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La situación de seguridad de los miembros de las Farc y sus familias continúa agravándose en las regiones. Un nuevo llamado a garantizar la vida de excombatientes y sus parientes ha elevado el Estado Mayor Central de las Farc, luego de conocerse un aterrador asesinato ocurrido en área urbana de Tarazá (Antioquia).
“El 24 de abril de 2017, siendo aproximadamente las 8:30 pm en Tarazá – barrio María Gaín-, fueron encontrados sin vida los cuerpos de: Kellys Henao de 20 años de edad, Alberto Osorio de 33 años y la menor Marcela Osorio de 14 años, los cuales fueron brutalmente masacrados al interior de su vivienda. Todos ellos son familiares de Guillermo León Osorio, integrante de las FARC-EP quien se encuentra ubicado en una Zona Veredal Transitoria de Normalización Juan Carlos Castañeda”, relata el comunicado de la máxima instancia de dirección de las Farc.
Además, la guerrilla manifestó que el resto de parientes de León Osorio han recibido una contundente amenaza, según la cual no se detendrán hasta acabar con toda familia del insurgente. En la denuncia pública, las Farc también manifiestaron que los hechos fueron puestos a consideración de los autoridades locales y departamentales, así como de delegados del Mecanismo de Monitoreo y Verificación del cese al fuego.
“Las autoridades manifestaron que “no pueden prestar seguridad a las familias porque no existe presupuesto por parte de la Policía de Tarazá y que esta solo puede hacer el levantamiento de los cadáveres y no más”, agrega la dirigencia de las Farc en su comunicación. Este hecho violento se suma a tres eventos más ocurrido contra miembros de las Farc o sus familiares.
El primero fue el caso del guerrillero amnistiado, Luis Alberto Ortiz, quien fue asesinado en Tumaco pocos días después de haber salido de la cárcel y cuando se encontraba visitando a su familia. Después se conoció del escabroso crimen contra los hermanos de Robinson Vitoria, guerrillero recluido en la cárcel de Chiquinquirá. Los hermanos Vitoria fueron torturados y degollados en la vereda Pichima municipio de Litoral del San Juan, en Chocó.
Y con estos cadáveres aún calientes, hace apenas un par de días, se supo del asesinato de José Huber Yatacue Mestizo, más conocido Jaider Villa, quien llevaba más de 18 años en las Milicias Bolivarianas del municipio de Toribio, en Cauca. “El camarada asesinado estaba en su hogar como se había acordado entre el gobierno y las FARC, en la etapa de reincorporación a la vida civil, en el municipio de Toribio. Recibió una llamada de John Ramírez quien le manifestó que le llevara un espejo a la salida del pueblo de Toribio al frente del Hospital y ahí lo asesino. Este sicario pertenece a estos grupos que se hacen pasar por el EPL y ELN”, denunció en un comunicado la dirigencia del Punto Transitorio de Normalización ubicado en esta zona del Cauca.
Y ahora, se conoce este nuevo crimen ocurrido en Antioquia, con lo que queda un saldo de cinco familiares de dos guerrilleros asesinados, así como el homicidio de dos excombatientes en menos de diez días. El tema preocupa en las filas de las Farc, ya que incentiva las deserciones y disidencias. Por lo que los comandantes insurgentes han solicitado a los miembros de la Mecanismo de Monitoreo y Verificación pronunciarse sobre el tema, para que las autoridades tomen medidas oportunas que eviten un genocidio como el ocurrido con la Unión Patriótica en los años 80.