El desplome del Partido de la U

Los escándalos de corrupción en el país salpicaron a dos de los congresistas de la U con mayor votación en Colombia: Bernardo "El Ñoño" Elías y Musa Besaile Fayad. Los cuestionamientos en su contra hicieron que sus nombres dejaran de ser atractivos para la que era la colectividad con más senadores en el Capitolio.

-Redacción Política
01 de septiembre de 2017 - 03:58 a. m.
El partido de la U nació para apoyar la reelección de Álvaro Uribe, en 2005.  / Presidencia
El partido de la U nació para apoyar la reelección de Álvaro Uribe, en 2005. / Presidencia

Desde que nació el hoy desprestigiado Partido de la U, en 2005, esa colectividad siempre se ha caracterizado por ser fuerza mayoritaria en el Congreso. Las elecciones de los últimos tres períodos legislativos corroboran que la U ha obtenido no menos de 20 senadores de la República y se ha adjudicado para sí el orgullo de contar con los congresistas con mayor votación a nivel nacional, únicamente superados por el senador del Polo Democrático Jorge Enrique Robledo y por el expresidente Álvaro Uribe, quien, en 2014, obtuvo más de 2 millones de votos al llevar lista cerrada abanderada por su nuevo partido: el Centro Democrático. 

Sin embargo, fue el propio expresidente Uribe quien motivó el nacimiento de la U cuando, tras un primer mandato, decidió buscar la reelección presidencial. Por ese entonces, Uribe y el actual jefe de Estado, Juan Manuel Santos, no estaban enemistados, asunto que motivó al primer mandatario a convertirse en uno de los fundadores del partido y principal motor -junto a un grueso equipo de congresistas- de las intenciones reeleccionistas de Uribe. Pero la dupla Uribe-Santos duró poco. El expresidente se sintió traicionado, se apartó del gobierno Santos, dejándole en herencia las riendas de un partido que, poco a poco, se va desplomando.

¿Por qué? En las elecciones de hace tres años la U se convirtió, nuevamente, en mayoría legislativa. En el Senado obtuvo 21 senadores pese a la amenaza que representó el caudal electoral que logró recolectar el partido uribista, que logró 20 senadores. Pero pronto las cuentas se volcaron en contra del partido del presidente Santos. Dos años más tarde, uno de sus congresistas fue capturado por presuntos nexos con el paramilitarismo, tráfico de estupefacientes y el homicidio del exalcalde de San Antero Wilmer Pérez Padilla. Se trataba de Martín Morales, quien, por supuesto, perdió su curul en el Congreso y dejó a la U con 20 senadores. (Lea: Fiscal General apoyó revivir el tribunal de aforados)

Recientemente, y en medio de los escándalos de corrupción que salpican las más altas esferas de la Rama Judicial, fue capturado el senador Bernardo el Ñoño Elías y su nombre se fue convirtiendo ya no en orgullo, sino en vergüenza para su partido. No importó que su nombre ocupara el cuarto lugar de la lista entre los senadores más votados, pues los señalamientos en su contra, relacionados con los escándalos de la multinacional Odebrecht, tuvieron más peso para su partido. Y la U quedó con un congresista menos, convirtiéndose en la segunda fuerza mayoritaria después del principal partido opositor, el Centro Democrático. (Lea: Odebrecht: capturan al senador Bernardo 'Ñoño' Elías)

Ahora, con la explosiva confesión que hizo el senador Musa Besaile Fayad -quien superó en votos al Ñoño Elías-, en la que admite haber pagado $2.000 millones al exfiscal Anticorrupción Luis Gustavo Moreno para evitar una orden de captura en su contra, se esperan nuevas movidas por parte de las autoridades judiciales. De hecho, el martes de la próxima semana Besaile asistirá nuevamente a la Corte Suprema de Justicia, donde será escuchado por los magistrados del alto tribunal. (Lea: Musa Besayle admite que pagó $2.000 millones a exmagistrados de la Corte Suprema)

Así, los únicos dos senadores que, francamente, garantizaban un importante número de votos a las pretensiones de su partido quedan marginados de esa colectividad. La misma que, con una imagen deteriorada y fragmentada en su interior, no logró promover una candidatura única para las elecciones de 2018. Al punto que su único precandidato, el senador Roy Barreras, se vio obligado a renunciar a sus pretensiones presidenciales para encabezar la lista al Senado del año entrante, y el próximo director de la colectividad, Aurelio Iragorri, ha reconocido que llega a abanderar un partido en crisis. (Lea: La U, sin candidato presidencial)

Por -Redacción Política

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