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Un año ha pasado desde la última vez que el uribismo salió a las calles para pedirle al presidente Santos que renuncie. En aquella ocasión el motivo era expresar el rechazo al proceso de paz con las Farc, protestar por el anuncio del Gobierno de que podría haber un apagón, así como los rumores de una reforma tributaria que afectaría al grueso de los colombianos. Hoy, enarbolando las banderas contra la corrupción, pidiéndole al jefe de Estado su renuncia y argumentando que se desconoció la voluntad popular del No en el plebiscito, el uribismo vuelve a medir sus fuerzas en 20 ciudades de Colombia.
Y aunque muchos de los convocantes aseguran que esta no será una marcha del Centro Democrático, ni de Popeye, quien anunció su participación; o del pastranismo, que encabezará el expresidente Andrés Pastrana y Marta Lucía Ramírez, lo cierto es que nada le quita el tufo de derecha a la manifestación de hoy. No por nada los convocantes más conocidos son el expresidente o senador Álvaro Uribe, el expresidente Pastrana, el exprocurador Alejandro Ordóñez o el exministro Fernando Londóño Hoyos.
En palabras del líder natural del Centro Democrático se puede advertir el objetivo de la cita: “Pido permiso para participar en la marcha del 1º de abril; será una estación en el camino para cambiar el rumbo. El dilema es democracia o chavezdesgracia”, expresó el senador Uribe, dejando en claro que lo de hoy es el primer grito de batalla electoral de su movimiento, el cual resultó fortalecido luego de ganar el plebiscito refrendatorio y está acantonando fuerza para las elecciones presidenciales de 2018.
“En la marcha participarán fundamentalmente ciudadanos que promovieron el No en el plebiscito del año pasado. Razones: la burla del presidente Juan Manuel Santos al triunfo del No en el plebiscito, la entrega cada día más evidente del país a los intereses de las Farc, la corrupción campante en la política, la reforma tributaria...”, detalló Uribe.
Desde la orilla de los conservadores que impulsaron el No, el exprocurador Ordóñez fue enfático en advertir que “son muchas las razones para marchar, pero hay una fundamental: debemos exigirle al presidente que se vaya”. Lo secundó el expresidente Pastrana, quien sostuvo que “los conservadores estaremos en la marcha para protestar por la corrupción de Juan Manuel Santos y su golpe de Estado a las instituciones”.
La exministra Marta Lucía Ramírez marcó distancia con algunos de los promotores al advertir: “Marcharé en contra de que Colombia sea identificada con todos los que han formado parte del prontuario de delincuentes de nuestro país y que ahora pretenden posar como ciudadanos de bien, como es el caso de Popeye y tantos otros. Muchos me preguntan si asistir estando Popeye sería legitimarlo, pero no podemos dejar de marchar pensando que asistir es apoyar a personajes como este, de quienes todos nos distanciamos”.
Y es que no ha dejado de resultar paradójico, a lo mínimo, que sea el propio John Jairo Velásquez Vásquez, tristemente célebre con el alias de Popeye, quien se haya convertido en uno de los emblemas de la marcha uribista. El sangriento sicario de Pablo Escobar ha llamado por sus redes sociales a que acompañen la manifestación, diciendo: “Este presidente acabó con la Corte Constitucional. El 80 % del Congreso colombiano es un vómito, son unas porquerías, son unos ladrones. Está legislando para él y para las Farc. Pido que por favor nos acompañen el 1° de abril. Este es el Gobierno de las trampas, de la corrupción, de las mentiras, del robo. Por eso debemos salir con valor patriótico a marchar este 1° de abril, con muchísima fuerza a gritarle ladrón al ladrón y rata a la rata”.
Así las cosas, hoy en Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena y una veintena más de capitales departamentales los más de 4 millones de personas que votaron por el No en el plebiscito tienen una cita, en la que se verá si lo ocurrido el 2 de octubre fue producto de la indignación coyuntural que produjo el Acuerdo de Paz con las Farc o si fue la semilla de un movimiento de derecha organizado que quiere retomar el poder y ha marcado el 1° de abril como su fecha fundacional, a partir de la cual esperan recoger el suficiente impulso para promover una candidatura presidencial que garantice que el uribismo pura sangre, el que asegura que el país se entregó a las Farc y que vamos camino al castrochavismo, vuelva a la Casa de Nariño.