Reunión Uribe, Pastrana y Trump: ¿Traición a la patria?

El encuentro entre los expresidentes Uribe y Pastrana se habría dado el viernes santo. / Archivo

A raíz de la reunión que sostuvieron los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, algunos críticos han salido a comparar el encuentro con el caso de la exsenadora Piedad Córdoba. Esto, dado que en el 2010 la Procuraduría de Alejandro Ordóñez le abrió pliego de cargos a la integrante de Marcha Patriótica por supuestamente extralimitarse en sus funciones y le adjudicó varias faltas disciplinarias, entre ellas, “usar la ayuda de gobiernos de otros países para buscar un nuevo gobierno en Colombia”.

Las voces que cuestionan la reunión del viernes santo han afirmado que esa actitud es similar a la de ambos exdirigentes políticos y se ha hablado, incluso, de que ambos expresidentes estarían incursos en delitos relacionados con traición a la patria, establecidos en el Código Penal colombiano. Por eso, el exprocurador Ordóñez se vio obligado a responder tales señalamientos, además de defender el encuentro que habría tenido el fin de advertir al Gobierno norteamericano sobre las supuestas similitudes entre Colombia y el régimen venezolano.

“No son hechos que se puedan equiparar. Pastrana, Uribe y Trump se reunieron en contexto de plena legalidad. Lo mismo sucede con la comunicación del Dr. Uribe”, explicó el exjefe del Ministerio Público, afirmando que la decisión sancionatoria que tomó en contra la excongresista cuando estaba encabezando ese ente de control fue con base en hechos comprobados. “La Procuraduría sancionó comprobados vínculos con las Farc”, dijo Ordóñez.

A su vez, afirmó que la exsenadora brindó asesoría en la búsqueda de “rentabilidad política y mediática con el flagelo del secuestro”, dijo el exprocurador en un comunicado. Sin embargo, recordó que Córdoba fue absuelta por los cargos relacionados con traición a la patria.

Lo que ha trascendido a propósito del encuentro entre Pastrana, Uribe y Trump es que se habría tratado de un encuentro casual, no planificado en la agenda oficial del presidente nortemaericano.