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¿Por qué el progresismo se retiró de la consulta Verde?

Las diferencias irreconciliables entre Enrique Peñalosa y Gustavo Petro son el motivo por el cual los Progresistas decidieron no participar.

El Espectador
05 de febrero de 2014 - 09:42 p. m.
Camilo Romero
Camilo Romero

Se inscribieron en la Registraduría los precandidatos a la presidencia de la Alianza Verde Enrique Peñalosa, John Sudarsky y Camilo Romero pero nuevamente soplan vientos de división. Cada uno de los candidatos en teoría debería representar las diferentes vertientes que conforman la colectividad, pero esto se cumplió a madias: Peñalosa está con su equipo, Sudarsky con el mockusismo y Romero, quien era el llamado a llevar las banderas del progresismo, se quedó sin este respaldo. (Lea más sobre la gazapera al momento de la inscripción de los precandidatos).

Que el progresismo no participe en la aspiración presidencial parece un mal chiste, porque esta es una de las columnas vertebrales de la Alianza Verde, pero así es, y detrás de esta decisión hubo un duro tire y afloje en el que se hizo evidente las radicales diferencias entre el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro y Enrique Peñalosa. Además, el intento de saboteo de la consulta.

Según pudo establecer El Espectador, la decisión de Progresistas al afirmar que “no tenemos candidato pero respetamos la aspiración de Camilo Romero” tiene un trasfondo más complejo y se relaciona directamente con Petro. Cuando el Procurador Alejandro Ordóñez destituyó e inhabilitó al alcalde se daba como un hecho el llamado a elecciones y un acuerdo entre Petro y Romero posicionaba al segundo como el candidato del progresismo.

En ese momento no se contaba con que la justicia dilatara esa decisión y Petro se mantendrá por unos meses en el Palacio de Lievano. Eso obligó a Romero a seguir en la consulta pero un factor que generó el divorcio: le pidieron que deslegitimara la aspiración de Peñalosa, bien fuera no reconociéndolo como candidato o incluso declinando su aspiración para restarle credibilidad al proceso. Romero optó por asumir el reto de derrotar a Peñalosa en las urnas y dejar que los ciudadanos tomen la decisión.
Aunque el vocero del progresismo, senador Luis Carlos Avellaneda, asegura que Romero toma las decisiones sin tener en cuenta lo que plantea ese sector, la verdad es que el lunes hasta media noche hubo una reunión en el que debatieron sobre la candidatura pero no hubo acuerdo. Por eso, el martes en el encuentro de la Alianza Verde donde se optó por mantener la consulta, la fractura salió a flote, los 10 delegados Progresistas se abstuvieron de votar.

En la práctica, lo que sucedió fue que Petro no pudo imponer su punto de vista y empezó a marcar distancia con la Alianza Verde, primero al manifestar que él no pertenece a ningún partido, luego al retirarle el respaldo a Romero y ahora se dispone a presentar su propia fórmula. Así lo dejó ver el exsecretario de Gobierno Guillermo Asprilla, uno de los más fieles escuderos del alcalde Bogotá, en su cuenta en twitter en la que publicó que “Progresistas convocaremos Congreso Nacional antes de dos semanas para definir la opción a la Presidencia de la República. No vamos a consulta”.

Por ahora el llamado a vencer en la consulta de la Alianza Verde es Enrique Peñalosa, así lo plantean las encuestas. Sudarsky apela al renacer de la Ola Verde que por ahora parece remoto. Romero apuesta a la democracia y cree que el millón trecientos mil personas que firmaron la revocatoria del Congreso y un pequeño sector progresista que lo sigue respaldando será suficiente para para ganar. Lo cierto es que la Alianza Verde no ha enfrentado sus primeras elecciones y ya soplan vientos de división. La prueba de fuego será el 14 de marzo.
 

Por El Espectador

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