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Sin que aún empiece la segunda legislatura, hay proyectos que ya prometen polémica al interior del Capitolio, sin siquiera estar radicados. Uno de ellos es una iniciativa de la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, que busca declarar la educación como un servicio público esencial.
En la práctica, esto prohibiría a los maestros de instituciones públicas (tanto colegios como universidades) a salir de las aulas para protestar por el incumplimiento de las prestaciones laborales y salariales.
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“Si la educación es un servicio público esencial, no importa que lo presten privados, como ocurre en el caso de los servicios públicos, debe tener las mismas condiciones para todos los colegios e instituciones del país”, dijo la parlamentaria uribista a RCN Radio.
Por ende, ningún paro podría perjudicar la actividad escolar y, de llegar a hacerlo, el mecanismo de tutela estaría activo para garantizar el derecho de la educación. “Aquí lo que se debe defender son los derechos de los niños, que según la Constitución, son superiores a todos los demás, y los derechos de los colombianos que estudian y que quieren terminar sus carreras a tiempo”, argumenta Valencia.
Desde ya hay resistencia por la conceptualización del proyecto y la senadora es consciente de eso: “Se me pueden venir encima Fecode y los profesores”, aseguró a la misma emisora.
Y no se equivocó, la federación que reúne a todos los profesores de Colombia ya se manifestó a través de Twitter: “Nuevamente el Centro Democrático arremete contra los maestros del país, ahora con una propuesta de proyecto que prohibiría ‘la movilización, protesta y paros del magisterio’. La educación pública necesita inversión, soluciones, no coartar derechos y restringir libertades”.
Fecode califica el proyecto de populista, represivo y coercitivo. Y en cambio le hace un llamado a la senadora para que trabaje por la educación integral y recursos para infraestructura, plantel docente, becas y otros rubros. El presidente de la federación, Nicolás Alarcón, aseguró a RCN que siempre cuando convocan paros, hay compromiso para reponer las clases perdidas.
El año pasado, durante el paro de la educación pública, en el que estudiantes y profesores salieron a pedir más recursos para la inversión de este rubro, la senadora Valencia también puso sobre la mesa una propuesta que generó crítica. “¿Por qué no que los egresados del sistema cofinancien la educación de la siguiente generación, aportando 20% de sus salarios durante 10 años después de graduarse?” (sic), escribió en su cuenta de Twitter.
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Las deudas con el Icetex, los salarios bajos a los recién graduados y la falta de oportunidades laborales fueron algunos de los comentarios que nublaron su propuesta.