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Las lecturas políticas de la terna para fiscal

Dicen que el gran perdedor es el expresidente César Gaviria, pues no se incluyó a su candidato, Jorge Perdomo. Y ya rumoran que si Néstor Humberto Martínez es el elegido, se acaba la Unidad Nacional.

Hugo García Segura
21 de abril de 2016 - 12:31 a. m.
Mónica Cifuentes, Yesid Reyes y Néstor Humberto Martínez.
Mónica Cifuentes, Yesid Reyes y Néstor Humberto Martínez.

No fue sino que el presidente Juan Manuel Santos diera a conocer la terna que presentará a la Corte Suprema de Justicia para elegir fiscal general de la Nación, para que desde el país político surgieran los cuestionamientos y comenzaran a hacerse los análisis pertinentes sobre quién ganó quién perdió. Y en esta última línea, todas las miradas apuntan al Partido Liberal, en concreto, al expresidente César Gaviria Trujillo.

Es cierto que el senador Horacio Serpa, codirector de la colectividad roja, salió recientemente a desmentir las versiones surgidas la semana pasada, en el sentido de que junto al exmandatario habían visitado al presidente Santos para mediar a favor de Jorge Perdomo, actual fiscal encargado, buscando que fuese uno de los ternados. “Es una fábula que el Partido Liberal este exigiendo la Fiscalía”, expresó Serpa.

Pero también es cierto que Perdomo sí era la ficha no tanto del liberalismo sino de César Gaviria. Al menos es lo que siempre se dijo en voz baja en los mentideros políticos. Y en este sentido, al no haber sido incluido en la terna por el jefe de Estado (como se sabe, están Yesid Reyes, Néstor Humberto Martínez y Mónica Cifuentes), la decisión es vista por muchos como una derrota más para el expresidente.

¿Y por qué una derrota más? Cabe recordar que en el pulso por la Contraloría General de la Nación, que terminó ganando Edgardo Maya, la llamada “Casa Gaviria” –que incluye al exmandatario y a su hijo, Simón Gaviria, hoy jefe de Planeación Nacional—tenía candidato propio: Gilberto Rondón, exmagistrado del Consejo Nacional Electoral y exrepresentante a la Cámara.

Ahora, más allá de estas consideraciones, lo que sí cayó muy mal en varios sectores de la política nacional fue la decisión de ternar a Néstor Humberto Martínez. Entre quienes hablan de frente están la senadora Claudia López, de la Alianza Verde: “Eso va en contra de la transparencia y las garantías. Ese señor tiene conflicto de intereses pues ha sido abogado de todos los ricos y los poderosos de este país, ¿a quién va a defender, a los que ha ayudado a hacerse ricos?”, dijo.

También hay quienes consideran que el tal concurso de meritocracia para elegir fiscal que implementó el presidente Santos fue una farsa, pues al final terminaron ternados los que se esperaban e incluso se sabía hace 45 días. Eso sí, el consenso general es que la era de Eduardo Montealegre en el ente acusador terminó, pues Perdomo no fue incluido en la lista, aunque algunos rumores hablan de que podría llegar al Ministerio de Justicia.

Por cierto, la no inclusión del actual fiscal encargado en la terna --se menciona cautelosamente en los pasillos del Capitolio Nacional-- implica una movida del presidente Santos en momentos en que en la plenaria del Senado se discute en sexto debate el llamado Acto Legislativo para la Paz. “Es un mensaje al uribismo, al fin y al cabo le están quitando de encima la sombra de Montealegre representada en Perdomo”, expresó un congresista pidiendo la reserva de su nombre.

Por último, es imposible no referirse al vicepresidente Germán Vargas Lleras. ¿La razón? Siempre se ha dicho que Néstor Humberto Martínez es cuota suya. De hecho, militó en Cambio Radical. Y hoy cuando se supo que iba en la terna, en el Congreso no falto la advertencia que si es elegido por la Corte Suprema, ello significará el rompimiento de la Unidad Nacional, la coalición partidista que apoya a Santos. Aunque nadie lo reconozca abiertamente, los partidos Liberal y de la U viven molestos por lo que consideran ha sido la sobrerrepresentación que tiene el vargasllerismo en el Ejecutivo.

En cuanto a Mónica Cifuentes, los políticos la ubican como la carta del comisionado de paz Sergio Jaramillo. De hecho, ha sido asesora en las negociaciones con las Farc de La Habana, punto que podría jugar a su favor en el entendido de que el próximo fiscal será clave para el posconflicto. Y a Yesid Reyes lo consideran como la ficha del propio presidente Santos.

Lo cierto es que el pulso por la Fiscalía se traslada ahora a la Corte Suprema de Justicia, donde, se supone, las decisiones se toman sin injerencia política. No todos creen en eso, pero lo queda sobre la mesa es que Gaviria perdió la batalla frente al vicepresidente Vargas Lleras y que esta vez, como estaba cantado, el presidente Santos no pudo quedar bien con todos, poniendo en riesgo el apoyo del liberalismo y la solidez de la coalición de la Unidad Nacional.

Por Hugo García Segura

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