Ante la polémica desatada por el otorgamiento de una licencia ambiental para explotar hidrocarburos en la Macarena, y su posterior revocatoria, Carlos Antonio Losada, miembro de la delegación de paz de las Farc en La Habana, expresó que la indignación ciudadana es muestra de la necesidad de discutir el modelo económico del país. El jefe insurgente explicó que ese planteamiento ha sido rechazado tajantemente por el Gobierno en la mesa de diálogos, a pesar de la insistencia de la guerrilla.
“La Macarena, el Quimbo, Santurbán, Ranchería, Bruno, Van Der Hammen, Marmato, son botones para la muestra sobre lo que significa la continuidad del modelo económico neoliberal que el gobierno se niega a discutir y que amenaza con arrasar en pocas décadas invaluables riquezas naturales, comprometiendo gravemente el futuro de las próximas generaciones”, refirió Losada.
Al mismo tiempo, el jefe de la subcomisión técnica para el fin del conflicto por parte de la guerrilla, criticó al Gobierno por lo que considera una contradicción: hablar de la paz territorial, entendiéndola como nuevas oportunidades “de hacer negocios y aumentar las ganancias de las transnacionales y sus socios criollos”.
Para Losada la paz territorial debe ser entendida como una oportunidad redimir el abandono y el atraso histórico de territorios donde se ha vivido y padecido el largo enfrentamiento armado. Dichos territorios, según el jefe guerrillero, han tenido la presencia histórica de las Frac y es allí donde “los combatientes farianos aspiramos a desarrollar el proceso de reincorporación económica, política y social, una vez concretada la dejación de las armas, según sea convenido en el tratado de paz”.
Losada propone que territorios como la Macarena sean tomado como escenarios pilotos para implementar la llamada paz territorial, construyendo vías, puentes, acueducto, hospitales, escuelas. “Paralelamente, estos territorios deben ser priorizados dentro de los planes de descontaminación por explosivos y de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito; de programas especiales para proteger el medio ambiente y preservar las riquezas naturales; así como de campañas de reforestación”, explicó,
De igual manera lanzó una propuesta novedosa, y es que estos territorios acojan a los excombatientes de la insurgencia, la Fuerza Pública y los paramilitares, para hacer un efectivo ejercicio de reconciliación. “En estos territorios pagarán las sanciones reparadoras, quienes sean sancionados por la Jurisdicción Especial para la Paz”, detalló.
Asimismo, el jefe insurgente consideró que el Área de Manejo Especial de La Macarena debe ser el primer Territorio de Paz que se cree en Colombia, ya que “Solamente las comunidades que habitan allí y los combatientes que nos hemos abrigado por años en su seno, conocemos en realidad los tesoros naturales que guarda esta región única en el planeta; por eso, nadie mejor para proteger y cuidar esta reserva de la humanidad”.