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La personería del municipio de Tibú, Norte de Santander, entregó un informe sobre el seguimiento a los hechos que se presentan en la zona desde el pasado 9 de febrero y que han ocasionado el desplazamiento masivo de pobladores hacia otras regiones e incluso hacia zonas fronterizas con Venezuela. "El día 9 de febrero, la Personería tuvo conocimiento sobre la presunta incursión de hombres armados quienes se habrían identificado como un grupo armado posdesmovilización, específicamente en el sector las Timbas y la vereda el 40 del corregimiento de La Gabarra. Estos hechos generaron temor y zozobra en la población generando de inmediato riesgo de desplazamiento de las comunidades. Estos hechos acontecieron en el marco de la movilización de guerrilleros del Frente 33 de las FARC-EP, pre agrupados en el punto temporal Caño Tomás, hacia la zona veredal transitoria de normalización (ZVTN) Caño Indio", señala el documento contextualizando las denuncias de los pobladores.
Los campesinos solicitaron que se realizará una comisión de verificación en la vereda LasTimbas con la participación de la Personeria municipal de Tibú como representante de la Asociación de Personeros del Catatumbo, la Diócesis de Tibú y la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Allí obtuvieron declaraciones de dos personas de la vereda que aseguraron haber tenido contacto con hombres armados que se presentaron como integrantes de las Águilas Negras, y que manifestaron su intención de controlar la zona que habían dejado las Farc.
"A mí me pidieron ese mismo día almuerzo me dijeron que tenían unos días de estar ahí y ya no tenían que comer y se estaban muriendo de hambre, yo me los encontré porque me fui solo a verificar luego fue que fuimos todos. Llegamos y los saludamos le preguntamos que quienes eran porque estamos asustados. Se paró un señor negro alto y se dirigió a nosotros y nos dijo: que se habían ido unos (FARC-EP) pero llegamos nosotros los PARACOS, y el que no caminara con ellos se morían y que no querían ver más civiles acá preguntando porque no iban a responder. Que iban a reunir a toda la comunidad y sino ellos mismos iban de finca en finca avisando que estaban en la zona. El viernes en la mañana 10 de febrero llegaron a la escuela de las timbas y se acercaron a una casa y uno por detrás de la cocina miro y me hizo señas de que me callara. Y me pregunto que donde vivía un vecino y conteste que no sabía nada”, dijo uno de los campesinos en el testimonio reseñado por el informe de la personería.
La comisión también se trasladó a La Cooperativa (municipio de Convención, comunidad Barí), donde igualmente había temor en la comunidad por presunta aparición de hombres armados. Incluso, de acuerdo con la personería, la comunidad indígena Barí confirmó que en la zona se había registrado la presencia de hombres armados que -vistiendo pantalón camuflado y camisas negras y verdes de manga larga- se han identificando como miembros de las Águilas Negras.
Las denuncias, en ambos casos, ocasionaron que algunas familias decidieran salir de sus fincas por temor y se desplazaran hacia otras zonas. "Los pobladores de la vereda La Cooperativa manifiestan el temor porque desde el día 09 de febrero están llegando familias desplazadas, de la vereda Bellavista y caño tomas a su comunidad, de las cuales han manifestado que llegaron hasta ahí por la presencia de un grupo armado en la zona, que se han denominado paramilitares y que por temor decidieron salir de sus viviendas, debido a que ellos no quieren revivir lo que paso en el año 1999, con la incursión paramilitar en el corregimiento de La Gabarra y sus alrededores. Advierten que la mayoría de las familias que están saliendo por temor, se están desplazando hacia Venezuela debido a que la frontera esta relativamente cerca", detalla el documento.
Con las denuncias hechas, la personería municipal de Tibú hizo un llamado a las autoridades municipales, departamentales y nacional es para que se adopten acciones urgentes con el fin de proteger los derechos de los habitantes de las veredas y de las comunidades indígenas y se activen los mecanismos de coordinación con las autoridades de Venezuela para atender los desplazados provenientes de los municipios nortesantandereanos.
"De forma particular, y considerando las condiciones de aislamiento y dificultades de acceso de las veredas y comunidades indígenas relacionadas, es necesario reiterar que las medidas desplegadas en el terreno no se pueden reducir a la intervención de la Fuerza Pública, sino que deben atender a la garantía efectiva de los derechos humanos de las comunidades, con plena observancia de las normas del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos", concluye el informe.