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En apenas 72 horas las delegaciones del Gobierno Nacional y las Farc, que negocian en La Habana (Cuba) el fin del conflicto armado interno, han dado dos pasos significativos para alcanzar dicho propósito. El jueves pasado suscribieron un documento para brindar seguridad y estabilidad jurídica al Acuerdo Final y asegurar su introducción al ordenamiento jurídico colombiano, y ayer dieron a conocer el acuerdo que permitirá la salida progresiva de menores de edad de las filas guerrilleras y que establece un compromiso claro para garantizar su protección y normal reintegración a la sociedad. (Lea: Gobierno y Farc acuerdan salida de menores de 15 años de la guerrilla)
El nuevo documento establece un proceso con tres pautas definidas: la salida de los menores de 15 años de los campamentos de las Farc, una hoja de ruta para la salida de todos los demás jóvenes en poder de la guerrilla y un programa integral especial para su atención. (Lea: "Le estamos poniendo punto final a la guerra": De la Calle)
“El acuerdo prevé, de una parte, que las Farc entregarán toda la información para identificar y ubicar a los menores que aún están en los campamentos y colaborarán con la salida de estos pequeños de dichos lugares”, explicó el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, al referirse al primer punto.
Según lo pactado, a los menores de edad entre los 14 y los 18 años se les aplicará el beneficio del indulto por rebelión y delitos conexos “cuando no haya impedimento en las leyes colombianas” y se estudiarán posteriormente los casos en los que los menores se encuentren procesados o condenados por la comisión de delitos no amnistiables o indultables. En cualquiera de los casos, el documento establece que tras la firma del Acuerdo Final el Gobierno deberá tramitar las medidas para que todos los menores queden a disposición de la Jurisdicción Especial para la Paz, que será la encargada de examinar sus responsabilidades.
Un punto en el que el jefe de la delegación de las Farc, Iván Márquez, fue enfático al señalar que el Gobierno deberá informar, previo a la salida de los menores, cuáles son las acusaciones que pesan sobre ellos. “Acusaciones que en caso de existir tendrán que ser indultadas. Porque de lo contrario, en el evento de que se pretendiera hacerlos comparecer ante fiscales o jueces, dándoles tratamiento de delincuentes, esos menores saldrían de los campamentos hasta que una ley de amnistía los cobije, sea aprobada por el Gobierno Nacional o hasta que la Jurisdicción Especial para la Paz pueda dilucidar esas supuestas responsabilidades”, insistió Márquez.
El líder de las Farc aprovechó para dejar claro que los estatutos de las Farc impiden el alistamiento de menores de 15 años y que los menores que se encuentran en la guerrilla llegaron a ella como víctimas de la violencia paramilitar o huyendo del maltrato. “En esos casos les dimos el refugio y el amparo que la orfandad y la pobreza les negaban”.
El otro aspecto determinante de lo pactado este domingo en Cuba está relacionado directamente con los plazos para comenzar a implementar la medida. Las partes acordaron que la salida de los menores se dará tan pronto se acuerde el protocolo y el plan transitorio para acogerlos -los otros dos puntos claves del acuerdo- que será propuesto por una mesa técnica.
De la Calle explicó que la mesa será liderada por la Defensoría del Pueblo y la Consejería de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, y contará con la activa participación de organismos como Unicef y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que serán las encargadas de acompañar el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
La mesa técnica, según lo establecido, deberá elaborar en los próximos 15 días la propuesta de protocolo y el plan transitorio que serán examinados por la mesa de diálogos de La Habana. Asimismo, tendrá un plazo de 30 días para diseñar la propuesta del programa integral especial para la atención de todos los menores tras su salida de la guerrilla.
Para tal fin, los equipos negociadores establecieron algunos lineamientos que tendrán que ser incluidos en la propuesta: priorización de la reintegración familiar, acceso a educación básica, media, técnica, tecnológica y universitaria, así como atención en salud.
El anuncio de las Farc y el Gobierno fue calificado como “histórico” por la representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para los Niños y los Conflictos Armados, Leila Zerrougui, quien asistió a la firma del documento. “Es un acuerdo importante y vital, pero sólo es un primer paso, ustedes tendrán que ser capaces de hacer realidad este acuerdo para asegurar que los niños reciban los cuidados y apoyos necesarios”, aseguró Zerrougui al llamar la atención sobre la importancia de que las políticas de reintegración sean las adecuadas. “Contar con buenos programas de reintegración asegurará su protección, sin estos programas hay riesgo de que los niños sean reclutados por otros grupos armados, lo que sería un elemento desestabilizador para la sociedad y la paz”, puntualizó.
Se trata, sin duda alguna, de un acuerdo fundamental para despejar el camino que se recorre para la terminación del conflicto armado. Sin embargo, sobre la mesa quedan algunas dudas y la más importante está relacionada con la cifra real de niños que permanecen en las filas de la guerrilla. El Gobierno no cuenta con un número oficial y las cuentas de la guerrilla no parecen muy aterrizadas, pues según dijo ayer Iván Márquez, el acuerdo permitirá que “los 21 menores de 15 años que se encontraban en nuestros campamentos, así como los que ya han ido saliendo en los últimos 2 años, puedan ser acogidos de forma segura por sus comunidades de origen”.