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"La paz es la victoria": Santos

Ante la polarización política por rumores de acercamientos con las Farc, el presidente del Congreso, Roy Barreras, le recordó al expresidente Uribe sus intentos de conversar con grupos guerrilleros en el exterior.

Redacción Política
22 de agosto de 2012 - 02:01 a. m.
"La paz es la victoria": Santos

El rumor crece como espuma y ahora es el expresidente Álvaro Uribe quien le pide al presidente Juan Manuel Santos que le diga de frente al país si es verdad o no que se están realizando acercamientos con las Farc en Cuba. Por ahora, sólo dos funcionarios del Gobierno han hablado del asunto: la canciller María Ángela Holguín, para decir que no tiene ningún conocimiento y que eso es algo que sólo maneja el primer mandatario, y el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, para enfatizar que ningún general activo de la Fuerza Pública está autorizado para dialogar con la guerrilla y que ese tipo de información es falsa, tendenciosa y malintencionada, pidiendo de paso respeto por la disciplina y la unidad de las tropas.

De cualquier manera, el tema sigue dando vueltas y mientras hay quienes ven señales positivas en ese sentido por parte del gobierno Santos, desde el mismo momento en que se aprobó en el Congreso el proyecto denominado del Marco legal para la paz, otros —como el mismo Uribe— creen que se trata de muestras de debilidad ante una guerrilla “en proceso de recuperación de su capacidad criminal” y que la única negociación posible debería ser la del sometimiento a la justicia, haciendo prevalecer la política de seguridad democrática, sin debilitar la confianza de las Fuerzas Militares.

Por ahora, el jefe de Estado mantiene su hermetismo y discreción aunque, eso sí, no desaprovecha oportunidad para decir que las llaves de la paz siguen en su bolsillo, que no las ha echado al mar y que sólo las sacará cuando vea verdadera voluntad de las Farc de querer conciliar. “Que no se equivoquen, la paz es la victoria”, dijo este martes en la base militar de Tolemaida, en la incorporación de su hijo Esteban a las filas del Ejército. Una respuesta que encuadra dentro del discurso que ha mantenido desde que asumió la Presidencia, en el que siempre ha dicho que no se descarta la opción de la paz negociada, sin ceder en la presión militar.

Aún así, las versiones de que ya se ha dado más de un paso con miras a abonar el terreno para unas eventuales conversaciones persisten. Tal y como lo reveló El Espectador en su edición del domingo 29 de julio, detrás de esas sigilosas labores estarían el alto consejero para la seguridad Sergio Jaramillo y el ministro de Ambiente, Frank Pearl. Además, el nombre de Joaquín Villalobos, exguerrillero del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional que intentó llegar al poder por la vía de las armas en El Salvador, en los años 80, y quien después fue protagonista de las negociaciones de paz que pusieron fin al conflicto armado en su país, sería también clave.

Por lo pronto, en reciente entrevista para Semana, Pearl negó ser el hombre de la paz e insistió en que de ese tema sólo habla el presidente. Sin embargo, bien es conocido su papel cuando fue comisionado de Paz al final del gobierno Uribe. Según documentos filtrados —publicados por Wikileaks— el 5 de enero de 2010, Frank Pearl le confió al entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, que había desarrollado “canales de comunicación” con las Farc para “generar un clima de confianza y preparar unas hojas de ruta” que conduzcan al final de la violencia. Con un punto clave: consciente de que no había tiempo para negociar, esperaba que las gestiones le sirvieran al próximo gobierno, es decir, al de Juan Manuel Santos.

Un tire y afloje en el que el país político se polariza. Por ejemplo, para el presidente del Senado, Roy Barreras, ojalá sea cierto lo de los diálogos. “No entiendo mucho la preocupación del expresidente Uribe, cuando en 2009 intentó hacer lo mismo con el apoyo del gobierno de Brasil y en 2010 dialogando con el Eln en Cuba. Ojalá Santos encuentre las condiciones para iniciar diálogos. Él no es ingenuo y sabrá encontrar el momento para poder iniciarlos de forma oficial”, expresó. Para Barreras, a nadie debería sorprender que unos primeros acercamientos se hagan con prudencia.

Pero la verdad es que —además de Uribe— sí hay más de uno sorprendido y hasta molesto con la posibilidad de que el Gobierno esté apostando, en secreto, a hablar con las Farc. Incluso, el vocero del Partido Conservador, senador José Darío Salazar, advirtió que ello podría implicar el rompimiento de la Unidad Nacional, pilar del que se sostiene el mandato Santos. “El Marco legal para la paz no se ha activado”, dijo Salazar, quien además enfatizó que si cuando el Ejecutivo presente las leyes que deberán reglamentar dicho acto legislativo se abre la puerta de la negociación con la guerrilla, los azules se harían a un lado.

Tremendo embrollo si se tiene en cuenta que para eso fue que el Congreso aprobó el dichoso Marco, para que exista el escenario jurídico necesario en caso de que existan las condiciones de sentarse en una mesa a negociar. La norma establece que esa decisión es exclusiva del jefe de Estado y, por el momento, no se conoce de proyectos del Ejecutivo para reglamentarlo. Y en la actual coyuntura vuelve a tomar fuerza también otra versión conocida por este diario desde finales de marzo pasado, sobre una agencia de comunicaciones que estaría asesorando al Gobierno para diseñar una estrategia encaminada a ambientar un proceso de reconciliación entre todos los colombianos.

En ese entonces se supo que el objetivo es crear en la sociedad la idea de que el país no puede seguir desangrándose en una guerra inútil y atroz, y que tenemos que parar ya el conflicto. Asimismo, se dijo que el Gobierno sabía que la ciudadanía está muy polarizada y que hablar de diálogos con las Farc es algo que genera rechazo. De allí el mensaje por la reconciliación, buscando así crear conciencia de que no podemos seguir por la misma ruta de violencia que llevamos hace más de 50 años. Y una cosa clara: la guerrilla definitivamente tendría que dar muestras de que está dispuesta a cambiar su agenda de guerra y que quiere dar el paso hacia un movimiento político.

Mientras tanto, cada quien se alinea a lado y lado. El senador Juan Carlos Vélez —de la U y uribista ‘purasangre’— le cree al expresidente cuando se refiere a conversaciones secretas en Cuba: “Para mí es algo cierto (...) dicen que en la visita del presidente Santos a La Habana, donde fue supuestamente a visitar al presidente Chávez, se reunió con algunos representantes de las Farc”. Vélez le exigió al Gobierno decir de una vez por todas si está en ese camino: “Nosotros ya nos dimos cuenta de que hay negociaciones. Lo único que queremos es que el presidente lo diga tranquilamente y, cuando lo diga, que explique en qué términos lo está haciendo. Que no nos digan mentiras, que ponga la cara”.

Otro militante de la U, el presidente de la Cámara de Representantes, Augusto Posada, considera por su parte que hay que respetar la figura del presidente, quien por mandato constitucional debe buscar la paz: “Yo en esto estoy de acuerdo y si el presidente Santos está buscando espacios, que lo haga. No tengo el menor conocimiento de que eso se esté llevando a cabo, pero de ser así, respaldaría al presidente porque ese es un mandato constitucional. Ahora, también lo he dicho públicamente, las Farc no han entregado una señal clara de que quieren la paz y hoy no se ven condiciones para una negociación. Pero la discrecionalidad del presidente la debemos respetar”.

Los liberales, mientras tanto, dicen que se la juegan por la paz y el director del Partido, el representante Simón Gaviria, reconoció que en la reciente reunión de la bancada con el jefe de Estado le dijeron que era el momento de comenzar a hablar de una salida negociada al conflicto. Los Verdes, a través de su presidente Lucho Garzón, también dicen estar del lado de Santos en su supuesta apuesta por buscar acercamientos. Y el Polo Democrático, única colectividad de oposición, cree que “así sea en Marte, todo esfuerzo en ese sentido es válido”, según dijo el senador Camilo Romero.

Por Redacción Política

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