La candidatura de Zuluaga, ¿futuro incierto?

Aunque habló de un aplazamiento, la realidad muestra que su aspiración depende hoy de las decisiones de la Fiscalía y el Consejo Nacional Electoral. En el Centro Democrático algunos están a la espera de su regreso mientras otros creen que le será muy difícil retomar el camino.

Redacción Politíca
12 de marzo de 2017 - 07:52 p. m.
Óscar Iván Zuluaga, ahora exprecandidato del Centro Democrático.  / Archivo
Óscar Iván Zuluaga, ahora exprecandidato del Centro Democrático. / Archivo

El pasado miércoles en la tarde, después de reunirse en privado con el expresidente Álvaro Uribe en Rionegro, Óscar Iván Zuluaga anunció la decisión de “aplazar” su precandidatura presidencial en el Centro Democrático, “hasta tanto no se esclarezcan por completo los interrogantes sobre la participación de la empresa Odebrecth en el pago de los servicios de Duda Mendonça, asesor de mi campaña en 2014”, según dijo en un comunicado público. En este, aseguró también que hoy la prioridad es la tranquilidad y el buen nombre de su familia, “por encima de toda consideración política”.

La Real Academia de la Lengua define “aplazar” como “retrasar el momento de realizar algo”. Es decir, Zuluaga espera que se resuelvan los líos sobre la financiación por parte de la firma brasileña a su campaña, asunto de investigación en el que ya avanzan tanto la Fiscalía como el mismo Consejo Nacional Electoral (CNE), con la intención en el mediano plazo de volver al ruedo en la puja por la nominación uribista a la Presidencia en 2018. Sin embargo, hay que decirlo, el panorama es incierto y en el mismo Centro Democrático, si bien hay muchos que lo respaldan, también hay quienes creen que el desgaste es ya muy grande y que retomar el camino será muy complicado.

“Es muy difícil que vuelva. Fue una decisión acertada la de hacerse a un lado porque estaba afectando a todo el partido. Hacer una campaña con ese San Benito encima es complicado”, le dijo a El Espectador un congresista de la colectividad. Incluso, algunos ven también como un factor en contra  los resultados de la reciente encuesta de Gallup, en la que Zuluaga aparece con una imagen desfavorable del 52% frente a una favorable de 28%, lo cual consideran que es un termómetro más que suficiente para concluir que una candidatura suya sería algo así como renunciar a la posibilidad de volver al poder.

Al mismo tiempo, otros creen que la falta de decisión sobre la manera como se va a escoger al candidato presidencial para 2018 está pasando cuenta de cobro y es, en gran parte, la causa de los choques internos que se vienen presentando. “Mientras no se defina ese asunto, la pelea va a ser muy visceral”, asegura otro de los legisladores uribista. Por ahora, todos están a la espera de que Uribe decida si será en consulta popular, con una encuesta o mediante votación de los delegados a la Convención Nacional, que está programada para realizarse el próximo 22 de abril o, como dijo un representante a la Cámara, así sea en una rifa o con una moneda a la cara o sello.

Carlos Holmes Trujillo, uno de los actuales precandidatos, es uno de los pocos que públicamente ha llamado ya la atención al respecto. “No podemos equivocarnos ni hacer tonterías (…) empieza a ser urgente la decisión sobre el mecanismo para elegir el candidato presidencial y hacer bien ese ejercicio. Además, hay que hacer una campaña seductora y abrir puertas, no cerrarlas, como parece gustarle a quienes tienen la costumbre de sobreestimar nuestra capacidad electoral. Estamos en un buen puesto en la línea de partida, pero para llegar de primeros a la meta hay que ser incluyentes, no excluyentes, unir internamente, no fracturar, abrir espacios a todos los precandidatos, no cerrarlos, construir puentes con organizaciones afines, no volarlos y, sobre todo, acoger un procedimiento democrático para definir el nombre del candidato presidencial de Centro Democrático”, manifestó en una entrevista de diciembre pasado al portal Los Irreverentes.

Ahora, a favor de Zuluaga juega el que, pese a que es el de imagen menos favorable, sigue siendo el más reconocido y su favorabilidad está por encima de la de los otros dos precandidatos: Iván Duque y el mismo Carlos Holmes Trujillo. De ahí que esta semana se conociera también una carta de varios militantes de la colectividad –entre ellos congresistas como Thania Vega, Nohora Tovar, Carlos Felipe Mejía, María Fernanda Cabal, Santiago Valencia, Samuel Hoyos, entre otros—en la que le expresan su respaldo, le reconocen su liderazgo y le dicen que, mientras se toma su pausa, serán sus jefes de debate en todos los rincones de Colombia. “Lo esperamos (…) Aquí estamos y estaremos, a su lado. Tanto usted como nosotros, seguimos en el Centro Democrático; aplazar no es desistir ni muchos menos dimitir”, señala la misiva.

Otro que sacó comunicado esta semana fue Iván Duque. Y aunque en este expresó su “solidaridad y respeto” con la decisión de Zuluaga de aplazar su precandidatura, tras reconocer que lo acompañó a una reunión en Brasil con Duda Mendonça, volvió a aclarar que nunca tuvo responsabilidad alguna “de carácter administrativo, financiero o contable en la campaña presidencial de 2014”, ni participó en negociación alguna “con ningún contratista o proveedor de servicios”. Como se sabe, el senador y precandidato, a quienes muchos ven como el favorito de Uribe, ha sido blanco de críticas por parte de seguidores de Zuluaga,  hasta el punto de que el mismo exmandatario ha pedido dejar las peleas internas y concentrarse en ganar las próximas elecciones.

Otra señal que muchos ven en contra de la intención de Zuluaga de retomar su aspiración es la invitación que Uribe le hizo a la senadora María del Rosario Guerra para que sea precandidata, así como las que le hizo a Juan Lozano, además de los acercamientos con el exprocurador Alejandro Ordóñez. Y hay quienes cuentan también a Luis Alfredo Ramos, el exgobernador de Antioquia, confiando en que la Corte Suprema de Justicia lo sacará limpio en la investigación por presuntos nexos con paramilitares. “Es claro que Óscar Iván, así no sea el preferido de Uribe, es el de más posibilidades de ganar en 2018. Pero con tantos problemas, sabiendo que su candidatura depende hoy de la Fiscalía y el Consejo Nacional Electoral, se ve que el expresidente prefiere tener muchas más opciones de dónde escoger. Y si ninguno despega, seguramente no descartará una coalición”, concluyó un legislador uribista.

 

  

Por Redacción Politíca

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