El funcionario que firmó el polémico contrato de renta de carros para la Cámara de Representantes, Andrés Felipe Álvarez Grajales, defendió su papel al momento de suscribir ese convenio en 2012.
Luego de los señalamientos en su contra por haber firmado el contrato en una 'palomita' de la mesa directiva, cuando era Jefe de Control Interno, Álvarez aseguró que la mesa directiva que presidía el representante Augusto Posada Sánchez tomó todas las precauciones para su nombramiento.
Según él, fue encargado porque “casualmente” al mismo tiempo estaba incapacitada la directora Financiera y la Contadora, además de la directora Administrativa, Gloria Inés Raigoza, quien debía suscribir el contrato.
“Había una situación crítica en materia administrativa en la Cámara y debían tomarse decisiones sobre varios contratos y procesos en marcha. Se firmó el contrato porque la parte contractual la adelantó Raigoza”, señaló.
Y continuó: “La ley prohíbe ser juez y parte pero al estar en una situación acéfala la Cámara en materia administrativa por la incapacidad de la directora Administrativa, la Financiera y la Contadora, la mesa directiva verificó con lo que establece la función pública y se procedió a nombrarme en encargado, despojándome antes de la función de control interno…nunca ostente los dos cargos al tiempo”.
Luego, acusó a la directora Raigoza de monitorear de manera verbal con sus subalternos si se suscribió el acuerdo de renta de los carros porque “se incapacitó una y otra vez para postergar la firma del convenio con la Unidad Nacional de Protección”.