Plebiscito, debate anticipado

Santos dijo ayer en Cali que la Ley del Plebiscito autoriza a los servidores públicos a hacer campaña por la paz. / SIG

Oficialmente, la campaña del plebiscito por la paz sólo debe comenzar cuando el presidente Juan Manuel Santos decida convocar a las urnas a los colombianos para que refrenden el acuerdo entre el Gobierno y las Farc. Y según se desprende de lo anunciado la semana pasada desde La Habana, a pesar de que en el Congreso avanza el Acto Legislativo por la Paz que busca elevar a la categoría de Acuerdo Especial el Acuerdo Final que se suscriba, dicho plebiscito es precisamente el primer paso a dar una vez se firme el fin del conflicto armado. Encima, la Corte Constitucional estudia todavía si esa debe ser la fórmula para refrendar lo pactado.

O sea, faltan muchas cosas por definir. Pero aún así, la campaña se precipitó por cuenta de la cruzada nacional que han emprendido quienes están a favor y en contra de los términos de la actual negociación en Cuba. De hecho, el mismo plebiscito desató un nuevo espacio de confrontación pública entre el jefe de Estado y el procurador Alejandro Ordóñez. Como se sabe, la viceprocuradora Martha Isabel Castañeda amenazó con sancionar disciplinariamente a los funcionarios públicos que participen en la promoción de dicho mecanismo y de los acuerdos de paz y el propio Ordóñez dijo que “es mentira que el pueblo tenga la última palabra de lo acordado en La Habana”.

Y Santos le respondió con vehemencia. “El procurador no está por encima de la ley, la ley del plebiscito dice expresamente y autoriza a todos los funcionarios, a nivel nacional, departamental y municipal, a participar de la campaña por la paz. De manera, procurador, que usted no les va a prohibir a los servidores públicos hablar de paz, ni va a pasar por encima de la ley”, enfatizó el mandatario durante la posesión de la nueva directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, en Cali.

Al margen de esta discrepancia, los partidos de la U, Liberal y Alianza Verde iniciaron ya la promoción de la refrendación favorable del proceso de paz, sin que aún esté firmado el acuerdo definitivo en Cuba e incluso la guerrilla haya aceptado el plebiscito. Los de la U, por ejemplo, en varias reuniones con el presidente Santos se han comprometido a buscar al menos tres millones de votos a favor del sí.

Por su parte, en el Partido Liberal lanzaron en las últimas horas una audaz propuesta encaminada a salvar a toda costa el mecanismo. “Proponemos que los jóvenes entre los 14 y los 18 años puedan votar el plebiscito para que ellos ratifiquen la voluntad de quienes sí soñamos con la paz. No se contabilizará el voto, pero sí es una manera de legitimar y consolidar resultados de mayorías a favor de la paz”, explicó el representante Fabio Amín, copresidente de esa colectividad.

Una idea que ha sido bien vista por el Gobierno. El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró que así sea de manera simbólica, es conveniente que los jóvenes, que son el futuro del país, expresen su voluntad de reconciliación: “Solamente se hace para que ellos puedan expresarse a favor de la paz y sientan que participan en la construcción de una Colombia en paz”, indicó.

Desde la Alianza Verde, sin estar en la Unidad Nacional pero sí en la llamada Coalición por la Paz, han iniciado la campaña a favor, entendida como un propósito nacional que está por encima de cualquier consideración partidista. “Vamos a constituir comités municipales por el sí a la paz. Nuestra campaña desde ahora es activa para que los colombianos se expresen mayoritariamente a favor en el momento de ser convocados a las urnas”, dijo Antonio Sanguino, presidente de los verdes.

Desde la otra orilla es el expresidente y hoy senador del Centro Democrático Álvaro Uribe Vélez quien lidera una “resistencia civil” para oponerse a los términos de la actual negociación y al mismo plebiscito. Sin embargo, formalmente esta oposición sólo comenzará el próximo 4 de junio, cuando se publique un documento que resume aquello que, considera el uribismo, no puede aceptarse del acuerdo con las Farc.

Incluso, en recientes declaraciones, el exmandatario ha dicho que “sería una fortuna” si el Gobierno no gana el plebiscito, pues sería la oportunidad para replantear lo hecho en La Habana y cambiar las condiciones del acuerdo para que no sea un acuerdo de impunidad. “El presidente Santos ha dicho que quienes voten el sí quieren la paz y quienes voten el no quieren la guerra. Muchos colombianos quisieran decir sí a la paz, pero no a la impunidad, y no van a dar esa oportunidad porque será una sola pregunta”, concluyó Uribe.