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Farc, de Cuba a la Corte

La guerrilla defiende la idea de blindar los convenios de paz mediante la fórmula del acuerdo especial humanitario de la ONU y sostiene que habrá refrendación popular de lo pactado.

Redacción Política
07 de mayo de 2016 - 04:36 a. m.
Farc, de Cuba a la Corte
Foto: EFE - Ernesto Mastrascusa

Al cierre del ciclo 49 de diálogos entre el Gobierno y las Farc, el jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez, respondió a la solicitud del Gobierno de no escuchar a los delegados de la insurgencia en una audiencia pública a la que fueron invitados por la Corte Constitucional con el fin de exponer sus posturas sobre cuál debe ser el mecanismo que le dé un cierre jurídico a los acuerdos alcanzados en Cuba.

“Queremos reiterar que el acuerdo especial es el recurso más eficaz en manos de la mesa para asegurar jurídicamente el eventual acuerdo de paz y el camino más corto para lograrlo. No tiene sentido convertir este tramo final en un viacrucis innecesario cuando lo que se busca es salvaguardar la protección en todo sentido de quienes han padecido la guerra”, explicó el comandante guerrillero en un mensaje desde La Habana.

La respuesta de la insurgencia tiene origen en la petición hecha por el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y del propio presidente Juan Manuel Santos, de que las instituciones del Estado no reciban a voceros de la guerrilla mientras no se haya hecho efectiva la dejación de las armas.

A lo cual Márquez contestó con una pregunta: “¿Cuál es el fundamento de quienes piden excluirnos —que no sea su intransigencia— para pretender silenciar la voz de una guerrilla en evidente tránsito a movimiento político legal? Hace rato la reconciliación está exigiendo generosidad, sentido común y mucho respeto por las creencias políticas”.

La tesis de las Farc sobre el cierre jurídico es que la implementación del derecho internacional humanitario no es opcional, sino de obligatorio cumplimiento para el Estado colombiano, y que por esa vía lo pactado en Cuba queda incorporado al bloque de constitucionalidad.

De otro lado, la insurgencia aclaró que su posición sobre el acuerdo especial no va en el sentido de eliminar la refrendación ciudadana del acuerdo final. “Nadie ha afirmado que no se deba consultar al pueblo el resultado de la negociación. Pero queremos hacerlo bien; es decir, cuando los colombianos reciban la buena noticia de que el proceso ha culminado y las expectativas han sido atendidas. Algo que se puede alcanzar relativamente pronto si a lo que resta por acordar en la mesa se le aplica el sentido común y el amor patrio en abundancia”, concluyó el jefe subversivo.

Actualmente, la mesa de conversaciones avanza en la construcción de una serie de acuerdos que prometen poner al país en la recta final del proceso de paz. Son tres las materias sobre las que se trabaja sin pausa: un acuerdo sobre el desmonte del paramilitarismo; una hoja de ruta con cronograma y etapas hasta la firma del acuerdo final de paz, y un documento sobre los pasos para hacer efectivo el cese bilateral y definitivo del fuego y las hostilidades. En este último se avanza en la caracterización de las zonas de concentración, así como en sus reglas de funcionamiento. También hará claridad sobre cómo será el proceso de dejación de las armas y el destino de las mismas, entre otros aspectos.

Pero el reloj corre y desde el 23 de marzo los colombianos esperan una buena nueva de la mesa de conversaciones. Para ese día estaba acordado que se daría a conocer el acuerdo final de paz. Pero han sido innumerables los disensos entre el Gobierno y las Farc. Y aunque las posiciones de las partes hoy están más cerca, aún no hay el entendimiento que se requiere para dar a conocer los nuevos acuerdos.

Por Redacción Política

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