En medio de la pugna entre el presidente Juan Manuel Santos y el procurador Alejandro Ordóñez Maldonado por la instalación de la policía rural al concluir el proceso de paz con las Farc, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, salió en defensa de que los eventuales desmovilizados puedan ser parte de esa gendarmería en el sector rural.
Dijo que la propuesta aunque discutible para muchos sectores de derecha, es una iniciativa certera y coherente.
Según él, muchos de esos quienes tienen vocación militar y son del campo, de no estar en un proceso de reinserción posiblemente a través de esa policía rural, podrían quedar ad portas de estar en otros sectores y campos delincuenciales.
“Hay gente que tiene exclusivamente una vocación militar en el mundo rural pero la ejercido con la insurgencia…esa gente perfectamente puede convertirse en ejército privado del narcotráfico si esa vocación no es atendida”, señaló.
Por eso, a juicio de Petro, el Estado debe utilizar a esos eventuales desmovilizados en pro y beneficio de los sectores de la legalidad.