Desarrollo rural, primera inversión del posconflicto

La Unión Europea reveló cómo se invertirán los 575 millones de euros que entregaron esta semana. Desminado humanitario, desarrollo local y pedagogía para la paz son las prioridades en esta primera fase de la ayuda.

Susana Noguera Montoya
30 de mayo de 2016 - 02:00 a. m.
El presidente Juan Manuel Santos se reunió con Federica Mogherini, representante  de asuntos exteriores de la UE, y otros líderes políticos en el Palacio de Nariño. / Cancillería
El presidente Juan Manuel Santos se reunió con Federica Mogherini, representante de asuntos exteriores de la UE, y otros líderes políticos en el Palacio de Nariño. / Cancillería

En momentos en que está a punto de acordarse un cese al fuego bilateral y definitivo entre el Gobierno y las Farc, uno de los principales retos es lograr que los colombianos sientan los beneficios de silenciar los fusiles incluso antes del acuerdo final. Superar este gran desafío es vital para que los ciudadanos que han sido afectados por el conflicto se sientan confiados en que lo acordado en La Habana se cumplirá.

En los territorios, la población aspira a que sus problemas cotidianos tengan soluciones reales una vez superada la guerra. Para lograrlo, el Estado, en cabeza del Ministerio para el Posconflicto, trazó una Estrategia de Respuesta Rápida, que consiste en un ambicioso plan de inversión que tiene dos columnas: la construcción de infraestructura rural y el desarrollo de oportunidades laborales.

Esta estrategia, explica el ministro Rafael Pardo, se concentrará en desminado humanitario, brigadas móviles para brindar seguridad en los territorios, asistencia técnica agropecuaria y construcción de infraestructura (puentes, vías terciarias y escuelas veredales). “Se trata de hacer pequeñas inversiones para solucionar problemas puntuales de los municipios históricamente marginados”.

Entendiendo la necesidad urgente de contar con recursos para llevar asistencia rápida a las regiones, la Unión Europea (UE) decidió hacer un primer desembolso de 575 millones de euros para proyectos relacionados con el desarrollo agrícola sostenible, el cuidado de los recursos naturales, el desminado humanitario y la pedagogía para la paz.

Este paquete reúne los fondos de cooperación previstos en el fondo fiduciario Fondo Columba de la UE (90 millones de euros), en el instrumento de contribución a la estabilidad y la paz (18 millones de euros) y en los préstamos que ofrece el Banco Europeo de Inversiones (400 millones de euros). Además de la cooperación en curso (67 millones de euros para el período 2014-2017).

Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, dijo en su reunión con la canciller María Ángela Holguín que la comunidad tiene un interés altísimo en el éxito del proceso de paz entre el Gobierno colombiano y las Farc. “Estamos comprometidos en acompañar a Colombia en toda la etapa del posconflicto y por eso firmamos acuerdos muy importantes de cooperación financiera. La colaboración política también ha sido estrecha y muy importante. Colombia es el país latinoamericano con el que hemos tenido más intercambio. Con el presidente Santos me he reunido incontables veces y esto es una prueba de amistad y trabajo conjunto”, dijo durante una corta rueda de prensa en la sede de la Cancillería. También resaltó a Colombia como un socio clave en las relaciones con Latinoamérica, el Caribe y la Celac.

Eamon Gilmore, enviado de la Unión Europea para el proceso de paz, le dijo a El Espectador que aunque todavía no se han especificado todos los proyectos para los que se usarán los primeros recursos de cooperación, sí se sabe que irán en estrecha relación con la Estrategia de Respuesta Rápida y, por lo tanto, otro de los convenios que se firmará irá destinado a financiar una estrategia para mejorar la infraestructura rural.

Pero el dinero es apenas una parte de la cooperación internacional. Gilmore explica que el término “se debe interpretar como algo mucho más amplio que los fondos que la Unión Europea entrega para el posconflicto. Es una amistad que se ve reflejada en las relaciones comerciales y políticas. Anticipamos que con la consolidación de la paz habrá un gran crecimiento de exportaciones e importaciones gracias el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Colombia”.

Los siguientes cuatro proyectos suman 12 millones de euros, mucho menos de los 575 desembolsados. Los proyectos que usarán el resto del dinero se definirán en los próximos días.

Legalización de tierras en zonas protegidas 

La tenencia de la tierra es uno de los problemas que originó el conflicto armado, explica el enviado especial de la UE para el proceso de paz, Eamon Gilmore. “Los colombianos esperan una significativa mejora en su calidad de vida y el desarrollo económico y social es parte importante de ese bienestar”, añade. 
 
Una de las necesidades más urgentes de las comunidades rurales es que se les garantice la tenencia legal de la tierra. Para impulsar esta iniciativa se firmó un acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El proyecto pretende legalizar el acceso a títulos de propiedad, para que los campesinos accedan a créditos, subsidios de vivienda e incentivos agropecuarios. 
 
Se buscará una solución legal para las comunidades étnicas que viven en zonas de parques nacionales. Para esto se designó la entrega de 3.200.000 de euros en esta primera etapa, pero se estima que el proyecto costará 4 millones.
 
Se priorizarán poblaciones indígenas y campesinas que viven en terrenos que están dentro de áreas protegidas en los parques Sierra Nevada de Santa Marta, Catatumbo Barí, Cocuy, La Paya, Nevado del Huila y el Santuario de Fauna Acandí, Playón y Playona.
 
Desminado humanitario
 
Uno de los objetivos más importantes de este plan es impulsar la acreditación de la primera organización civil colombiana acreditada para adelantar labores de desminado humanitario. 
 
Se pretende recoger las lecciones aprendidas durante el proceso de desminado humanitario adelantado en las veredas El Orejón, en Briceño, Antioquia, y Santa Helena, en Vistahermosa, Meta. 
 
A este proyecto se le asignaron 1’800.000 euros para, además, apoyar labores de desminado humanitario en seis municipios a definir que hacen parte de una lista de veinte que ya fueron elegidos como prioriarios.
 
Estos tienen un desafío adicional, ya que son zonas conflictivas, con fuerte presencia de grupos armados y minas antipersonal. Como lo primordial es consolidar la información y aumentar las organizaciones de desminado, el primer esfuerzo debe ser para fortalecer la institucionalidad.
 
Desarrollo Local 
 
Uno de los proyectos que recibirán los recursos es denominado Desarrollo Local Sostenible en zonas marginadas de Colombia (DLS). La iniciativa impulsará el mejoramiento de 650 microempresas rurales y se legalizará la tenencia de tierra de 4.500 familias campesinas y de minorías étnicas (indígenas y afrocolombianas) que viven en las áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales. 
 
La iniciativa arranca con tres proyectos pilotos en la Amazonia, el Pacífico y el Caribe, regiones claves para el posconflicto.
 
El programa cuesta 20,8 millones de euros, de los que ya se entregaron 5 millones para la primera etapa. El proyecto estará a cargo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
 
Eamon Gilmore explicó que este tipo de proyectos buscan acabar con el hambre en los sectores rurales y luego impulsar la producción agrícola del país. 
“Muchos campesinos colombianos sufren necesidades en medio de un territorio vastamente rico, si se les dan los medios para producir de forma eficiente resolverían sus problemas y luego dinamizarían la economía local”, puntualizó.
 
Iniciativas de pedagogía para la paz
 
La presencia de radios comunitarias en los territorios y su influencia como medios legitimados por las comunidades y entes del Estado hace que estos medios se conviertan en un actor importante para la construcción de una cultura de paz y convivencia en el nuevo escenario del país en el posconflicto. 
 
Por esta razón, la UE firmó un convenio con la Red Cooperativa de Medios de Comunicación Comunitarios de Santander (Resander), por 2 millones, de euros para fortalecer las emisoras comunitarias. Se trata de garantizar que estos medios de comunicación cuenten con personal formado en el tema de construcción de paz y convivencia, y produzcan y emitan programas y mensajes que convoquen la participación y estimulen el diálogo sobre lo que implicará para el país entrar en el posconflicto.
 
El proyecto beneficiará a 400 emisoras comunitarias, se capacitará a 50 colectivos de producción radial en 50 emisoras de municipios que hacen parte de la Red. En total serán más de 200 radialistas capacitados.
 

Por Susana Noguera Montoya

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