Desde su exilio, el comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo le envió hace algunas semanas una carta al expresidente Álvaro Uribe Vélez, en la que le pide apoyar el proceso de paz “para dejar sin argumentos a quienes pretenden dividir al país entre pacifistas y guerreristas” y agrega que “el Centro Democrático debe complementar sus críticas válidas con una propuesta para manejar la continuidad del proceso de diálogo, tendiendo puentes hacia un sector importante de la ciudadanía que de buena fe quiere la paz”.
Por este motivo Luis Carlos Restrepo sostiene en la carta conocida por este diario que “es necesario aceptar de manera pública que es mejor culminar con un acuerdo el proceso en marcha, que exponernos a una ruptura que podría desatar nuevas dinámicas de violencia”. A su juicio, ese sería el camino para poder consolidar las mayorías nacionales y poder ganar las elecciones de 2018. Sin embargo, deja claro que aunque es necesario apoyar el proceso con las Farc para que este resulte irreversible, eso no quiere decir que se deba respaldar los acuerdos de La Habana.
Es tal el convencimiento de Restrepo en su propuesta que considera un verdadero plebiscito sería ganar las elecciones de 2018 y va más allá, contempla la posibilidad de hacer modificaciones a los acuerdos ya firmados con las Farc. “es necesario advertir con claridad a quienes pacten con el actual gobierno un sistema de repartición de privilegios, que el acuerdo de paz no puede tener cláusulas pétreas (inmodificables). Si se pretende perdonar a los guerrilleros sus graves delitos por haber querido cambiar el Estado, no se puede censurar a los ciudadanos por querer cambiarlo con los instrumentos legales a su alcance”, afirma el excomisionado en la carta que le envió a Uribe.
Aunque es claro que le propone a Uribe subirse al bus de la paz, también lo es que Restrepo cree que si el Centro Democrático llega al poder podría darse un giro en el contenido de los acuerdos al señalar que “la nueva política de paz que tiene como eje vertebral recurrir al voto ciudadano para obtener el mandato que permita reorientar, de manera equilibrada y sostenible, los acuerdos que se anuncian desde La Habana. Propuesta que no es contra las Farc, sino para incluirlas como opositor dentro de la civilidad, pero sin privilegios que pongan en peligro el libre juego democrático”.
Se trata de una carta que fue enviada a mediados de febrero y que parece haber generado algún tipo de eco en el expresidente Uribe y el Centro Democrático pues pocos días después, de forma sorpresiva, el uribismo respaldó con sus votos la aprobación de la Ley de Orden Público aunque con condiciones puntuales que esperan sean acogidas por los negociadores del Gobierno y las Farc en La Habana (Cuba).