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Las jugadas maestras de Yahir Acuña

El representante a la Cámara se nombró presidente de la Comisión de Acusación por unas horas y emitió una resolución que le asignó 400 procesos contra magistrados, el Fiscal y el propio Santos.

Redacción Política
01 de agosto de 2014 - 01:00 p. m.
Yahir Acuña. /Archivo
Yahir Acuña. /Archivo
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El poder político del polémico represente a la Cámara Yahir Acuña parece no tener barreras. En 2010, recién llegado al Congreso como representante de las negritudes, se le acusaba de ser del círculo íntimo de Enilse López, alias ‘La Gata’. Aun así logró un lugar en la Comisión de Acusaciones y desde su posición como investigador del expresidente Álvaro Uribe posicionó su nombre.

Para las elecciones del pasado 9 de marzo su nombre aparecía en todas las listas negras de candidatos con vínculos non santos y sin embargo consiguió tres curules para su movimiento “Cien por ciento Colombia” con más de 126 mil votos en Sucre.

La votación conseguida desató una andanada periodística en su contra. Se habló de compra de votos y de un billete de lotería marcado con un gato que se hacía válido luego de depositar el sufragio por el movimiento de Acuña. Y aunque muchos, desde los escritorios en Bogotá, le apostaron al fracaso de Acuña, la votación fue suficiente para que el Gobierno buscara tender puentes y ponerlo del lado de la campaña reeleccionista. Con una situación adicional, Acuña consiguió las dos curules que le corresponden a las negritudes a través de la Fundación Ébano Colombia, y fueron para María del Socorro Bustamante y Moisés Orozco.

Y así fue. Acuña se vio en las tarimas pidiendo a sus seguidores apoyar al presidente Santos. Se movió como él lo sabe hacer y obtuvo más de 120 votos por Juan Manuel Presidente. Desde ese momento quedó sellada una alianza con la Unidad Nacional y Acuña, el supuesto uribista, el consentido de La Gata, cogió el sartén por el mango. Pero las animadversiones contra Acuña no son pocas y se le vinieron encima por las curules de las negritudes. Lo acusaron de tener una franquicia de avales y de haber capturado las curules que les corresponden por ley a las comunidades negras.

Luego vino un nuevo novelón. Socorro y Orozco salieron a defender su derecho y el tema llegó a los tribunales. Un magistrado del Consejo Superior de la Judicatura pidió medidas cautelares para proteger el derechos de las negritudes a elegir y ser elegidos y solicitó congelar la posesión de los amigos de Acuña. El 20 de julio, día de la posesión, Acuña pidió la palabra en la plenaria de la Cámara para protestar a favor de sus compañeros ausentes. Al parecer las quejas se regaron por los pasillos de los tribunales, y tres días después, la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura falló de fondo la tutela y permitió la posesión de los representantes de las negritudes. Primer triunfo de Acuña.

Al tiempo que esto sucedía Acuña reafirmaba sus lazos con el Gobierno. Por redes sociales le hizo campaña a Aurelio Iragorri, Ministro del Interior, para que fuera elegido el mejor ministro del gabinete Santos en el concurso de la Revista Dinero y consolidaba un movimiento para la revocatoria del alcalde de Sincelejo, Jairo Fernández, su adversario político. El movimiento creció como una bola de nieve y consiguió 110.435 firmas. El proceso va en camino y Acuña sonríe de lado.

Vino una nueva semana, la segunda del nuevo Congreso de la República. Y mientras la atención se concentraba en el Senado, Acuña se movía con sigilo en la pelea por la Comisión Primera de Senado alcanzando un cupo en la Comisión Tercera, encargada de asuntos económicos. Pero su aspiración no estaba completa. También logró que le respetaran su lugar en la Comisión de Acusación, que tantos réditos políticos le dio en el pasado Congreso. Y mientras el presidente de la Cámara, Fabio Amín, instalaba la sesión de la plenaria, el hábil político sucreño sacó su as bajo la manga y amparado por la ley madrugó a la Comisión y pidió que se le posesionara como presidente de la misma argumentando que, por orden alfabético, era el primero en la lista. La ley, palabras más palabras menos, permite que el primero que pida la Presidencia (entre el último presidente de la corporación y el que encabece la lista), puede dirigir la Comisión. Yahir había ganado de nuevo.

Y aún guardaba una última sorpresa. Durante las pocas horas como presidente de la Comisión, y a través de la única resolución que emitió, se adjudicó la mayoría de procesos en curso: cerca de 400 investigaciones. Sus otros compañeros alcanzaron a coger entre 60 y 70 cada uno.
Causa curiosidad que los procesos que le interesaron a Acuña fueron en su mayoría relacionados con el Fiscal, Eduardo Montealegre; los magistrados de la Corte Constitucional y del Consejo Superior de la Judicatura y todos los del presidente Juan Manuel Santos. Otro triunfo de Acuña.


 

Por Redacción Política

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