A dos días de que la Fiscalía le impute cargos por supuestas irregularidades en el arriendo de la nueva sede de la Contraloría, Sandra Morelli anunció su salida del país y dijo que no regresará hasta tanto considere que se está dando respeto a sus garantías procesales y a sus derechos fundamentales y a los de su hijo menor de edad. La contralora saliente agregó que no planea evadir la justicia. Esto pese a que en entrevista con El Espectador había asegurado que se quedaría en el país.
De hecho, el pasado 15 de agosto, al saberse de un viaje suyo a los Estados Unidos, sostuvo que pretende “desmontar la falacia que la Fiscalía viene articulando de cara a desacreditarla y causarle una seria afectación en su buen nombre”. Sin embargo, en un reciente comunicado, Morelli expuso: “tal como lo he sostenido en las últimas fechas, considero que las investigaciones que cursan en la Fiscalía, carecen del respeto a mi derecho de defensa, debido proceso, presunción de inocencia y derecho de contradicción y están viciadas por completo de objetividad e imparcialidad”. La imputación de cargos contra Morelli estaba prevista para el pasado 28 de agosto; sin embargo, el Tribunal Superior de Bogotá aplazó la audiencia hasta el próximo 4 de septiembre, debido a que Morelli y su reemplazo, Edgardo Maya, se encontraban en empalme.
Desde el pasado 15 de agosto, la Fiscalía dio a conocer que a Morelli se le imputarán cargos por varias supuestas irregularidades en el arriendo de la nueva sede de la Contraloría, ubicada al frente del centro comercial Gran Estación, en el occidente de Bogotá. Además se solicitará que el “Tribunal Superior de Bogotá imponga una medida de aseguramiento no privativa de la libertad a la doctora Morelli. En este caso, la prohibición de salir del país”.
Morelli ha reiterado que se trata de una persecución iniciada por el fiscal general, Eduardo Montealegre, debido al caso Saludcoop. En el comunicado señaló que en una ocasión el fiscal Montealegre, “en alto grado de alicoramiento”, brindó “por la forma magistral en que venía aniquilando y opacando a la señora contralora y al procurador (Alejandro Ordóñez), sin ahorrar adjetivos soeces y altas voces de triunfo”, y que de la misma manera “se ufanaba en público de que el señor presidente (Juan Manuel Santos) le debía el triunfo de la reelección, situación que lo hacía ‘todopoderoso’”.
El agarrón entre el fiscal Montealegre y la saliente contralora los ha llevado a la Corte Suprema de Justicia, a hacerse señalamientos cruzados a través de los medios y de comunicados que van y vienen, y ahora a los estrados judiciales. ¿Cómo terminará esta novela, con uno de sus protagonistas fuera del país? Eso sin contar la pregunta que queda en el aire: ¿volverá Sandra Morelli a Colombia?