello, la situación es sensible”.

El neurólogo de la Marly aseguró que no se conocen tantos detalles para determinar las consecuencias que podría sufrir el vicepresidente. Claro que explicó que en términos generales un infarto cerebral provoca daños permanentes —“ojalá sean pequeños, pero pueden ser grandes”—, por ejemplo parálisis, alteración de la sensibilidad, estado de alerta, movimiento de los ojos y parte de la visión.

Desde otra especialidad, el cardiólogo Fernando Manzur, expresidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología, explicó que “un evento súbito neurológico de origen vascular”, como corresponde al más reciente diagnóstico público del estado de salud del vicepresidente Angelino Garzón, es más frecuente cuando existen previamente problemas de corazón y recordó que al funcionario le habían realizado una cirugía de revascularización en 2010.

Manzur recordó también que los eventos cerebrovasculares son de dos tipos: trombóticos o embólicos. El primero es el más frecuente y se produce cuando aparece un coágulo en la sangre denominado “trombo”, que obstruye el flujo sanguíneo en una parte del cerebro. Generalmente éste se forma como consecuencia de una arteriosclerosis, es decir, acumulamiento de grasa en las arterias, provocando una circulación muy lenta.

El accidente embólico, en cambio, es causado por un coágulo de sangre que puede tener origen en otra parte del cuerpo, por ejemplo el corazón o una pierna, y moverse hasta romperse en el cerebro, dando paso al conocido “derrame”. Este tipo de alteración suele surgir cuando el ritmo del corazón no es normal y la turbulencia de la sangre aumenta tanto que se produce dicho evento.

Ayer el presidente Juan Manuel Santos visitó al vicepresidente en la Clínica Reina Sofía y al salir les dijo a los medios que los médicos le habían explicado en detalle lo sucedido y agregó que “su situación es delicada, pero estable”.

“Está en las mejores manos. Fue una suerte que estuviera en la clínica en el momento en que sucedió lo que sucedió”, afirmó el presidente Santos al resaltar que “han hecho todo lo que humanamente se puede hacer. La clínica y sus voceros informarán cualquier novedad”, aseguró.

La figura de vicepresidente

En caso de que el vicepresidente Angelino Garzón renuncie o se presente alguna incapacidad física permanente que le impida continuar en el cargo y que sea reconocida por el Congreso, la Rama Legislativa se reunirá por derecho propio, o por convocatoria del presidente de la República, a fin de elegir a quien haya de reemplazarlo para el resto del período.

Garzón y el presidente Santos lograron en la primera vuelta para la Presidencia el 46% de la votación, mientras que en la segunda alcanzaron el 69% de los votos. A pocos días de su posesión Garzón sufrió un infarto que lo tuvo hospitalizado por varios días.

Por Redacción Política

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