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Elecciones en tiempos de paz

El jefe de Estado reconoció en España que le gusta que las elecciones se realicen con una negociación en marcha con la guerrilla.

Natalia Herrera Durán
22 de enero de 2014 - 10:03 p. m.
El presidente Juan Manuel Santos en una reunión ayer con el rey Juan Carlos de España. / EFE
El presidente Juan Manuel Santos en una reunión ayer con el rey Juan Carlos de España. / EFE
Foto: EFE - Zipi

Dos importantes mensajes de respaldo al proceso de paz —uno de los reyes y el otro del presidente de España, Mariano Rajoy— y un anhelo de reconciliación con su principal opositor dejó en su último día en Madrid el presidente Juan Manuel Santos, quien hoy continúa su gira en Davos (Suiza), donde asistirá al Foro Mundial Económico. Ayer, una vez más, los diálogos que adelantan Gobierno y Farc fueron el ingrediente infaltable de todos los encuentros del mandatario en la capital española.

Conciliador y con un tono más acorde con un presidente que le apuesta a la paz y que ve en el pasado sus días como ministro de Defensa, Santos le envió un claro mensaje al expresidente Álvaro Uribe, hoy su más férreo opositor: “Esos amigos que fueron amigos y que ahora son candidatos, hay que dejarlos hacer política”, dijo durante un diálogo abierto con el expresidente español Felipe González y José Manuel Calvo, subdirector del diario El País, en el marco del foro “Invertir en Colombia”.

Y agregó que espera ser nuevamente amigo de Uribe, porque los colombianos quieren tener un país unido y reconciliado. “Si nos estamos reconciliando con las Farc, ¿cómo no me voy a reconciliar con Uribe el día de mañana?”, agregó el jefe de Estado. En este sentido se mostró optimista del proceso de paz y dijo que los informes de los negociadores de La Habana dan cuenta de esos avances. Postura que respaldó el expresidente español Felipe González —a quien Santos señaló de ser su consejero personal— al decir que este es el momento en que la probabilidad de la paz es más clara que nunca.

Sin embargo, el primer mandatario reconoció que le preocupa que las Farc “cometan algún acto de irracionalidad” que vuelva imposible continuar con las negociaciones en Cuba y dio un ejemplo: “Como algún atentado a alguna figura muy importante. Algo que realmente haga explotar en mil pedazos el proceso. Pero espero que eso no suceda. Tenemos que estar pendientes para que no suceda. Y hay que perseverar”, manifestó.

En su intercambio de conceptos con González y Calvo, Santos reconoció que inexorablemente el tema de la paz va a estar en el centro de la campaña electoral que ya vive Colombia, lo cual —en su concepto— no es malo. “Las elecciones son para eso, para que el pueblo se manifieste sobre los temas que le conciernen. Y al pueblo colombiano le interesa muchísimo este tema porque, al fin y al cabo, cambiaría su vida. Colombia cambiaría muy positivamente si logramos la paz, y es bueno que eso se discuta”, sostuvo.

En todo caso, el mensaje que dejó el presidente Santos en España, en especial para los enemigos del proceso de paz que afirman que sólo traerá impunidad, es que el reconocimiento de las víctimas y el derecho que tienen a que el Estado garantice que no se repitan los hechos que las pusieron en esa condición, son aspectos fundamentales que no olvidará el Gobierno a la hora de firmar un acuerdo.

Lo cierto es que mientras el jefe de Estado perfecciona su tono democrático y pacífico, incluso frente a sus opositores y enemigos políticos, en su gabinete se defienden de las críticas hasta mostrando los dientes. En un corredor del teatro Mutua Madrileña, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, les salió al paso a las críticas del uribismo sobre supuestos auxilios parlamentarios y cupos indicativos por $4 billones para comprar la intención política en las regiones de la reelección.

“Este es un gobierno serio, responsable. Se nos ha tratado de calificar como derrochones, cuando lo que en realidad lo que hemos hecho es reducir el déficit. De manera que no se puede confundir malintencionadamente con ejercicios de politiquería. Lo que se está haciendo es un ejercicio de desarrollo de llevar proyectos a las regiones. Si llevar proyectos a las regiones incomoda, pues creo que eso no es lo que quieren los colombianos. Ellos quieren desarrollo”, enfatizó Cárdenas.

En este coyuntural ambiente de proceso de paz y guerra política se avecinan las elecciones a Congreso y Presidencia. Las cartas de los principales protagonistas de la contienda ya están expuestas. Y está claro que, mientras el tiempo pasa, Santos enarbolará cada vez más fuerte su bandera de paz en todos los rincones del mundo a los que vaya, porque sabe que debe transmitirle confianza a un pueblo colombiano que aún siente temor por lo sucedido en el Caguán y que será el que refrende los eventuales acuerdos.

 

 

nherrera@elespectador.com

@Natal1aH

Por Natalia Herrera Durán

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