María Lorena Gutiérrez, ¿una renuncia por dignidad?

La renuncia “irrevocable” de María Lorena Gutiérrez, la llamada “superministra” de la Presidencia, ha dado para toda clase de rumores e interpretaciones. Lo que se dijo inicialmente era que obedecía a motivos personales y al cansancio y agotamiento tras varios años de labores con el gobierno de Juan Manuel Santos. Sin embargo, lo que se dice en los mentideros políticos es que la dimisión tiene que ver con la inclusión de Néstor Humberto Martínez en la terna para elegir fiscal general. En otras palabras, se va por dignidad.

Para nadie es un secreto las diferencias existentes entre Gutiérrez y Martínez, que salieron a flote cuando ella estaba en la Secretaría General de la Presidencia y él ejercía como ministro de la Presidencia, es decir, era el entonces “superministro”. En ese momento se dijo que Gutiérrez acaparaba toda la agenda del Gobierno, dejando sin margen de maniobra a Martínez, encargado de los asuntos políticos con el Congreso. E incluso se habló de dos bloques en el Alto Gobierno: el de Gutiérrez junto a Gina Parody y Cecilia Álvarez, y el de Martínez, del que hacían parte los ministros de la cuerda del vicepresidente Germán Vargas Lleras.

El punto más crítico del enfrentamiento se dio en torno a la discusión del Equilibrio de Poderes en el Congreso, a raíz de la posición que asumió Néstor Humberto Martínez a favor de las altas cortes de la justicia, que iba en contra de la de los ministros del Interior, Juan Fernando Cristo y Justicia, Yesid Reyes. Pocas semanas después, Martínez dejó el cargo de “superministro” para ponerse al frente de su oficina de abogados, que en ese momento (mediados de 2015) estaba en el proceso de fusión con una firma internacional. Y ante los medios de comunicación, negó que su salida del Gobierno hubiese obedecido a su deseo de ser fiscal.

Por eso, cuando el presidente Santos decidió implementar un proceso de meritocracia para la escogencia de la terna, al frente del cual estaría María Lorena Gutiérrez, muchos creyeron que Néstor Humberto Martínez, quien acudió a la convocatoria pública e inscribió su nombre, sería el damnificado en este pulso. ¿La razón? La Ley de Cuotas obliga a incluir a una mujer y había tres pesos pesados en la lista: el ministro de Justicia Yesid Reyes, el actual fiscal encargado Jorge Perdomo y Martínez, para solo dos cupos. Es decir, uno tendría que salir.

Por otra parte, también es sabido que los partidos de la U y Liberal le han expresado más de una vez al mismo presidente Santos su inconformidad por lo que consideran es la sobrerrepresentación que tiene Cambio Radical, la colectividad de Vargas Lleras, en el Ejecutivo. Y Néstor Humberto Martínez siempre ha sido visto como una persona cercana al vicepresidente. Así las cosas, es apenas lógico pensar que su inclusión en la terna fue para María Lorena Gutiérrez un revés difícil de soportar, por lo que habría decidido presentar la renuncia.

Según la revista Semana, a ello se sumarían supuestas diferencias con otros altos funcionarios de la Casa de Nariño y con la misma familia del presidente, versiones que nadie se ha atrevido a confirmar. En una carta pública, la bancada en el Senado del Partido de la U le pidió hoy a Gutiérrez reconsiderar la renuncia. “Queremos resaltar su trabajo como ministra de la Presidencia, donde ha logrado generar confianza al presidente de la República, al Gobierno, al Congreso, a nuestro partido y al país. Confianza que es un pilar fundamental para construir un país en paz como todos los colombianos lo queremos”, dice la misiva.

Pero ya no hay reversa. Desde Nueva York, donde se encuentra participando en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre drogas, el presidente Juan Manuel Santos le restó importancia a la dimisión y habló de ciclos cumplidos, advirtiendo incluso que se vienen más cambios: “Ella ha tenido mi cariño y respaldo, pero todos los funcionarios han tenido sus ciclos (…) es el inicio de una serie de cambios que hay que hacer en el gabinete, ahora que vamos, espero que sea pronto, a firmar la paz”, manifestó.

Lo claro es que en la tarea del posconflicto, la labor de la Fiscalía General de la Nación es fundamental. Por eso, en voz baja, son muchos los congresistas, de la Unidad Nacional y la oposición, que ponen en duda el que Néstor Humberto Martínez sea la persona ideal para asumir las riendas del ente acusador, pues quiérase o no debe trabajar en alianza y total colaboración con el Gobierno. Y en la Casa de Nariño algunos le siguen mirando con desconfianza.