:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/wnrFIVfL4XfOGO9ZSu-8ks3Ix38=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/QS3DVL2MRBHRRMFA4JZY3YGN2Y.jpg)
El partido más golpeado con el revolcón ministerial para la paz fue el Liberal, que ahora entrará en revisión de su relación con el Gobierno a pocos días de su Congreso Nacional. Los cambios hablan por sí mismos, perdieron el ministerio de Justicia, cargo en el que se desempeñaba Yesid Reyes y renunció para aspirar a la Fiscalía, y en lo nuevos nombramientos la colectividad brilló por su ausencia.
La molestia en la colectividad es tal que, ayer, cuando en la Cámara se discutía una modificación al impuesto por el consumo de licores, que es prioritaria para el Gobierno, los parlamentarios rojos se levantaron y dejaron sin quorum la plenaria. Al mismo tiempo, la dirección de la colectividad se reunía y planteaba reevaluar la “incondicionalidad con el presidente Santos”, pues consideran que les ha pagado mal.
En el debate que duró cerca de siete horas y que continuará hoy señalaron “es que nos achacan ministros que no son nuestros. Cómo así que la canciller, María Ángela Holguín, y el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, son liberales y ni se saben el nombre de nuestros congresistas. David Luna (Mintic) no apoyó a Pardo sino a Peñalosa en las elecciones a la alcaldía de Bogotá y el Superintendente de Salud, Norman Julio Muñoz, no tiene nada de liberal”.
Y agregaron, los únicos que nos representan son el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, y el ministro del Posconflicto, Rafael Pardo, que tiene una alta consejería sin presupuesto ni funciones claras y ahora lo ponen de secretario, porque ni mantuvieron el estatus de Ministerio de la Presidencia.
En la acalorada discusión también se habló de un presunto compromiso del Gobierno de nombrar una terna liberal y eso no se cumplió. Si bien, entre los postulados está Yesid Reyes, es muy probable que el ganador de esta elección sea Néstor Humberto Martínez quien es de las entrañas de Cambio Radical.
Así las cosas, el Partido Liberal no pasará a la oposición, pero si mantendrá una distancia crítica frente al gobierno. Pues como señalaron en el encuentro de ayer “A Vargas Lleras le ha funcionado muy bien la estrategia de poner al presidente Santos contra las cuerdas y parecer el Gobierno confunde la decencia con la bobada”, platearon ayer en la dirección del partido.
Lo claro por ahora es que el liberalismo se prepara para el Congreso Nacional que se realizará el próximo 14 y 15 de mayo, allá tendrán que tomar una decisión de fondo frente a su relación con el Gobierno. Se mantendrán como soporte para el proceso de paz, pero serán más críticos. Y ahora la meta es tener un candidato a la Presidencia que le pueda hacer contrapeso al actual vicepresidente y jefe natural de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, de quien reconocen ya les tiene mucha ventaja.