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Mientras se celebraba una misa en la Escuela de Caballería de Bogotá para orar por la vida del general Rubén Darío Alzate, las Farc anunciaron que lo tenían secuestrado. Eran las 10:45 de la mañana de este jueves cuando terminó la eucaristía y los familiares del comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán del Ejército recibían la fatídica noticia que confirmaba que Alzate estaba en manos del frente 34 de esta guerrilla, que opera en Chocó. Junto a él, también habían caído el cabo Jorge Rodríguez Contreras y la abogada Gloria Urrego.
La esposa del general Alzate, Claudia Farfán, con palabras entrecortadas apenas pudo explicar su dolor. No quiere opinar, sólo pide que a su esposo le respeten la vida. No quiere pensar si aprobaría o no un operativo militar para rescatarlo. Considera que es muy pronto, pues apenas están procesando y aceptando la noticia. “Salí de una misa y me informaron del comunicado (de las Farc). Lo único que les pido es que respeten la vida de mi esposo la y de las personas que secuestraron con él. Se los suplico. Al Gobierno, que haga lo que tenga que hacer para que ellos regresen a sus hogares sanos y salvos. Nosotros los colombianos no nos merecemos todo lo que está pasando. Por favor, recapaciten. Si seguimos en esta actitud no llegaremos a ninguna parte”, puntualizó Farfán.
Claudia evita debatir si el general Alzate violó algún protocolo de seguridad. “Los únicos responsables de cuando alguien es secuestrado, son sus secuestradores, o ¿quién más? Yo no quiero opinar sobre nada más (si estaba de civil o no). Lo único que quiero que sepan es que Rubén es una persona maravillosa y lo amo. A las familias de los secuestrados, que oremos. Ese es el pedazo que tenemos que hacer nosotros. El resto, a quienes les corresponda”, agregó la esposa del oficial.
Claudia no dudaría dos segundos en viajar a La Habana (Cuba) a pedir el rescate de su esposo: “Yo estoy dispuesta a lo que sea. El día que me casé fue para estar en las buenas y en las malas. Si sirve de algo que yo hable con alguien, para que él y todos los secuestrados regresen a sus hogares, lo haría”. El hijo menor del general Alzate, Juan Pablo, aseguró que para Navidad, él, su hermana mayor y su mamá van a tener al lado a su papá. Y les pidió a las Farc que así como lo secuestraron lo liberen, porque con ese acto “mejoraría toda la situación y mostraría que quieren paz al igual que todos los colombianos”.
La última comunicación entre el general Alzate y su familia fue el mismo domingo al mediodía. Ese día le dijo a Claudia que tendría unas reuniones con algunos pobladores. Igual conversó con su hijo Juan Pablo, quien hoy poco recuerda de lo que hablaron. “No poder levantar un teléfono para llamarlo, es doloroso”, manifestó el joven, quien esperaba el regreso de su padre a Bogotá el próximo 15 de diciembre, día en el que asumiría la jefatura de la Ofician de Derechos Humanos del Ejército, tras 32 años de carrera.