“Me cuento entre quienes no tienen dificultad en renunciar”: Amylkar Acosta

Después de un mes de rumores y verdades dichas a medias, el exdirector ejecutivo de la Federación de Departamentos decidió hablar de frente sobre su abrupta renuncia al cargo y sobre sus hondas diferencias con el vicepresidente Vargas Lleras y su grupo de amigos políticos.

Cecilia Orozco Tascón
19 de febrero de 2017 - 03:00 a. m.
“Me cuento entre quienes no tienen dificultad en renunciar”: Amylkar Acosta

Muchas cosas se han dicho sobre su retiro de la dirección de la Federación de Departamentos hace poco más de un mes y el asunto se agita de nuevo, dado el ambiente preelectoral de hoy. ¿Por qué renunció?

Mi retiro obedeció a un reacomodo de las fuerzas políticas en la asamblea de gobernadores que hacía insostenible mi permanencia en la Federación. Ante esa nueva realidad no estaba dispuesto a forcejear ni a dejarme manosear para sostenerme en el cargo. Mi dignidad no es moneda de cambio.

¿Por qué habla de “dignidad”? ¿Quién o quiénes la ofendieron, como se infiere de su respuesta?

Hablo de dignidad en el sentido de que no me iba a poner en el plan de buscar apoyos del Gobierno Nacional o de visitar gobernador tras gobernador. No soy un principiante en política y no iba a actuar como tal.

¿Qué sentido preciso tuvo su frase en el discurso de renuncia: “La política es dinámica”?

Cuando mencioné la manida frase sobre la “dinámica de la política”, que se le atribuye al exministro Sabas Pretelt, aludía al hecho cierto de que el exsenador Plinio Olano (nuevo director ejecutivo) tenía las mayorías que yo había perdido en la asamblea. Era una realidad incontrastable y no quise mover un dedo para cambiarla.

¿Cómo y cuándo cambió la “dinámica” en la Federación para terminar en el favoritismo hacia el exsenador Plinio Olano, de la U, pero cercano a Cambio Radical?

Me enteré de que él estaba convocando a las mayorías solo el día de la asamblea de gobernadores cuando supe que estaba en un hotel contiguo al lugar de la reunión de la Federación. En ese hotel se hizo un almuerzo al que invitó a varios gobernadores y logró su apoyo. Enterado de esos movimientos no hice nada, como ya dije.

¿Cuál es el poder que irradia la Federación de Departamentos como para disputarse así su dirección, más allá de la obvia representación de los gobernadores?

Radica, justamente, en su función de representar a los 32 gobernadores, llevar su vocería y servirles de interlocutor frente al Gobierno Nacional y sus entidades. También cumple el papel de articulador e integrador de los distintos niveles de gobierno, lo que le da un rol de la mayor importancia y una gran influencia en la toma de decisiones.

Con todo respeto, no me diga que los gobernadores unidos sólo detentan un poder institucional. ¿Hasta dónde llega el poder electoral y, sobre todo, el de contratación?

En ese sentido la Federación no tiene ninguna injerencia, entre otras razones porque se trata de ámbitos de competencia de cada gobernador y de cada departamento. El director ejecutivo de la Federación mal podría convertirse en un supragobernador.

Es sabido que en época de elecciones los gobernadores tienen manejo de votantes. ¿Su retiro forzoso tiene que ver con el hecho de que estamos a las puertas de la campaña de 2018?

Claro que sí: vivimos los primeros escarceos del debate electoral que ya se nos vino encima y las distintas fuerzas políticas empiezan a alinear sus alfiles de cara a las elecciones del año entrante. Así lo entendí.

La incomodidad con su presencia en la Federación se debió a que sólo se le veía como representante de los liberales, según se rumoró. ¿Fue por eso que fue obligado a renunciar?

La verdad sea dicha, no fui obligado a renunciar. Sucede que me cuento entre quienes no tenemos dificultad en conjugar ese verbo, pues, como orteguiano que soy (del filósofo Ortega y Gasset), siempre he entendido que “yo soy yo y mis circunstancias y si no las salvo a ellas, tampoco me salvo yo”. Esto me llevó a renunciar sin esperar a que me lo pidieran. Y a dejar en libertad a los gobernadores para que procedieran a proveer el cargo.

Hubo versiones sobre el disgusto del vicepresidente Vargas Lleras con usted. ¿Era cierto que no había ninguna comunicación entre ustedes?

Desde antes de ser elegido (noviembre de 2014) como director de la Federación Nacional de Departamentos en la Asamblea de Manizales, tropecé con la férrea oposición, no propiamente del señor vicepresidente, sino de su señora esposa, Luz María Zapata. Ella fue allá, a aupar la candidatura del exmagistrado Francisco Ricaurte para oponérseme. Más tarde, ya en ejercicio de la dirección ejecutiva, se agriaron nuestras relaciones hasta ganarme su animadversión motivada por el altercado que tuvimos en el Congreso de la República, en donde ella, quien a la sazón fungía como directora ejecutiva de la Asociación de la Industria de Licores (ACIL), de consuno con la Asociación de Importadores de Licores (ACODIL), promovía la inclusión de un articulado que lesionaba los intereses de la industria nacional que ella estaba llamada a defender, en el proyecto de ley del Plan de Desarrollo que se tramitó en el primer trimestre de 2015. Desde la Federación nos opusimos con pies y manos hasta lograr su hundimiento, por unanimidad, en la plenaria del Senado. Desde entonces, su persecución contra mí no ha dado tregua.

Usted se refiere a la señora del vicepresidente, ni más ni menos. La pregunta es concreta: ¿quiere decir que siendo la esposa de tan alto funcionario, ella promovió un proyecto de ley que favorecía unos intereses particulares?

No iría tan lejos. Me limito a decir lo que dije.

¿Qué interés podría tener el vicepresidente en una regulación tan específica como la de los licores?

No me consta que el vicepresidente tuviera interés alguno en el trámite y aprobación de la propuesta presentada por su señora y por la directora ejecutiva de Acodil, Martha González Arias, a la ministra de Comercio, Cecilia Álvarez, en nota remisoria firmada por ellas el 18 de diciembre de 2014. Mi interés era atajar el gol que se les quiso meter a los departamentos, pues de haberse aprobado dicha propuesta, los días que le quedaban a las fábricas de licores nacionales estaban contados y el monopolio rentístico de los licores que tiene amparo constitucional, habría sido eliminado por la puerta de atrás. Afortunadamente se impuso la sensatez. Eso hizo posible que fuera aprobada la ley de licores 1816, de 2016.

Pero, de otro lado, el doctor Vargas Lleras sí mostró su molestia con usted: se filtró que en una o varias reuniones con los gobernadores le reclamaron a usted porque no lo invitó o lo invitó sobre el tiempo. ¿Por qué no tuvo un trato especial con quien es el segundo funcionario del Estado?

Sólo eran pretextos. Siempre lo invitamos y no obstante que su invitación era calendada para el mismo día que las de los ministros y la del propio presidente Santos, él aducía que yo no le consultaba previamente su inclusión en el programa de las cumbres y que era el último en enterarse de la fecha del evento, lo cual lo llevaba a excusarse con la socorrida disculpa de que su agenda le impedía atender la invitación. Así ocurrió el 12 de noviembre de 2015 en Villavicencio y en la cumbre de Bucaramanga, el 25 de agosto de 2016, entre otras. Repito: siempre le dimos al señor vicepresidente el trato especial que merece como tal. No obstante, sólo recibimos su displicencia como respuesta.

El vicepresidente hizo una reunión paralela a la suya en Villavicencio para protestar. Y le hizo hueco grande: 12 de 21 mandatarios atendieron la invitación del vicepresidente. Y 19 de los 26 recién elegidos estuvieron con él. ¿Fue el primer pulso que le ganó?

A la cumbre de Villavicencio, propiamente hablando, asistieron los 32 gobernadores entrantes y salientes, los cuales participaron en la agenda académica que se desarrolló en su integridad y la cual fue clausurada por el presidente Santos. Efectivamente, la mayoría de los gobernadores atendieron, la víspera, la invitación del vicepresidente y de sus amigos a un ágape, al final de la jornada de trabajo. Dejaron con los crespos hechos a su anfitrión, el gobernador Alan Jara, que los había invitado a un parrando llanero y quien fue objeto de ese desplante. Pero no empañó el resultado de la cumbre, aunque sí le mereció al vicepresidente una dura reprimenda por parte del presidente.

Sin embargo, el vicepresidente demostró su poder. No cualquiera levanta a 12 de 21 gobernadores estando presente el propio jefe de Estado…

Le aclaro que la visita a Villavicencio del vicepresidente no coincidió con la del jefe de Estado. Fue la víspera de la cumbre. Al presidente Santos le llegaron los ecos de lo acontecido la noche anterior. Cuando el jefe de Estado arribó al evento, todos los gobernadores estaban ahí. En cuanto a la segunda parte de su pregunta, esas cuentas las hacen quienes aspiran a un cargo. No los demás.

¿Hubo otros incidentes similares en que el presidente Santos quedó en mitad de la disputa entre ustedes dos?

Se presentó otro incidente en Barranquilla, con ocasión de una cumbre de los gobernadores del Caribe recién elegidos (17 de noviembre de 2015) para tratar la problemática de Electricaribe. El alcalde electo de esa ciudad, Álex Char, “montó” en su residencia una reunión social a la que acudieron los gobernadores invitados, que no interfirió en el evento principal. No obstante, a través de los medios se dio a entender que se trataba de una cumbre paralela, lo que no era más que una reunión de carácter social de las que acostumbra a organizar la familia Char en los momentos previos a los partidos del onceno de Colombia, en la casa de la selección. Por lo demás, el presidente Santos fue muy elogioso de mi gestión al frente de la Federación en su discurso de clausura y sólo tengo motivos de agradecimientos con él.

Su irónica respuesta implica que las reuniones de los Char (vargaslleristas uno A) siempre son de rumba, no de trabajo. Sea como sea, ¿se puede afirmar que sí montaron una federación paralela?

Eran coincidencias que dejaban mucho que pensar.

¿Por qué soportó tanto tiempo la incómoda posición en que estaba?

A esos hechos no les di trascendencia en principio y por eso no quise que fueran motivo de discordia. El día de la asamblea (en enero) sí asaltaron a los gobernadores en su buena fe, haciéndoles ver que yo no estaba interesado en continuar al frente de la dirección ejecutiva y eso hizo carrera. Esta fue la estratagema que se utilizó por parte de los interesados en mi salida del cargo.

Entonces, ¿el vicepresidente sí lo sacó de la Federación por lo que él consideraba como sus presuntos sesgos políticos?

Si algo caracterizó mi desempeño al frente de la Federación fue mi ecuanimidad a la hora de atender los requerimientos de todos los gobernadores. Simplemente, los amigos del vicepresidente montaron una coartada para propiciar mi salida. Otra parte de ella fue una carta abierta enviada por el senador Carlos Fernando Galán a la presidenta del consejo directivo de la Federación, gobernadora Dilian Francisca Toro, insinuando que había faltado transparencia en la contratación de la plataforma integral (digital) con la empresa Thomas Greg, que les sirvió de cortina de humo para ocultar sus proditorios propósitos con el fin de que se atribuyera mi salida a irregularidades en mi desempeño y no a las presiones ejercidas por ellos.

¿Por qué cree que la carta del senador Galán hacía parte de una especie de conjura?

Llamó poderosamente la atención que en esa carta, fechada la víspera del evento con todos los gobernadores, el senador Galán dijera así: “La asamblea de la Federación Nacional de Departamentos, que se realizará mañana y en la que se elegirá la nueva junta directiva y al nuevo director ejecutivo, es el escenario idóneo para que dichos interrogantes sean absueltos”. Llama la atención, porque la dirección de la Federación no estaba en juego en esa asamblea, no era parte de la agenda y por ello no se contemplaba en el orden del día. ¿Resultó adivino?

Ciertamente, al final de su gestión hubo unas insinuaciones sobre su presunta falta de transparencia en contrataciones. ¿Cuántas investigaciones le han abierto?

Ni una. La contratación con la firma Thomas Greg se había hecho cuatro meses atrás y nadie dijo nada entonces. Además, fue una decisión del consejo directivo en pleno y no sólo de la dirección ejecutiva.

De esta historia que parece baladí, pero no lo es porque esta será la Federación que incidirá en las elecciones de 2018, ¿se puede concluir que la gran mayoría de gobernadores, hoy guiados por Olano, apoyará la candidatura del actual vicepresidente?

Hasta donde sé, el doctor Plinio Olano milita en las filas del Partido de la U, además de ser amigo del presidente. Me resisto a creer que él vaya a poner la Federación al servicio de una candidatura.

* * *

“Hoy la Federación es respetable”

En un autoanálisis de su gestión, ¿diga por qué usted merecía continuar al frente de la Federación?

Mi permanencia en la dirección de la Federación, como quedó demostrado el pasado 27 de enero, no era cuestión de merecimientos, sino de la realidad política, que es tozuda. Pero podría resumir mi gestión en los siguientes términos: cuando asumí esa dirección, la Federación pasaba por su peor momento: desprestigiada, invisibilizada e irrelevante en el concierto nacional. Gracias al apoyo que recibí de los gobernadores que terminaron su período en 2015, de quienes asumieron el mando en 2016, de la colaboración del Gobierno Nacional y de mi equipo de trabajo, pude posicionar a la Federación, de nuevo, en el lugar de privilegio en que la dejé al momento de retirarme. Su respetabilidad, prestigio y reputación recuperados son mi principal legado. Como lo dije en mi carta de renuncia ante los gobernadores, “trabajé cada uno de los 365 días del primer año de gestión de ustedes y el último de sus antecesores como si fuera a ser el último que iba a estar al frente de esta responsabilidad…”. Al final de la asamblea, en forma unánime, se me hizo un sentido reconocimiento por parte de todos ellos. Eso me llenó de satisfacción.

La contraparte del exdirector Acosta

En contraste con las afirmaciones del exdirector de la Federación de Departamentos Amylkar Acosta, en el sentido de que la hostilidad de Germán Vargas Lleras con él se debió a que Acosta se opuso al interés de la esposa del vicepresidente, Luz María Zapata (exdirectora ejecutiva de la Asociación Colombiana de la Industria de Licores), de introducir unos artículos que favorecían las bebidas alcohólicas importadas en disminución de impuestos, la señora de Vargas Lleras aseguró que su propuesta en dicho proyecto de ley, tramitado a comienzos de 2015, hubiera sido beneficiosa para la industria nacional, porque habría incidido en una mejor situación tributaria, al día de hoy, puesto que planteaba un equilibrio progresivo de las cargas impositivas entre todas las bebidas con algún grado de alcohol. Dijo, además, que su planteamiento era necesario porque había que cumplir con los compromisos adquiridos por Colombia en los tratados de libre comercio. Por su parte, el senador Carlos Fernando Galán, de Cambio Radical, que adujo dudas en un contrato firmado por el exdirector Acosta con la firma Thomas Greg para el suministro de datos en línea requeridos por los departamentos, aseguró que falta investigar por qué ese contrato se hizo de manera directa y no mediante licitación, como lo indica la transparencia administrativa.

Por Cecilia Orozco Tascón

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