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Cuestionar las políticas del Gobierno de turno, prometer mejorar el caos que, con el sol a sus espaldas, está dejando el mandatario saliente y mejorar la calidad de vida de los más oprimidos son las posturas más frecuentes que suelen usar quienes aspiran a convertirse en el próximo gobernante de su nación.
Por eso, en el caso de Colombia, hacer evidentes los errores del presidente Juan Manuel Santos, y criticar sus más importantes políticas se aproxima a convertirse en una tarea de todos los días. Así ha sido con el proceso de paz que adelantó el Gobierno con las Farc y, en otros asuntos, con la reforma tributaria que comenzó a regir este año.
Se acercan las elecciones presidenciales del 2018 y cada quien va sacando sus tácticas para recaudar suficiente caudal electoral y, en ese sentido, lo que antes parecía una buena noticia para Colombia hoy es considerada una amenaza para los ciudadanos.
Por ejemplo, los dividendos de lo pactado con la guerrilla se hacen cada vez menos evidentes .Esas son, al menos, las críticas que han hecho diferentes sectores, empezando por el propio Centro Democrático que nunca estuvo del lado de la principal bandera de Santos. Y así, han prometido que si ganan las elecciones el año entrante, modificarán gran parte de lo refrendado en el Congreso.
Ante esas circunstancias, el presidente Juan Manuel Santos salió a responder y a cuestionar los presuntos intereses políticos que estarían detrás de tales críticas. “Algunos están sembrando el miedo, el terror. Quieren hacerles creer a los colombianos que vamos mal, que el país va mal porque quieren sacar de eso dividendos políticos. Pero es nuestro deber como gobierno, como dirigentes, señalar lo que va bien”, advirtió el jefe de Estado este sábado, al recordar que, en las últimas horas, el propio Fondo Monetario Internacional señaló que la paz y la reforma tributaria “apuntalarán” el crecimiento de Colombia.
En ese sentido, señaló que su intención no es gobernar para las encuestas, sino para la historia, al no desconocer que el porcentaje de favorabilidad que despierta en los colombianos apenas supera unos números sobre el 30%. Y concluyó que “Hay quienes no quieren que esta nave llegue al puerto de destino y quieren descarrilar esta paz que es tan necesaria, pero nosotros perseveraremos”.