Uribe, el vicepresidente que quiere María del Rosario Guerra

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María del Rosario Guerra, una de las precandidatas del Centro Democrático, sorprendió con sus declaraciones este viernes. En una entrevista en El Colombiano aseguró que, de ser elegida como la candidata única de su partido, buscará que el expresidente y senador Álvaro Vélez Uribe sea su fórmula vicepresidencial. (Le puede interesar: “El objetivo es ganar en primera vuelta”: María del Rosario Guerra).

En diálogo con El Espectador, Guerra aseguró que su propuesta se fundamenta en el hecho de que Uribe es “una persona que demostró su experiencia durante ocho años de Gobierno y ahora en el Gobierno, para enfrentar los momentos difíciles que vive el país, de pérdida de credibilidad institucional y de la confianza de los ciudadanos en sus mandatarios”.

A pesar de la seguridad con la que dice que quiere hacer fórmula con el jefe natural de su partido, Guerra dijo que por el momento no ha hablado con Uribe sobre esta posibilidad, quien, en días pasados, dejó entrever en una entrevista con una emisora antioqueña que está pensando encabezar la lista al Congreso. “Hombre, seguramente a mí me corresponde dar esta batalla impulsando a todos estos compañeros, impulsando al partido”, dijo en esa ocasión Uribe a Radioperiódico Clarín.

Sobre sus propuestas a la presidencia, Guerra explicó a El Espectador que son cuatro fundamentalmente: recuperar la credibilidad y la confianza de los ciudadanos en las instituciones, seguridad (con propuestas como más tecnología al 123, judicializar a menores de edad entre los 25 y los 17 años y penalizar la dosis mínima), asegurar trabajo digno y bien remunerado (disminuyendo impuestos) y “reconstruir el tejido social”.

En cuanto a lo que pasaría con las Farc, en caso de Guerra quedar elegida como presidenta (y Uribe como vicepresidente), la precandidata uribista aseguró que, aunque respetaría la dejación de armas y la reincorporación de los guerrilleros a la vida civil (“pero con verificación”), sí modificaría varios puntos de lo acordado en La Habana. Además, que “no voy aceptar la disidencia y la Fuerza Pública iría con toda contra ella”.