Que el expresidente Álvaro Uribe va de frente contra la posibilidad de reelección de Juan Manuel Santos, eso ya nadie lo duda. De hecho, el miércoles pasado, en una entrevista para Colmundo Radio, Uribe cargó de nuevo contra el primer mandatario y, sin mencionarlo, dijo que para 2014 quiere apoyar candidatos que compartan sus lineamientos políticos “por convicción y no por oportunismo”. Seguidores y detractores fueron notificados: “Estoy en una batalla de tesis (…) Voy a hacer política toda mi vida. Yo sé hacerla no sólo a mi nombre”.
Y abrió sus cartas sobre aquellos posibles presidenciables fieles a sus principios: Angelino Garzón, Juan Lozano, Francisco Santos, Óscar Iván Zuluaga, Marta Lucía Ramírez, Luis Carlos Restrepo, Álex Char y Luis Alberto Moreno. Nombres que no salen de la noche a la mañana y que se vienen barajando desde hace ya un buen tiempo, así como también las opciones para que Uribe esté en la primera fila del frente de batalla, bien sea como cabeza de lista al Senado —si no es con la U, con movimiento propio, léase Primero Colombia— o como fórmula vicepresidencial de quien sea su ungido.
Porque aunque en un principio algunos consideraron estas dos propuestas como un ‘globo’, es decir, una de esas ideas que de vez en cuando se lanzan en la política buscando producir algún efecto o ‘medirle el aceite’ a la opinión pública nacional sobre algún asunto clave, con el paso de los días, y de acuerdo a las señales del mismo exmandatario, han ido cogiendo fuerza y, según conoció El Espectador, son posibilidades serias que en la actualidad analiza el llamado uribismo ‘purasangre’.
Es en este contexto donde Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), surge como primera alternativa, incluso por encima de Angelino Garzón. Fue hace unos dos meses que empresarios antioqueños y barranquilleros le sugirieron a Uribe su nombre con argumentos de peso: es visto como alguien que no está contaminado por la política tradicional, por su posición sabe de los temas sociales y económicos y le quitaría respaldos a Santos en Bogotá, la principal plaza electoral del país.
Claro, las debilidades también han sido estudiadas y la tarea es comenzar a contrarrestarlas. La principal de ellas, el poco conocimiento que hay a nivel popular de Moreno. Una ‘jugada maestra’ es que Uribe sea precisamente su fórmula vicepresidencial o, si ello no es posible, que la llave sea con Angelino. Sea como sea, la misión es impulsar una candidatura suprapartidista en la que confluyan sectores de derecha, de centro y de izquierda.
¿Qué piensa Luis Alberto Moreno? De labios para afuera, en una reciente entrevista con CNN, aseguró que “para ser presidente de un país uno necesita tener mucho deseo de serlo, y yo nunca he tenido ese deseo”, además de que no cree que vaya a ser candidato. De labios para adentro, se habla de que ya son varias las reuniones de empresarios, que su nombre ha calado, que los conservadores —su partido de sangre— estarían dichosos y que lo está pensando con una condición: se le medirá a dejar el BID cuando sepa que es candidato fijo y las opciones de ganar sean sólidas.
Aquello de una candidatura multicolor tiene otros ingredientes. El más atrevido, sin duda, el que busca acercar a Antonio Navarro Wolff. Ya se dio un intento cuando algunos sectores políticos le propusieron ser candidato a la Gobernación del Valle, en las elecciones atípicas del próximo 1º de julio, algo que descartó, según dicen, al conocer que entre esos respaldos había gente del Partido de Integración Nacional (PIN), del exsenador Juan Carlos Martínez, condenado por parapolítica y actualmente en detención domiciliaria.
Las cosas no se dieron, a pesar de que detrás de la ‘jugada’ habría estado también la gente del Centro Independiente, la corriente de pensamiento y construcción política que apoyó a Angelino Garzón a la Vicepresidencia y que, según voces en el Valle del Cauca, sería la plataforma para su eventual aspiración a la primera magistratura del Estado. Porque son muchos los que apuestan a que Garzón, alineado con el uribismo, buscará llegar a la Casa de Nariño en 2014 y hasta le tienen fecha de renuncia al Gobierno: enero del próximo año.
Esa decisión no causaría sorpresa en las huestes del presidente Santos, donde Angelino sigue siendo visto como ficha del expresidente Uribe. Incluso se han escuchado versiones en el sentido de que una reunión realizada hace semanas tenía el objetivo de medir la disposición del vicepresidente a halarle al tema, con la fachada de estar buscando acercamientos entre Uribe y Santos. Por cierto, Garzón ha dicho que estaría dispuesto a sacrificar su cargo si es elegido en la dirección de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una opción que, aunque no lo reconoce, ve lejana. Habría que preguntarle si también estaría dispuesto a ‘sacrificarse’ por Uribe.
El otro frente de batalla planteado, el regreso del expresidente al Senado, es más complejo. Lo que se ha analizado es recoger en una lista a políticos y no políticos (empresarios y líderes comunitarios), con hojas de vida intachables —de regiones como Antioquia, el Caribe, los santanderes, el centro y el sur del país— para conformar una lista cuya cabeza sería Uribe, lo que, creen, les garantizaría obtener como mínimo 15 curules. De ser así, esa bancada tendría una misión clave: impulsar en el Congreso un proyecto para abrirle paso a una segunda reelección (no inmediata) o una constituyente.
Pero quienes conocen al exmandatario advierten que la idea no lo seduce, aunque está dispuesto a hacer política en la plaza pública a favor de los suyos. Algo que sabe hacer, como lo dijo, con resultados agridulces si se mira la experiencia inmediata de las elecciones de 2010, cuando la mayoría de los candidatos que apoyó incondicionalmente fueron derrotados en las urnas. Sea como sea, el santismo, el vargasllerismo y todas las demás fuerzas políticos de Colombia están avisadas: Uribe va a dar la pelea y el objetivo en el corto plazo es oponerse a la reelección de Santos.
Objetivo: enfrentar al presidente Santos en 2014
Fernando Alameda, director ejecutivo de la Fundación Centro de Pensamiento Primero Colombia, cree que antes de pensar en proponer candidaturas para Álvaro Uribe, “hay que mirar —con buen ojo— quién puede enfrentar en las elecciones a Santos”. Y, según su criterio, debe ser alguien que genere fervor popular, que defienda realmente las tesis del uribismo y “que no nos vaya a traicionar como lo hizo Santos”.
El senador Juan Carlos Vélez, alfil del exmandatario en la U, señala que es imposible desconocer el fervor popular que despierta Uribe. Y sobre su futuro en el escenario electoral de 2014, dice que aún hay muchas cosas por definir: “Estamos tratando de hacer una reunión con él para saber qué decisión va a tomar. Él ya tiene candidatos a la Presidencia y los ha anunciado. Seguramente para ver qué acogida tienen en la opinión pública. Ahora, se está hablando de que sea fórmula a la Vicepresidencia o de cabeza de lista al Senado. En cualquiera de esos escenarios le iría muy bien”.
Lo que ha dicho últimamente el expresidente Uribe
‘‘Algunos han dicho que Uribe sea candidato a la Vicepresidencia. Yo estoy es en una batalla de tesis”.
‘‘¿Que encabece una lista al Congreso? Estuve en el Congreso, me gusta esa actividad y estoy es defendiendo tesis”.
‘‘Voy a hacer política toda mi vida. Sé hacerla no sólo a mi nombre”.
‘‘Mientras Dios me dé vida y salud, tengo que estar en el ejercicio de la política”.
‘‘Qué bueno tener candidatos a la Presidencia que representen ese puro centro democrático, pero de verdad y de convicción, no de oportunismo”.