Tras el anuncio del Gobierno y la guerrilla del Eln de iniciar la fase pública de los diálogos para finalizar la confrontación, las iglesias eclesiales nacionales e internacionales ofrecieron sus buenos oficios para el desarrollo de estas negociaciones. En un comunicado de siete puntos plantean que es necesario que este diálogo debe confluir con el que se adelanta de forma paralela con las Farc, en La Habana (Cuba) para una verdadera construcción de paz.
Se trata de 49 organizaciones religiosas agremiadas en Diálogo Intereclesial por la Paz (DiPaz) que manifestaron su satisfacción por el inicio de la negociación. Sin embargo, advirtieron la “preocupación que la búsqueda de la paz está siendo amenazada por la cada vez más creciente presencia paramilitar en amplias regiones de Colombia y por los crímenes cometidos contra personas que hacen parte de movimientos sociales”.
Por este motivo, hicieron un llamado “al gobierno de Colombia de buscar salidas efectivas que permitan resolver esta amenaza que afecta a las comunidades en los territorios, como también a quienes trabajan por la construcción de la paz”.
Las iglesias también le pidieron al Eln continuar con las muestras de su voluntad de paz liberando a todas las personas que tiene secuestradas y cesar este delito como mecanismo de financiación de la guerra. Frente a la confluencia de los dos procesos –Farc y Eln- manifiestan que esto sería muy importante para las etapas decisivas de la negociación como: cese bilateral del fuego y firma de los acuerdos finales.
Como viene ocurriendo con la negociación con las Farc, el principal llamado es a avanzar en propuestas para el cese bilateral del fuego, pues sostienen que “continuar con la confrontación armada generará más pérdidas de vidas que por decisión de las partes se pueden evitar. Así mismo generaría un ambiente de distensión para el desarrollo de la importante agenda acordada”.
Se trata de una nueva voz de apoyo al proceso de paz con el Eln que no se puede dejar pasar por alto, pues a diferencia de las Farc que son marxistas leninistas y por consiguiente no siguen los planteamientos de la Iglesia, en el Ejército de Liberación Nacional la iglesia católica ha tenido un cercanía histórica. Por eso, no se descarta que el respaldo de estas congregaciones religiosas pueda generar frutos en la negociación.