La eliminación de la reelección presidencial, punto incluido en el proyecto de reequilibrio de poderes presentado por el Gobierno, dio su primer paso en el Congreso de la República al ser aprobada en la Comisión Primera del Senado, donde tres de los parlamentarios uribistas —Paloma Valencia, Alfredo Rangel y Jaime Amín— pagaron la ‘primiparada’, se confundieron y votaron a favor, a pesar de que el uribismo ha defendido dicha figura.
La norma, aprobada por 13 votos contra 3, contempla que no se podrá lanzar a la Presidencia quien un año antes de la elección “haya tenido la investidura de vicepresidente o se haya desempeñado como ministro, director de departamento administrativo, magistrado de cualquiera de las cortes o del tribunal de aforados, o del Consejo Nacional Electoral (CNE)”.
Asimismo, entrarían en esta causal el procurador, el fiscal general, el defensor del Pueblo, el contralor, el registrador nacional, los comandantes de las Fuerzas Militares, el director general de la Policía, gobernador de departamento o alcalde. Además, se eliminó la reelección del registrador y de los magistrados del CNE.
Durante la votación de un primer bloque de artículos de la reforma fueron presentadas cerca de 120 proposiciones y el primer punto aprobado es el que castiga con ‘silla vacía’ a los partidos que hayan avalado a personas que incurran en delitos de corrupción, con una novedad: el partido que sea sancionado perderá no sólo la curul, sino también los votos, dándole el cupo a la siguiente lista en número de sufragios obtenidos en la elección.
El Polo Democrático propuso bajar el umbral electoral al 2%, pero fue derrotado y se mantuvo en 3%. Otros puntos aprobados en esta primera jornada de discusión y votación del reequilibrio de poderes son el que castiga con responsabilidad legal a los presidentes de los partidos que avalen a quienes resulten involucrados en delitos de narcotráfico, en contra de la administración pública o en relación con grupos ilegales.