Publicidad

¿Es posible una alianza entre Uribe y Pastrana?

Se dice que el objetivo es tener un candidato presidencial que enfrente a Juan Manuel Santos en caso de que busque la reelección.

El Espectador
02 de abril de 2013 - 11:08 p. m.
Los expresidentes Andrés Pastrana y  Álvaro Uribe han sido aliados y también rivales políticos. / Archivo - El Espectador
Los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe han sido aliados y también rivales políticos. / Archivo - El Espectador

La tesis la esgrimen el exembajador Gabriel Silva y el exgobernador Horacio Serpa: que las críticas en que coinciden los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana contra el proceso de paz que adelanta el gobierno de Juan Manuel Santos con las Farc, en La Habana, apuntan a consolidar una coalición en torno a un candidato que le pelee el próximo año al primer mandatario la posibilidad de su reelección. Incluso, Silva se atreve a hablar con nombre propio: “¿Será que el apasionado romance entre Pastrana y Uribe traerá al mundo un verdadero candidato para el Puro Centro Democrático, como por ejemplo Luis Alberto Moreno?”.

Por su parte, Serpa cree que el tema de la paz ha sido muy polémico, Uribe siempre ha estado en contra de la iniciativa y ahora se le suma Pastrana, lo que indicaría que “están buscando una coalición para enfrentar a Santos en una eventual reelección. Se está cantando la alianza que ya se hizo una vez cuando Uribe era candidato”. Alianza que —como se sabe— se rompió en julio de 2006, cuando Pastrana, que había sido nombrado por Uribe como embajador en Washington, renunció tras la designación de Ernesto Samper en la Embajada de Francia, algo que finalmente no se dio.

Siendo diplomático, Pastrana llegó a decir que si Uribe tomaba la decisión de apostar por la paz, “todos los colombianos lo apoyarán y yo no dudaré en hacerlo”. Pero luego, ya por fuera de la embajada y cuando el entonces primer mandatario se dio a la tarea de buscar una segunda reelección para quedarse cuatro años más en el poder, Pastrana asumió una postura severamente crítica. Dijo, por ejemplo, que la primera reelección en el Congreso se había hecho con “compra de conciencias”, que “Uribe nunca le había dado oportunidad a la paz”, que en Ralito “se negoció con el cartel de Medellín” y que “la herencia de su gobierno fueron las bacrim”.

Hoy aparecen en la misma orilla con sus críticas al proceso de paz de La Habana y se rumora sobre acercamientos con intereses electorales. Y, como lo dice el senador conservador Eduardo Enríquez Maya, todo es posible, pues al fin y al cabo “la política es el arte de lo imprevisto”. Además, para el congresista, el nombre de Luis Alberto Moreno “siempre ha estado en el sonajero, pero él nunca ha dicho que sí”. Los conservadores han dicho que están empeñados en ser alternativa de poder en 2014 con candidato propio, y hay quienes ven en la posible coalición entre Uribe y Pastrana la apertura de esa puerta.

Incluso, en las huestes azules se ha hablado de hacer coalición con el Centro Democrático (el movimiento de Uribe) para las elecciones al Congreso, y muchos reconocen que las bases del partido siguen siendo uribistas. Sin embargo hay otros que siguen viendo al expresidente Pastrana muy lejano a la colectividad. De hecho, el exmandatario llegó a decir que el Partido Conservador se había “uribizado” por puestos burocráticos: “Hay quienes creemos que el partido debe mantener su identidad y el carácter digno y autónomo. Tras 160 años de historia, no podemos ser apéndice de un incipiente movimiento personalista”, le manifestó a El Espectador en febrero de 2011.

Pero “en política, cosas extrañas se ven. El Partido Conservador acaba de desautorizar a Andrés Pastrana. Hemos visto hasta al senador Robledo sentado con gente cercana a Uribe. Nada raro sería una alianza Pastrana-Uribe. En política todo puede pasar”, advierte el presidente de la Cámara de Representantes, Augusto Posada. Y Armando Benedetti, senador del Partido de la U, considera válido que Uribe y Pastrana unan fuerzas —si así lo quieren—, pues ello “ayuda a revisar lo bueno y lo malo, las verdades y las mentiras de los gobiernos anteriores” y “le da al pueblo la posibilidad de decidir con debates hechos de frente”.

Hasta ahora todo es pura especulación. Ayer, el presidente Juan Manuel Santos dejó de lado su “mantra” de no pelear con Uribe y, sin nombrarlo, se refirió a sus críticas por el supuesto retroceso en seguridad: “Hay quienes hacen eco a los que están diciendo que la inseguridad está creciendo, entonces se visibiliza más la inseguridad que siempre ha existido (...) los que están criticando y exagerando muchas veces actos delincuenciales están haciendo un tremendo daño y un gran favor a los delincuentes”.

De paso, en acto de condecoración del nuncio apostólico, monseñor Aldo Cavalli, el mandatario recordó las palabras del papa Francisco en su primera homilía como pontífice, las cuales bien pueden sonar a indirectas para sus antecesores: “El odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Qué simple y qué maravillosa lección, y cómo nos falta asimilarla y ponerla en práctica en nuestro país. Si dejamos atrás el odio, la envidia, la soberbia, y trabajamos unidos en la construcción de un país más justo, moderno y seguro, tenemos buenas razones para confiar en el futuro”. Al que le caiga el guante...

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar