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Santos vs. Santos

Destinos cruzados de dos primos en el poder. El primero fue vicepresidente de Uribe, el segundo gobierna con opción de reelección.

Redacción Política
02 de agosto de 2013 - 10:00 p. m.
Los primos Francisco Santos y Juan Manuel Santos durante una ceremonia militar en julio de 2010.   / El Espectador
Los primos Francisco Santos y Juan Manuel Santos durante una ceremonia militar en julio de 2010. / El Espectador

“Imagínese usted este país manejado por Pacho Santos”. Esta frase del presidente Juan Manuel Santos en una entrevista con el director del canal RCN, Rodrigo Pardo, puso en evidencia una vez más el debate público que protagonizan estos dos dirigentes políticos y a la vez primos hermanos. “Yo sí imagino un país sin guerrilla y con seguridad”, contestó Francisco Santos, quien puntea las encuestas del movimiento Centro Democrático, creado para defender las ideas del expresidente Álvaro Uribe de cara a las elecciones de 2014.

Una singular disputa política sin antecedentes en la historia nacional, protagonizada además por dos periodistas con linaje presidencial y en su momento directivos del influyente diario capitalino El Tiempo. Aunque lo calificó como un enfrentamiento sin odios, transparente y honesto, Francisco Santos recalcó que nunca ha sido cercano a su primo Juan Manuel Santos. Lo cierto es que los destinos cruzados de estos dos hombres del poder político, en buena medida resumen una perspectiva particular de la cronología colombiana.

Nietos del periodista de opinión más influyente de su época, Enrique Santos Montejo y sobrinos nietos del expresidente Eduardo Santos (1938-1942), aunque se llevan diez años, su cuna de nacimiento es doblemente familiar. Sus respectivos padres, Enrique y Hernando, se casaron con dos hermanas, Clemencia y Elena Calderón. En el primer matrimonio, además de otros hijos, nació Juan Manuel Santos, el 10 de agosto de 1951. En el segundo, entre los hijos llegó Francisco Santos, nacido también en Bogotá el 14 de agosto de 1961.

En 1967, cuando Francisco Santos rondaba por la niñez, su doble primo hermano oficiaba como cadete de la Armada. Luego Juan Manuel Santos viajó para estudiar economía en la universidad de Kansas (Estados Unidos), mientras su primo ingresaba al colegio San Carlos. En 1972, Juan Manuel ingresó a la Federación Nacional de Cafeteros y durante nueve años representó al gremio ante la Organización Internacional del Café en Londres. Cuando volvió en 1981, su primo Francisco se había ido a estudiar periodismo a la universidad de Kansas.

En esas vueltas de la vida, habían fallecido el abuelo Enrique en 1971, y el tío abuelo Eduardo en 1974. Las riendas del periódico El Tiempo pasaron a manos de Enrique y Hernando, los padres de Juan Manuel y Francisco Santos. Cuando Pacho volvió de Estados Unidos hacia 1984, Juan Manuel ya oficiaba como subdirector del periódico. El primero empezó a escalar en el diario de la familia hasta llegar a ser jefe de redacción. El segundo comenzó a interesarse cada vez más por la política activa sin abandonar las lides de la comunicación.

La    Presidencia de César Gaviria y la violencia de Pablo Escobar terminó dividiendo sus caminos. Francisco Santos fue secuestrado el 19 de septiembre de 1990 y sólo recobró su libertad hasta el 20 de mayo de 1991. Ese mismo año, Juan Manuel Santos se desunió del mástil del periodismo y debutó en la política como Ministro de Comercio Exterior. Dos años después demostró su capacidad política al ser escogido en el Congreso como designado presidencial. Su primo Francisco le daba las primeras puntadas a su vida política.

Cuando concluyó la era Gaviria y se inició el tiempo Samper, cada quien encontró trinchera en su respectiva fundación. Francisco desde la fundación País Libre para denunciar el secuestro, y Juan Manuel desde la fundación Buen Gobierno para promover el diálogo. En el fondo, cada uno desde su perspectiva se sumó al debate de la época: la guerra y la paz. En 1997, los dos saltaron al protagonismo. Juan Manuel con un plan de paz que puso a Samper a hablar de conspiración y Francisco con el mandato por la paz.

Mientras Juan Manuel creía en la posibilidad de una Constituyente con guerrilla y paramilitarismo a bordo, Francisco apoyaba marchas contra el secuestro o en favor de la paz. Cuando llegó la administración Pastrana, Francisco siguió en su postura de marchas y no más secuestros, y Juan Manuel, moviendo los hilos detrás del Congreso para impedir que el Gobierno Pastrana tuviera facultades extraordinarias en materia de paz. En 2000, Francisco salió al exilio amenazado por las Farc y Juan Manuel ingresó al Gobierno como ministro.

En 2002, quedaron situados en orillas distintas. Francisco se volvió vicepresidente de Uribe, y Juan Manuel contradictor del gobierno. Se reencontraron en 2004 cuando Juan Manuel dejó el Partido Liberal y empezó a darle forma al Partido de La U y Francisco apoyó el verdadero propósito del cambio de su primo: la reelección presidencial. En 2006, Francisco repitió como vicepresidente y Juan Manuel asumió como ministro de Defensa. Ambos celebraron los duros golpes a la guerrilla del segundo gobierno de Álvaro Uribe.

También afrontaron, cada quien por su lado, la creciente de escándalos judiciales. A Juan Manuel le tocó lidiar con investigaciones en Ecuador por el bombardeo al campamento del jefe guerrillero Raúl Reyes; y a su primo Francisco por la parapolítica, señalado por el jefe paramilitar Salvatore Mancuso de haber sugerido la creación del bloque capital de las autodefensas. Con el paso de los días, ambos procesos pasaron al olvido y en las elecciones de 2010, con las banderas de Uribe, Juan Manuel Santos se hizo presidente.

Lo demás es historia conocida. Durante un año, las relaciones iban bien, pero cuando empezó a saberse de los diálogos en La Habana con las Farc, los primos dobles recobraron su debate político. Hoy están enfrentados más que nunca. Pero la coyuntura es otra. Juan Manuel Santos deshoja la margarita pensando en la reelección, y Francisco Santos espera ser el candidato por el Centro Democrático si gana su consulta interna. Entre tanto, la sociedad es testigo de cómo luchan por el poder dos primos periodistas divididos por Uribe.

Por Redacción Política

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