Con un mensaje al vicepresidente Germán Vargas Lleras, a quien ha cuestionado duramente en el reciente pasado, el senador Armando Benedetti se estrenó como codirector del Partido de la U: “Yo he tenido discrepancias con usted, con su modelo de gestión y con su trabajo político, pero debo reconocer su liderazgo y hoy lo invito a que se una a esta defensa de una Colombia sin violencia y ponga toda su fuerza de trabajo en la construcción de un nuevo país libre de violencia, de grupos armados, de minas antipersonas, de muertos, de despojos y de tantos horrores de la guerra”, le dijo.
Al asumir la copresidencia de la colectividad, Benedetti enfatizó que más que una oportunidad para él, se debe entender la actual coyuntura como una oportunidad para la U. “Nuestro país está atravesando por un momento histórico: la paz, su refrendación democrática, los muy deseables nuevos futuros del campo, la posibilidad de unos rumbos que mejoren la exclusión y la desigualdad y docenas de otros aspectos de los que nosotros, como primera fuerza política del país, somos protagonistas”.
En este sentido, aseguró que el Partido de la U trabajará por la paz, por las víctimas, por un mejor futuro y por una Colombia unida. “Nosotros somos el partido de la paz, el partido de los colombianos y por eso hoy quiero pedir a mis colegas que salgamos a recorrer el país llevando el mensaje de la paz y el posconflicto a toda Colombia.
Y anunció que a partir del próximo 20 de julio, cuando inicie la legislatura 2016-2017, la colectividad liderará una agenda en defensa de las minorías, “porque todos alguna vez nos hemos sentido minoría. Trabajaremos para que las víctimas, los discapacitados, las madres cabeza de hogar, los jóvenes, los grupos étnicos, los ancianos, los empresarios, los homosexuales, los campesinos, todos, se sientan respaldados por el Partido de La U”.
Por último, de cara a la contienda electoral por la Presidencia de 2018, reveló que el objetivo es presentarle a los colombianos un candidato propio que tenga puesta la camiseta de la paz y trabaje de la mano del Congreso, por las víctimas, los desmovilizados y los diferentes sectores sociales, “en la construcción del posconflicto y la verdadera terminación de la guerra”.