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Al menos un millón de niñas menores de 18 años han sufrido los rigores del conflicto armado en Colombia entre 1985 y 2014. La mayoría de ellas tuvieron que desplazarse forzadamente, miles recibieron amenazas, presenciaron homicidios, lloraron la desaparición de sus seres queridos o fueron vinculadas a grupos armados ilegales.
Bajo el lema 'Empoderar a las adolescentes: acabar con el ciclo de violencia', el próximo sábado se conmemora el Día Internacional de la Niña. Y la Unidad para las Víctimas quiere aprovechar esta fecha para poner de manifiesto su compromiso con la reparación integral a esta población, que –según considera-- será parte indispensable de las generaciones que construyan un esperado escenario de posconflicto.
Como parte del proceso de reparación integral que inició con la Ley 1448 en 2011 o Ley de Víctimas, se observa que de los 28.389 encargos fiduciarios constituidos hasta la fecha para las víctimas menores de 18 años, 13.853 pertenecen a niñas y adolescentes (49%). Además, se han realizado 3.879 planes de atención, asistencia y reparación integral con niñas, para conocer sus habilidades, necesidades y proyecto de vida.
“Reparar a niñas, niños y adolescentes es fundamental para construir un futuro más justo. Es nuestra responsabilidad crear condiciones para que mañana ellos y ellas se desenvuelvan en una sociedad con menos rencores y más disposición a la construcción de paz. Estamos avanzando en ese camino”, manifestó la directora de la Unidad para las Víctimas, Paula Gaviria Betancur.
Según la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, se considera que los niños, niñas y adolescentes son víctimas cuando quedan huérfanos de padre, madre o ambos; si sufren daños a causa de minas antipersonales; si nacieron como consecuencia de una violación sexual con ocasión del conflicto armado o si la desvinculación del grupo armado ilegal se produce antes de cumplir la mayoría de edad, entre otros hechos victimizantes.
Los delitos contra la libertad y la integridad sexual afectan de forma directa y marcada a las mujeres. De acuerdo a los datos de la Red Nacional de Información, son las niñas entre 11 y 17 años quienes más los sufren, en comparación con otros grupos de edad. Al respecto, la Unidad para las Víctimas incluyó este delito como uno de los criterios para la priorización en el acceso a la reparación integral, teniendo en cuenta la gradualidad y progresividad que marca la Ley 1448.
La Unidad para las Víctimas reconoce además a las mujeres que han sufrido el conflicto armado interno como sujetos de derecho y, en este sentido, cuentan con garantías para intervenir en igualdad de condiciones en las mesas de participación del nivel municipal, departamental y nacional. “En Colombia, contamos con un protocolo de participación que incluye el criterio de paridad en la representación y que, en la práctica, ha significado una renovación de liderazgos, intercambio generacional y diversidad, lo cual enriquece el proceso y, sobre todo, posibilita el acceso de un mayor número de mujeres”, explicó Gaviria.
Por último, la funcionaria reconoció que la Unidad para las Víctimas “seguirá trabajando en el fortalecimiento de la participación de las mujeres, incluidas niñas y adolescentes, para los próximos escenarios de paz y posconflicto en el país”.