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"Si no hay consenso, se fracciona el partido": Bernardo 'Ñoño' Elías

El político costeño dice que el presidente Juan Manuel Santos no ha intervenido para que esa colectividad elija a quien presidirá el Congreso.

Camila Zuluaga
16 de julio de 2014 - 12:20 p. m.
 Bernardo ‘Ñoño’ Elías, senador del Partido de la U.  / Congreso
Bernardo ‘Ñoño’ Elías, senador del Partido de la U. / Congreso

Cuando hoy se define en el Partido de la U quién será el próximo presidente del Senado, después de varios enfrentamientos entre los candidatos, El Espectador habló con uno de los senadores más votados de esa colectividad, Bernardo Ñoño Elías, a quien le han propuesto postular su nombre para ser el encargado de imponer la banda presidencial el 7 de agosto.

¿En medio de la falta de acuerdo dentro de su partido frente a la presidencia del Senado, estaría interesado en ser candidato?

Nunca ha sido una prioridad para mí la presidencia del Congreso. No quiere decir que no vaya a aspirar nunca, pero hoy no lo es.
Pero sí se dijo, antes de conocer los tres candidatos que hoy aspiran, que usted estaba interesado.

Ese fue un rumor que alguien quiso poner a correr. De pronto sí dije en campaña que todo legislador quiere algún día ser presidente del Congreso, pero en este primer período no es mi objetivo.

¿Cuál es su objetivo entonces en este primer período?

He pertenecido a las comisiones económicas del Congreso, he sido presidente tanto de la tercera de Cámara como de la de Senado, conozco bien esos temas y quiero trabajar sobre la economía y las finanzas del posconflicto. Nadie se ha dado cuenta de dónde van a salir más de cien billones de pesos que se necesitan para eso. Se van a necesitar muchos recursos, porque si no se mejora la calidad de vida de la gente, el conflicto nunca se va a acabar por mucho que se firme un papel. Esto no se puede hacer desde la presidencia del Congreso, porque ahí lo que hay que hacer es aplicar la Ley Quinta en un espacio que en esta oportunidad va a ser muy complejo por sus actores.

¿Por qué se ha generado tanta división en el partido frente a la presidencia del Senado, si ustedes supuestamente son el partido de la Unidad?

Sí ha sido bastante acalorada la discusión. Tanto Lizcano como Benedetti, de los cuales tengo el mejor concepto, han expuesto sus diferencias con un tono elevado, pero no ha pasado de ahí. Es lógico que cuando hay una puja de poder de este tamaño encontremos que hay mucho disenso, lo importante es que tengamos un consenso, que ellos tres se pongan de acuerdo y no tengamos que irnos a votación, porque el partido quedaría muy fraccionado.

¿Es cierto que como consecuencia del enfrentamiento entre los senadores Benedetti y Lizcano, el más opcionado para quedarse con la presidencia es el senador Name?

No creo, los tres siguen con las posibilidades intactas, las fuerzas no se han podido medir porque no ha habido votación, el viernes ni siquiera alcanzamos a hacerlo. Cuando Sergio Díaz-Granados, presidente del partido, dijo que se aplazaba para este miércoles, no había pasado ni siquiera una votación, todos dicen que tienen todos los votos, pero la realidad es que no se sabe cómo están las fuerzas.

¿El hecho de que Sergio Díaz-Granados, presidente del Partido de la U, haya hablado con el presidente Santos después del incidente de la semana pasada, significa que el elegido debe tener la aprobación de la Casa de Nariño?

No tengo conocimiento de eso, usted es al que lo está diciendo. Lo que yo sé es que terminarán poniéndose de acuerdo entre los tres candidatos.

¿Qué injerencia va a tener el presidente Santos en esa elección? Porque hay quienes creen dentro de la colectividad que terminará siendo a dedo desde la Casa de Nariño la selección.

El presidente ha sido una persona muy respetuosa en el proceso. Yo hablé con él y me preguntó casualmente un día quién iba a ser el presidente del Senado, que qué había definido el Partido de la U. Eso fue recién pasadas las elecciones y yo le dije que no se sabía y lo único que me dijo fue que esperaba que fuera un presidente que representara bien al Congreso y manejara la Ley Quinta, pero que respetaba lo que decidiéramos. Él no ha mostrado interés en influir en esa decisión.

Al senador Lizcano se le ha acusado de uribista y le han sacado a relucir unos trinos de su esposa haciendo alusión al expresidente. ¿Acaso haber tenido algún tiempo de relación con el expresidente Uribe o tener simpatía por él es uno de los impedimentos para ser presidente del Senado?

No creo, todos los que están aspirando, inclusive muchos del Partido de la U, incluyéndome, estuvimos apoyando el gobierno del presidente Uribe, así que no es impedimento. Eso nunca se ha dicho en la bancada del partido, aquí cada uno es libre de pensar como quiera. Todo el Partido de la U viene de apoyar al expresidente Uribe, así que si ese es el veto, ninguno podría llegar a la presidencia. A nadie se le está vetando por haber apoyado en alguna ocasión al expresidente.

¿Por qué el presidente del Congreso en esta oportunidad tiene que ser obligatoriamente de la Costa Caribe?

No tiene que ser, pero la bancada costeña, que son diez de veintiún senadores, sí considera que la Costa debería empezar la presidencia del Senado, por la votación masiva y el apoyo que recibió el presidente Juan Manuel Santos desde esa región. Yo soy de los que consideran que eso fue un mensaje de paz para el resto del país, por consiguiente creo que en el Congreso que empieza se definirán muchas cosas relacionadas con la paz, y si la Costa fue el principal motor de la elección del presidente que representó ese postulado, debe ser la que presida el Congreso.

¿Pero acaso ustedes los senadores no son de circunscripción nacional? ¿No deberían preocuparse por todas las regiones del país que también han estado olvidadas y necesitan presupuesto e infraestructura?

Sí, claro que sí, nosotros debemos velar por todo el país, las leyes son de beneficio general y no particular. Sin embargo, en esta ocasión demostramos ampliamente el poder electoral de la Costa, por consiguiente consideramos que de cualquier partido que le haya tocado presidir el Senado, este debería ser de la región. Es muy representativo que una de las cabezas de los poderes del país sea de la Costa Atlántica.

¿Qué beneficio les trae estar en la presidencia del Senado? ¿Por qué tan apetecido el cargo?

Es simplemente una representación, eso no trae ningún beneficio diferente a un reconocimiento al trabajo electoral que se ha hecho y a una zona del país que ha estado muy golpeada y que merece tener gente en un poder tan importante como el Legislativo.

¿Usted por quién va a votar o por quién iba a votar la semana pasada?

Me reservo el voto, yo quiero escucharlos hoy y ahí tomaré una decisión.

No me diga. ¿Y de qué depende su decisión, si todos son tan parecidos?

De la presentación que hagan de la defensa de los postulados del partido, de la defensa del proceso de paz y de muchas cosas que en realidad queremos ver que tengan desarrollo.

¿Existe la posibilidad de un cuarto aspirante si definitivamente no hay un acuerdo entre los tres candidatos que están en el partidor?

Creo que las postulaciones se cerraron no el viernes pasado, sino hace diez días, cuando declinamos nuestra aspiración Mussa Besaile y yo. Considero que ese paso ya se cerró y queda que quienes se inscribieron expongan sus planteamientos para votación.

Es decir, ¿que no existe posibilidad de que el presidente del Senado sea alguien distinto a Benedetti, Lizcano y Name?

No tengo la última palabra, eso fue lo que entendí. Ahora, si la bancada en su mayoría toma la decisión de abrir nuevamente las postulaciones, me imagino que sí se podrá, pero debe ser una decisión de la mayoría.

Si en sus manos estuviera, ¿deberían abrirse nuevamente las inscripciones para que pueda aspirar alguien diferente?

No, porque esto sería un cuento de nunca acabar. El candidato debería salir de los inscritos y punto.

¿Y para la presidencia del Partido de la U quiénes son los interesados en caso de salir Sergio Díaz-Granados para ingresar al Ejecutivo, como todo parece indicar?

Eso no se ha dicho ni se ha pensado, pero se someterá a votación. No es cierto que haya un acuerdo desde ya para ese reemplazo.

No puede ser que de eso no hayan hablando ya en el partido, ante la inminente llegada de Díaz-Granados al Ejecutivo…

Le aseguro que no. De hecho, le doy fe de lo que he escuchado y es que quiere quedarse seis meses más presidiendo el partido, es decir, hasta diciembre.

 

Por Camila Zuluaga

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