Hoy, cinco meses después, no queda ni el rastro de esa promesa. Pero, como bien se repite en el mundo del poder, la política es dinámica, y eso lo tiene claro hasta el propio jefe de Estado al punto de afirmar que “sólo los imbéciles no cambian de opinión cuando cambian las circunstancias”. Y ad portas de iniciarse el debate electoral de marzo y mayo, las circunstancias sí que parecen estar cambiando.
Por eso, de la reunión que para hoy fue convocada en la Casa de Nariño entre Santos y su partido salió la primera conclusión que se perfila, eso sí, como el primer indicio de debilitamiento de la U: ya no irá con candidato propio y las razones son varias. En principio, el único precandidato presidencial era el senador Roy Barreras pero, como es evidente, su nombre no fue capaz de jalonar lo suficiente como para garantizar el triunfo de la colectividad en 2018.
Esa situación derivó en que el propio jefe de Estado le hubiera pedido en la reunión de este jueves al congresista que renunciara a su aspiración y que, por el contrario, asumiera nuevamente las banderas legislativas como cabeza de lista en marzo de 2018.
A esta situación, se suma la renuncia a la colectividad presentada por el exembajador de Colombia en Washington, Juan Carlos Pinzón, quien en una carta enviada a su partido dejó entrever su inconformismo por los partidos políticos y, eso sí, anunció sus intenciones electorales a través de firmas recolectadas de la ciudadanía. Es de recordar que Pinzón, en principio, había sonado como otro de los precandidatos de la U pero a su llegada al país demostró una postura absolutamente crítica al Gobierno y al Acuerdo de Paz, lo que derivó en un fuerte distanciamiento con su padrino político, el presidente Santos.
A raíz de esta posibilidad, ha revivido el rumor de que el exembajador Pinzón sea capaz de convertirse en un puente entre la U y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras si, eventualmente, este llega a convertirse en su fórmula vicepresidencial. “Eso, más que alejarnos, nos acercaría más a él”, dijo otra voz del partido a El Espectador.
Y el otro precandidato que, supuestamente, participaría por ser candidato único de la U era el actual ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, quien tampoco dejó su cargo para pelearse ese puesto. Sin embargo, pese a su propia voluntad tendrá que convertirse en el próximo director de la colectividad y esa fue otra decisión surgida de la reunión en la Casa de Nariño. Según confirmó el senador Armando Benedetti, la noticia se haría pública en dos o tres semanas.
Lo cierto es que ahora la U tendrá que salir a buscar fuerzas políticas que acepten hacer coaliciones con el que hoy es, tal vez, la “oveja negra” entre todos los partidos. No tiene candidato único ni tampoco un atractivo fuerte que logre atraer a otros dirigentes que quieran participar de la contienda electoral en 2018.