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A poco más de cuatro meses de la elección en el Congreso de nuevo contralor general de la República, el debate en torno a quien será el reemplazo de la actual titular de dicho organismo, Sandra Morelli, comienza a calentarse. Y ha sido precisamente por culpa del expresidente Álvaro Uribe, quien a través de un trino habló de una supuesta “interferencia” en el proceso por parte del presidente Juan Manuel Santos y de su actual fórmula vicepresidencial, Germán Vargas Lleras.
Según la Constitución, el contralor debe ser elegido por el Congreso en pleno, en el primer mes de sus sesiones, para un período igual al del presidente de la República, de terna integrada por candidatos presentados a razón de uno por la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado. Es decir, que el nuevo jefe del organismo encargado del control fiscal del Estado debe ser escogido antes del próximo 20 de agosto.
Algunos voceros de la Unidad Nacional en el Legislativo, pidiendo la reserva de su nombre, cuestionaron las insinuaciones de Uribe, pues según creen, está poniendo en tela de juicio la autonomía de la Rama Judicial y del mismo Congreso. “El expresidente está dedicado a fastidiar y atravesarse en todo. Sería bueno que explicara a qué se refiere con eso de que Santos y Vargas Lleras están interfiriendo en la elección del nuevo contralor. El ladrón juzga por su condición y a lo mejor eso fue lo que hizo él hace cuatro años”, manifestó un senador de la coalición santista.
Lo que se dice en voz baja es que en una reciente reunión entre el fiscal general, Eduardo Montealegre, y varios magistrados de las altas cortes, se tocó informalmente el tema y surgieron algunos posibles candidatos. Entre ellos el exprocurador Edgardo Maya Villazón, quien según declaraciones de Uribe, es el candidato de Santos y Vargas Lleras. Lo cierto es que más allá del debate en torno a la interferencia o no del Ejecutivo, se trata de una persona que tendría el respaldo de la bancada costeña en el Congreso, que como se sabe, tras las elecciones del 9 de marzo, salió muy fortalecida.
Además de Maya Villazón, desde hace rato se sabe que Carlos Ardila Ballesteros renunció a su puesto en el Consejo Nacional Electoral (CNE) con la intención de postularse para la Contraloría y que estaría haciendo lobby en la Corte Suprema de Justicia para obtener su bendición. Y también se ha hablado del exrepresentante a la Cámara por Boyacá Gilberto Rondón, quien igualmente pasó por el CNE y de quien se dice ya ha realizado varios cocteles y reuniones con magistrados y congresistas para poner a consideración su nombre.
Por los lados de la Corte Constitucional se escucha el nombre del exauditor general Iván Darío Gómez Lee, dedicado en la actualidad a la academia y a prestar consultorías en entidades del Estado, como la misma Fiscalía General y el departamento Administrativo de la Prosperidad, de la Presidencia. De hecho, Gómez Lee tiene amplia experiencia en contratación pública, derecho administrativo, control fiscal y sistemas de información normativos, así como en gestión de proyectos y políticas públicas, y estuvo vinculado como director de las oficinas jurídicas en las contralorías General de la República y en la de Bogotá.
En el Capitolio sugieren también que la intención del expresidente y senador electo Álvaro Uribe es comenzar a jugar fuerte en decisiones de hondo calado del Estado, y que la elección de nuevo contralor implica ese primer pulso, por lo que su objetivo sería torpedear al Gobierno y su supuesto candidato, Edgardo Maya Villazón. “Uribe sabe que no tiene las mayorías y por eso tiene que hacer bulla”, expresó otro legislador de la Unidad Nacional. Lo cierto es que el proceso ya arrancó y, como sucede siempre, así nadie lo reconozca y los ternados vengan de la Rama Judicial, lo que hay en el trasfondo es un duro pulso político por la Contraloría.