En el Consejo Electoral se firmó la paz, por fin eligieron presidente

La elección de presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) se había convertido en una misión imposible. En la corporación se habían conformado dos bloques con radicales diferencias lo que impedía el nombramiento. Sin embargo, con la venia que le dio la Corte Constitucional al plebiscito para refrendar los acuerdos de paz de La Habana, se requería una cabeza visible en el CNE, pues tiene una labor prioritaria, reglamentar las campañas por el sí o por el no. En esta coyuntura, se la jugaron por la paz, y fue nombrado por unanimidad el magistrado Alexander Vega.

 

Un asunto que no fue fácil. Desde noviembre del año pasado había asumido la presidencia el magistrado conservador, Carlos Camargo, quien nunca obtuvo los votos para este cargo y lo ostentaba porque el reglamento de la corporación planteaba que ante una ausencia, lo ocuparía el primero en orden alfabético. No obstante, Camargo sí quería esta dignidad y tenía el respaldo de cuatro de los nueve magistrados.

 

Por otro lado estaba la candidatura de Alexander Vega, quien contaba con el respaldo de los cinco restantes. Los bloques compuestos de un lado por: Armando Novoa, Héctor Elí Rojas, Ángela Hernández, Bernardo Franco y Vega. Desde la otra orilla estaban Yolima Carrillo, Felipe García, Emiliano Rivera y el otro candidato Carlos Camargo.

 

Con la firma de la paz entre los magistrados, que requirió de un empujón del Gobierno y el espaldarazo de senadores como Armando Benedetti y Roy Barreras, fue elegido Alexnader Vega, los tres son del Partido de La U, y la premisa es que esta colectividad ha encabezado el trámite de las normas relacionadas con paz en el Congreso, y esto les daría derecho a llegar a la presidencia del CNE.

 

Pero ¿Cuáles son las tareas del nuevo presidente? El Espectador habló con el magistrado Vega y explicó las prioridades. “Lo primero que debemos hacer es reglamentar todo lo referente a la convocatoria del plebiscito para refrendar la paz, los comités promotores por sí y por el no; los espacios radiales y de televisión pública, la pedagogía por la paz. La que queremos es que sea una elección imparcial”.

 

Con la puesta en práctica de los acuerdos de La Habana, se vendrá una profunda reforma electoral, por eso el magistrado Vega explicó que, de forma conjunta con la Sección Quinta del Consejo de Estado (encargada de asuntos electorales), presentaran una propuesta de reforma. 

 

Entre los puntos que considera que deben estar incluidos en la reforma electoral, Vega señala que se debe constituir un poder electoral totalmente independiente y descentralizado que haga un control real y efectivo. No puede estar por un lado la Registraduría, por otro el CNE sin autonomía y, muy aparte, el Consejo de Estado. 

 

Vega planteó que lo hecho hasta ahora, con las reforma políticas y electorales que han hecho tránsito en el Congreso, se ha creado una colcha de retazos que ya es hora de poner en orden, y el mejor momento es ahora que el país está a punto de llegar a la paz.  

 

Además, el nuevo presidente del CNE dijo es prioritario promover una cultura política en los partidos para evitar el voto proferente que es el que le abre la puerta a la corrupción al sufragante. Por último dijo que es necesario un régimen claro de inhabilidades para participar por cargos de elección popular.