"Estoy jugado por Santos": Mauricio Lizcano

Senador Mauricio Lizcano, candidato a la presidencia de la corporación. / Óscar Pérez

Foto: Oscar Perez

A medida que se acerca la instalación del Congreso de la República 2014-2018, el ambiente en torno a quienes aspiran a presidirlo se hace más candente. Ya se habla de juego sucio y de acuerdos internos para imponer un nombre. Según los acuerdos de la Unidad Nacional, el primer año de la legislatura le corresponde al Partido de la U y en la puja están los senadores José David Name, Armando Benedetti y Mauricio Lizcano. Este último habló con El Espectador sobre su aspiración de dirigir el Congreso.

¿Cómo va su campaña para ser presidente del Senado?

Tenemos el respaldo de un buen grupo de senadores dentro del Partido de la U y creo que vamos a ganar. He trabajado en temas fundamentales: la reconciliación, pues creo que es importante que si este va a ser el Congreso de la paz, lo presida una víctima de las Farc, sería un buen mensaje para el país y para la comunidad internacional. También hay que garantizarle al presidente Santos la gobernabilidad y las mayorías en el Senado, para cumplir su plan de gobierno y que las reformas política, a la salud, a la educación y a la justicia se hagan realidad. Estoy convencido de que el Senado necesita una nueva generación de políticos.

¿De qué depende que usted sea el nuevo presidente del Senado?

De mis compañeros de la U. El proceso es que inicialmente los compromisarios toman la decisión sobre qué presidencia le toca a cada partido, luego los partidos proponen un nombre y las otras colectividades lo respaldan. En el caso de la U, el presidente, Sergio Díaz-Granados, citó para este viernes 11 de julio la votación de la bancada.

La llegada del expresidente Uribe y su Centro Democrático cambia el escenario político. Hay quienes dicen que se necesita un presidente en el Legislativo con liderazgo…

El Congreso no es una institución reglamentada. Todos los procedimientos están reglados por la Ley Quinta, que estipula cuáles son los tiempos, cuánto dura un debate, cuánto puede intervenir un senador. Lo que tiene que hacer un presidente del Senado es tener el carácter para aplicar la ley. Claro, la oposición va a tener todas las garantías, pero a la hora de tomar las decisiones debe quedar claro que las tomarán las mayorías.

¿Qué les responde a quienes lo señalan de uribista?

Fue verdad. Acompañé al presidente Uribe en sus elecciones, pero cuando se retiró de la U, le manifesté que me quedaba en el partido y que iba a acompañar al presidente Santos. Yo creo en los partidos más que en las personas. La U tomó la decisión de apoyar la reelección, lo hicimos con entusiasmo. En mi caso, en dos de las regiones más difíciles para hacer campaña: Antioquia y Caldas. Yo estuve ahí en primera línea de combate. Estoy jugado por Santos.

Es uno de los senadores con mayor inasistencia, ¿qué tiene que decir a eso?

Son dos tipos de ausencias las que he tenido. Unas certificadas por mi médico, que tiene más de 5.000 pacientes. Tengo excusas de él de hace más de cuatro años, cuando era representante a la Cámara. Él ha sido mi médico desde hace 10 años, es un tipo reconocido en Manizales, por eso es que se ha lanzado a la política, pero de ahí a que yo esté faltando por gusto, es muy diferente. Las excusas deben ser certificadas por las EPS y por la comisión de acreditación y eso se ha cumplido. Las otras faltas son porque yo hace poco fui papá, tuve mellizos, y mi hija duró un mes en cuidados intensivos. Estuve a su lado y por eso falté al Congreso.

¿Se trata de un juego sucio para frenar su aspiración?

Claro que sí. Para qué me pongo a decir nombres, pero hay un senador que acostumbra a hacer esto. Es una guerra sucia de dos semanas: primero dijeron que Germán Vargas Lleras me estaba imponiendo y ahora salen con esto. Hay un candidato que está acostumbrado a pelear, lo ha hecho con Aurelio Iragorri, con Roy Barreras, con Jimmy Chamorro, con Maritza Martínez, con Juan Lozano y hasta con el partido.

¿Cómo hacer para levantar esa alicaída imagen del Congreso?

La gente debe saber lo que hacen los congresistas, nosotros trabajamos todos los días en las regiones. También hay que tener más transparencia, pues si la gente se da cuenta de cómo votan los congresistas, qué es lo que se decide, eso también genera credibilidad. Hay que acercar el Congreso a la gente y jugar un papel más activo con los ciudadanos.

Su padre y su hermano fueron secuestrados por las Farc, ¿usted cree que el próximo Congreso será el de la paz?

Estoy convencido. El Congreso tiene que interpretar lo que los ciudadanos están pensando y los colombianos votaron por la paz. Ese es un mandato para nosotros y tenemos que facilitar desde el punto de vista normativo que se den las condiciones. Obviamente garantizando verdad, justicia y reparación.

¿Tocará tragarse sapos para conseguir la paz?

Todos, empezando por quienes hemos sido víctimas de las Farc. Hay que reconocer que ver al secuestrador de su padre o su hermano participando en política es difícil, pero tenemos que entender que si no queremos más víctimas, hay que perdonar.

¿Aceptaría sentarse en su curul al lado del secuestrador de su padre?

Sí, aunque quienes hayan cometido crímenes de lesa humanidad tienen que pagar algún tipo de justicia, así sea transicional. No pido que paguen los 40 o 65 años, pero si hay justicia y nos piden perdón a las víctimas y si reparan, no tendría ningún problema.

¿Qué piensa de la oposición tan enconada de Uribe a Santos?

A Uribe se le está yendo la mano. Está bien que haya oposición, pero Uribe parece que tomó el tema muy personal y está viendo negativos todos los actos de gobierno. Las peleas políticas tienen que ser de ideas y no de tema de egos. Es claro que tenemos que pasar la página de la campaña, que estuvo tan polarizada, y pensar en construir país.