Dos silencios que quieren las campañas

Mockus y Petro son dos figuras que no compiten en las presidenciales, pero que cobran gran trascendencia en las filas de Peñalosa y Santos.

María del Rosario Arrázola, Camilo Segura Álvarez
13 de abril de 2014 - 02:00 a. m.
Antanas Mockus, excandidato presidencial. / Archivo - El Espectador Gustavo Petro, alcalde de  Bogotá destituido. / Archivo - El Espectador
Antanas Mockus, excandidato presidencial. / Archivo - El Espectador Gustavo Petro, alcalde de Bogotá destituido. / Archivo - El Espectador

La Semana Santa será de reflexión para las campañas presidenciales. Después, vendrá la última recta en la búsqueda exhaustiva de votos y apoyos políticos de cara a los comicios del 25 de mayo. Por ahora, las encuestas comienzan a marcar una tendencia en la intención de voto de los colombianos y en las diferentes fórmulas electorales las estrategias empiezan a tejerse para alzarse con la máxima magistratura del Estado. En ese escenario, dos figuras, alejadas de la contienda inmediata, Antanas Mockus y Gustavo Petro, marcan la agenda de las campañas que cobran el rótulo de favoritas.

La campaña reeleccionista tiene claro que el presidente Juan Manuel Santos no despega en las encuestas. Para este momento, el escenario que preveían los más cercanos asesores del jefe de Estado era que la victoria estaría prácticamente asegurada. La intención desde hace cuatro meses, cuando se anunció la intención de continuidad por parte del presidente, era asegurar la victoria en la primera vuelta. Aunque hoy esté lejos esa meta, pues el mandatario en las encuestas más favorables roza el 30% de intención de voto, movimientos como la llegada del asesor J.J. Rendón dan cuenta de que el objetivo sigue siendo el mismo.

Por el otro lado, el candidato de la Alianza Verde, Enrique Peñalosa, resulta ser el protagonista de una campaña que si bien no abarrota plazas ni genera un fervor popular que lo declare el gran favorito, se ha ubicado en el espectro político como la más fuerte competidora de la carrera reeleccionista. Los asesores verdes todavía no tienen claro el camino expedito para lograr el favoritismo, aunque, por ahora, han apostado por consolidar la imagen de Peñalosa de gran ejecutor, de un tipo apolítico sin aspiraciones personalistas ni partidistas.

Sin embargo, en ambos bandos saben que en este momento los apoyos políticos pueden inclinar la balanza. Para ello, reconocen la importancia de dos referentes claves que, por naturaleza partidista, están más cerca de Peñalosa que de Santos. Antanas Mockus fue el protagonista de la denominada Ola Verde, el movimiento ciudadano que en 2010, hace cuatro años, puso en riesgo la elección del hoy presidente que, para ese momento, contaba con el apoyo de Álvaro Uribe.

En las huestes presidenciales saben que el exalcalde de Bogotá y excandidato presidencial es un referente de honestidad y cultura ciudadana. Por eso, según conoció este diario, le han enviado varios mensajes con coqueteos como que, incluso, el presidente estaría dispuesto a entregarle a Mockus un par de ministerios a cambio de que él decida ser parte de las fotografías de campaña y un animador clave en la recta final de la carrera presidencial. Sin embargo, movimientos de los más cercanos alfiles del excandidato verde dan cuenta de otra cosa.

Según conoció este diario, el parlamentario John Sudarsky, quien compitió con Peñalosa en la consulta interna y es identificado dentro de la Alianza como un representante de Mockus, estaría cerca de llegar a un acuerdo con Claudia López, la directora programática de Peñalosa. Para el congresista, unirse a las tropas peñalosistas depende de que el candidato se comprometa a integrar al programa de gobierno su visión de la participación ciudadana.

“Él habla de una relación directa con la ciudadanía. Puede ser carismática como la de un caudillo o una relación estructurada y sistémica. Mi propuesta es que la ciudadanía encuentre una estructura articulada para tener participación”, le dijo Sudarsky a este diario. Incluso, dejó entrever que su posición no deja de ser consentida por Antanas Mockus. “No estamos jugando juntos, pero no estamos jugando separados. Estamos buscando consistencia política en las actuaciones políticas de cada uno de nosotros”, dijo.

Es decir, el silencio de Mockus sigue siendo un comodín con el que los protagonistas de la vieja Ola Verde juegan, sin apostarle todas sus fichas a alguna de las candidaturas. Aunque Sudarsky admite que hay dos hechos que lo distancian “profundamente” de Santos: “que haya aceptado que la mermelada existe y que haya celebrado un acto público con figuras verdes como Alfonso Prada y Lucho Garzón, irrespetando así las reglas de la democracia”.

Por otro lado, está claro que cuando el presidente Santos decidió no otorgar las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que cesaban los efectos de la destitución que le impuso la Procuraduría a Gustavo Petro como alcalde de Bogotá , su imagen se vio afectada. Para fuentes de este diario no fue gratuito el pronunciamiento del mandatario durante la semana que termina: “Si un juez me lo ordena, restituiría a Petro”. Es más, la posición hoy en la Casa de Nariño sería la de hacer todo lo necesario para facilitar la vuelta de Petro a la Alcaldía de Bogotá y para que le sean restituidos sus derechos políticos.

Esos mensajes ya los habría recibido el mismo exalcalde quien, según su círculo más cercano, estuvo muy cerca de adherir a la campaña de Peñalosa cuando el presidente designó a Rafael Pardo como alcalde encargado y no daba señales de querer poner en el cargo a alguien de Progresistas, su movimiento. Sin embargo, hoy no tiene clara su posición, no se sabe si abogará por el voto en blanco, por Peñalosa, que es del movimiento al que pertenecen sus más cercanos seguidores, o hará movimientos en la sombra para respaldar la reelección.

Mockus y Petro guardan silencio, no se mueven todavía en la arena de las presidenciales. Participar del proyecto reeleccionista, saben, traería serios cuestionamientos a su coherencia política. No obstante, los reeleccionistas no tienen poco que ofrecer. La incertidumbre, seguramente, se mantendrá hasta unos días antes de las elecciones y sus figuras, de gran popularidad por estos días, cobrarán importancia para el conteo del próximo 25 de mayo.

 

 

@nenarrazola

@CamiloSeguraA

Por María del Rosario Arrázola, Camilo Segura Álvarez

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