El inicio de los primeros diálogos exploratorios en Venezuela entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición ha sido acogido por la región, ya bastante preocupada por la crisis política, social y económica de ese país que ha derivado, incluso, en la mediación del propio Vaticano para que se pueda encontrar una solución pronto.
El llamado a esas conversaciones ha sido trascendental para ambas partes. El oficialismo y la oposición se reunieron este domingo como una primera aproximación para sacar a Venezuela de la crisis y, bajo ese supuesto, se ha pronunciado el gobierno colombiano. La invitación al diálogo y el rechazo a cualquier tipo de intervención que implique el uso de la fuerza ha sido el mensaje central que, a su llegada a Londres, envió la canciller María Ángela Holguín al país vecino. (Lea: Maduro y oposición inician conversaciones para superar crisis en Venezuela).
“Con la mediación del papa tengo mayor optimismo de que se pueda lograr. Hay compromiso de llegar a un acuerdo y de poder salir de esta crisis que tiene sumida a Venezuela”, dijo la canciller Holguín quien, en representación del gobierno colombiano, se sumó a la firma de una misiva de la que hicieron parte decenas de países convocando a la unidad y al diálogo con el gobierno de Maduro. “Colombia no quiere nada que tenga que ver con ningún tipo de violencia en Venezuela. La salida es el diálogo y lo vamos a seguir apoyando”, insistió Holguín.
Mientras tanto, el de ayer fue un diálogo que comenzó con un estrechón de manos entre el presidente Maduro y el Secretario Ejecutivo de la Unidad Democrática, Jesús Torrealba. “Hay que ser optimistas, el diálogo no tiene alternativas”, fueron las palabras del mandatario venezolano ante ese primer encuentro. (Lea: Llamado urgente al diálogo en Venezuela).
Para que ese primer diálogo arrancara, del que se negó a participar el líder opositor Leopoldo López, fue necesaria la mediación del expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y del enviado especial del papa Francisco, monseñor Emil Paul Tscherrig.