Publicidad

Proceso de paz: avances sin acuerdo

Las Farc y el Gobierno siguen buscando acuerdo en el problema de las drogas, solución que está relacionada con lo acordado en desarrollo agrario.

Redacción Política
12 de abril de 2014 - 12:10 p. m.
‘Iván Márquez’, jefe negociador de las Farc, y ‘Jesús Sántrich’, plenipotenciario de la guerrilla en La Habana.  / EFE
‘Iván Márquez’, jefe negociador de las Farc, y ‘Jesús Sántrich’, plenipotenciario de la guerrilla en La Habana. / EFE
Foto: EFE - Alejandro Ernesto

Muchas eran las expectativas que había respecto a que el ciclo 23 de diálogos entre el Gobierno y las Farc traería un nuevo acuerdo, esta vez sobre el problema de las drogas ilícitas, sin embargo, la ronda terminó sin acuerdo. Aun así las delegaciones de paz emitieron un comunicado conjunto, en el que sostuvieron que durante estos días de trabajo en La Habana (Cuba) se avanzó “en las discusiones y la construcción de acuerdos en los tres subpuntos relacionados con el tema ‘Solución al problema de las drogas ilícitas’, tercero en discusión de la agenda”.

Dicho comunicado dejó claro que la solución al problema de las drogas ilícitas está estrechamente relacionado con los acuerdos logrados alrededor de una reforma rural integral y que la salida al fenómeno “debe construirse de manera conjunta involucrando a las comunidades en el diseño, ejecución, seguimiento, control y evaluación de los planes”, refiere el documento oficial firmado por los equipos negociadores de amabas partes.

Al final, el documento hace un nuevo llamado para que los colombianos envíen sus propuestas mediante los medios dispuestos para ello y agradece, una vez más, el apoyo de los países garantes y acompañantes del proceso de paz: Venezuela, Noruega, Cuba y Chile. De igual forma se reveló que el próximo ciclo de diálogos se iniciará el jueves 24 de abril.

De otra parte, la delegación de las Farc, en su acostumbrada rueda de prensa, insistió en la necesidad de impulsar una “Comisión de esclarecimiento del origen de la violencia y sus responsables” para poder abordar el punto de las víctimas, quinto en la agenda de diálogos. La guerrilla afirma que el trabajo realizado por el Grupo de Memoria Histórica “no mira el contexto ni analiza antecedentes; ignora la etiología, el estudio de las causas de lo sucedido durante setenta o más años de conflicto”.

Para el grupo insurgente, los informes de Memoria Histórica han dejado por fuera los relatos de las víctimas del Estado y ha concentrado su atención en los grupos armados ilegales, como “únicos victimarios”. “No se puede presumir que las Farc y el Eln sean los causantes de un conflicto interno que se inicia antes de su misma creación. Sería fraudulento afirmar que sobre esa insurgencia recae la responsabilidad de conductas y episodios violentos e inhumanos provocados por el mismo Estado y sus agentes oficiales y paraoficiales”, escriben en su comunicado.

De igual forma, los delegados de la guerrilla en la mesa de diálogo expresaron que “debemos hacer hasta lo imposible para terminar esta confrontación política y social de décadas alimentada por la exclusión y la injusticia”, para lo cual sostuvieron que se requieren cambios estructurales en lo político, económico y social. “Ha llegado la hora de las reformas institucionales que establezcan las bases más sólidas para la edificación de la paz que anhelamos”, se lee en el documento.

De esta menara, la delegación de paz de la Farc en Cuba insistió en la necesidad de reformular la estrategia de seguridad nacional, eliminando de ella el concepto de “enemigo interno”. Asimismo, reafirmó su intención de que se promueva una asamblea nacional constituyente, una profunda reforma al sistema electoral, una reforma a la justicia, una nueva política económica y unas nuevas Fuerzas Armadas, y agrega el comunicado: “Un país para todos, que despierte el orgullo de pertenecer a una nación soberana, verdaderamente democrática y justa”.

Finalmente, los jefes insurgentes hicieron un llamado para que se asuma un “compromiso con la paz” que consiste en “impulsarla con actitudes y hechos ciertos de cambios profundos que permitan la reconciliación, sin actuar como perdonavidas, que es lo que en el presente ocurre, mientras cuando se habla de avances en un proceso de diálogo se incumple en los compromisos concretos con el pueblo y se insinúan vanas e innecesarias amenazas hacia la contraparte”.

Por Redacción Política

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar