La socialdemocracia sobre el fondo de la paz

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia. / SIG

Foto: JUANTENA

Cerca de 350 líderes de más de 100 países se reúnen desde ayer en Cartagena en el XXV Congreso Mundial de la Internacional Socialista, un evento que se realiza cada cuatro años y en el que se eligen presidente, vicepresidente y secretario general de la organización. En esta ocasión comenzó marcado, como era de esperarse, por el proceso de paz con las Farc.

De hecho, uno de los invitados a la instalación fue el presidente Juan Manuel Santos, quién inició su carrera política en el Partido Liberal, organizador del evento. En su intervención, el mandatario habló del comienzo del proceso de registro y desarme de las Farc y, preguntándose cuáles eran los caminos más idóneos para mantener la paz a la que le ha apostado todo su capital político, enfatizó que es necesario superar los muros de las ideologías. “La polarización, la satanización del otro, el radicalismo, la intolerancia, son las enfermedades que hoy aquejan a las sociedades”, dijo.

“¿Por la izquierda, la derecha o el centro?”, preguntó Santos, y aunque mencionó las virtudes de los principios del socialismo en su aspiración por una sociedad justa e igualitaria, se desmarcó señalando que desde hace 20 años promueve y aplica la doctrina de la tercera vía, que, según él, “no considera al Estado y al sector privado como actores antagónicos, sino como aliados ideales”, evitando darle material a quienes se han opuesto al proceso de paz con el argumento de que es la puerta de entrada de Colombia al socialismo del siglo XXI.

Otro de los invitados fue Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, quién sí hizo el trabajo de carpintería de explicar punto por punto a los asistentes internacionales el avance del proceso de paz, desde la concentración y dejación de armas hasta el trabajo de desminado que realizan en conjunto el Gobierno y las Farc.

Y aprovechó para lanzar pullas a la oposición y a quienes, señaló, habían vaticinado el fracaso de las negociaciones con la guerrilla diciendo que el desarme nunca llegaría. “Déjenme decirles que cuando esto comenzó, muchos dijeron que las Farc nunca dejarían las armas, que eso era un engaño y que, si eso pasaba, al menos el 50 o 60 % de sus miembros, dedicados al narcotráfico, se iría a la disidencia”, dijo. En ese punto específico, el jefe de la cartera política reveló que hoy la disidencia no llega a más del 2 % del total de los hombres armados que se han desmovilizado, es decir, menos de 200.

Más temprano, Horacio Serpa, presidente del Partido Liberal, se fue en contra de las medidas antiinmigración adoptadas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que han afectado a miles de ciudadanos del mundo, incluyendo en gran parte a los latinos. "No podemos menos que asumir que el presidente de EE. UU. busca separar a su país de toda América Latina", dijo el político en referencia al muro que pretende construir el mandatario norteamericano en la frontera con México, y señaló que hay un propósito de lesionar el comercio con los países de la región y la integración que se había logrado con anteriores gobiernos.

Serpa calificó de increíble y ridículo que hoy, a más de 230 años de la Revolución Francesa, "se esté pretendiendo retroceder en los conceptos de libertad y de derechos humanos y resulte que de nuevo toca luchar para no ser juzgado por el color de piel, el credo religioso, el acento o la nacionalidad".

Las políticas antiinmigración del gobierno de Trump han sido un tema sobre el que no se han pronunciado muchos mandatarios de la región, quienes han dejado prácticamente solo a Enrique Peña Nieto, presidente de México, que, a pesar de no haber asumido una actitud de enfrentamiento con Trump y ha tratado de hacer que el mandatario reconsidere sus ideas polémicas, no ha tenido mucho éxito.

El Congreso Socialdemócrata continúa este viernes, con paneles y la reunión de los jóvenes que representan este ala dentro de diferentes partidos políticos de todo el mundo.