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Como ya se había anunciado el domingo pasado, se instaló ayer en La Habana una nueva mesa técnica, esta vez encargada de construir el protocolo con el que los menores de 15 años saldrán de las filas de la guerrilla para iniciar una nueva vida.
La nueva subcomisión está encabezada por la consejera presidencial para los Derechos Humanos, Paula Gaviria, y por el defensor del Pueblo (e), Alfonso Cajiao, quienes viajaron a Cuba para iniciar la misión que les asignó la mesa de diálogos. Las cifras de inteligencia del Ejército afirman que en la guerrilla habría alrededor de 170 menores de 15 años. Sin embargo, se desconoce cuál es el número real de estos.
De alguna manera, este protocolo servirá como plan piloto para formular el Programa Integral Especial al que se vincularán todos los menores de edad que se encuentren en las unidades subversivas. “En la reunión, en la que también participaron las organizaciones invitadas a trabajar en el tema, las delegaciones explicamos el carácter humanitario de este gesto de confianza y expresamos nuestro interés en que el regreso de los menores se produzca lo antes posible”, expresaron las partes a través de un comunicado conjunto.
Y es que el tema de los menores en la guerra no es de poca monta. La tradición de los niños guerrilleros ha estado enraizada al mismo nacimiento de las guerrillas en Latinoamérica. Incluso, según cifras del Ministerio de Defensa, en los últimos 14 años se han desmovilizado 2.890 menores de edad provenientes de las guerrillas. Así como también es una realidad incontrovertible que un porcentaje muy importante de los mandos insurgentes ingresaron a las Farc siendo menores de edad.
Valga señalar que aquellos menores que dejen las armas en el marco de este nuevo acuerdo entre el Gobierno y las Farc gozarán de beneficios jurídicos como el indulto por delitos como rebelión y aquellos que resulten conexos a los delitos políticos. De igual forma, la Jurisdicción Especial para la Paz, acordada en diciembre por las partes, será la encargada de verificar las cuentas de los menores con la justicia colombiana.
Ahora serán las entidades oficiales las encargadas de crear una salida institucional para que los niños que salgan de la guerrilla puedan reintegrarse efectivamente a la sociedad con garantías suficientes. Del otro lado, las Farc entregarán toda la información sobre estos menores y los acompañaran en el duro tránsito de los campos de combate a los parques y la escuela.