Un nuevo ciclo de conversaciones entre el Gobierno y las Farc se inició ayer en La Habana (Cuba). Es el segundo del año y, a medida que el tiempo corre, el proceso de paz adquiere mayor trascendencia, pues se encuentra en el centro de la campaña electoral. Una vez más el ciclo se inició con la ya acostumbrada rueda de prensa de la delegación de la guerrilla y el silencio del equipo de Gobierno, sin embargo, El Espectador supo que se espera que en este ciclo se llegue a un acuerdo parcial en el tema de drogas y que en los próximos días habrá declaración conjunta.
Antes de instalarse en la mesa de negociación, ubicada en el Palacio de Convenciones de la capital cubana, Pablo Catatumbo, plenipotenciario de la guerrilla, leyó un comunicado público que incluye una carta abierta al vicepresidente Angelino Garzón, en respuesta a la propuesta de éste de buscar un mecanismo para desescalar el conflicto. Al respecto, las Farc afirman estar dispuestas a encontrar una negativa rotunda de parte del Gobierno.
“Permítanos recordarle al país que desde el inicio de las conversaciones de paz con el gobierno del presidente Santos, las Farc hemos manifestado de manera pública y reiterada nuestra absoluta disposición para concertar y firmar de manera inmediata un tratado de regularización de la guerra, o un cese bilateral de hostilidades entre las partes que, con verificación internacional, facilite encontrar con mayor rapidez ambientes de seguridad y confianza entre las comisiones de diálogo de las partes y, sobre todo, para aliviar las tragedias y la zozobra que afectan a millones de colombianos inmersos en la vorágine de esta guerra”, refirió la delegación de la insurgencia.
El comandante guerrillero que leyó el comunicado afirmó que quien ha rechazado la propuesta de concertar mínimos humanitarios ha sido el Gobierno, que a la vez exige a la guerrilla un cese de hostilidades unilateral, y finalmente agradece a Garzón por insistir en esta propuesta, la cual califican de “sensata y patriótica”.
De otro lado, aceptó haberse reunido con el presidente de Uruguay, José Mujica, para intercambiar opiniones sobre el proceso de paz, pero no dio mayores detalles sobre el encuentro. De igual forma, el jefe insurgente rechazó el rumor de que Timochenko estaría en La Habana y retó al uribismo a mostrar las pruebas que tenga al respecto.
Así, entre rumores de un acuerdo parcial en el punto de las drogas ilícitas, de la presencia del máximo jefe de las Farc en La Habana o de una conversación de las Farc con Mujica, se inició el vigésimo ciclo de conversaciones entre las Farc y el Gobierno.