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Vargas Lleras vs. Uribe

Pulso político, a siete meses de unas elecciones regionales.

El Espectador
13 de marzo de 2011 - 09:51 p. m.

En el pasado fueron aliados y hoy  son antagonistas. El mininterior, Germán Vargas Lleras, y el expresidente Álvaro Uribe libran un duro pulso político, a siete meses de unas elecciones regionales donde el exmandatario pone en juego su prestigio, en un contexto de escándalos de corrupción que tienen molestos  a más de uno.


En seis meses de gobierno de Juan Manuel Santos, se han hallado irregularidades en la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE),  la Supernotariado, el Inpec, el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), el Instituto Nacional de Concesiones  y el Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal (Fondelibertad), en su mayoría hechas públicas por Vargas Lleras.


Las denuncias, sumadas a otras polémicas  como las irregularidades en la desmovilización de grupos paramilitares, generaron la  reacción de Uribe quien, por medio de su cuenta en Twitter, hizo la semana pasada un llamado a sus ministros para que defendieran su gestión y la reforma de más de 400 entidades en la lucha contra la corrupción. Y atacó al mininterior: “No puede ser que se pose de transparente y se actúe como redomado clientelista”.


La respuesta de Vargas Lleras no se hizo esperar y por la misma vía —Twitter— manifestó: “Vamos a devolver 15 mil hectáreas para beneficiar a 600 familias campesinas colombianas. Sin duda, esto también mortificará a algunos, pero la democratización y restitución de las tierras es una realidad en este gobierno. ¿Será que el trabajo que estamos adelantando en la Supernotariado es de politiquería?”.


Y el jueves pasado, cuando el debate calentó aún más  por cuenta de un intento de rebelión de los conservadores en el Congreso, que se negaron a aprobar un artículo de la ley que le otorga facultades extraordinarias al Gobierno para reformar el Estado, Vargas Lleras fue más punzante al señalar que “yo no vine al Ministerio para encubrir a nadie”, en  referencia a los escándalos de corrupción en la DNE, que  involucran a varios congresistas azules.


Lo claro hasta ahora es que en esta disputa está en juego la capacidad y la astucia política de dos dirigentes que en las últimas encuestas superan el 70% de popularidad, lo que demuestra el reconocimiento de los colombianos a la gestión de Vargas Lleras como ministro, pero también pone en evidencia que, pese a los escándalos relacionados con su gobierno, el teflón de Uribe sigue intacto y la empatía con los ciudadanos como en sus mejores tiempos.


Para la directora del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, Marcela Prieto, en esta disputa hay claras diferencias de tiempos: “Es la primera vez que Vargas Lleras está en un puesto del Ejecutivo y eso le da ventaja: está en el poder. Como parlamentario cumplía actividades diferentes que no podían ir más allá del control político, ahora puede denunciar y hasta proponer modificaciones de fondo en donde ha encontrado nichos de corrupción”.


Prieto aclara que Uribe, por su parte, sabe que es una figura pública muy influyente, con una imagen ante la opinión muy favorable. “Este es un fenómeno nuevo, el de un expresidente con mucho poder que está tratando de utilizarlo al máximo”, agregó.


Entre los congresistas también hay posiciones divididas. Para el senador Roy Barreras, vocero de la U y de clara cercanía con el exmandatario, “hay un ataque sistemático y político contra la obra de gobierno de Álvaro Uribe. El pueblo colombiano sabe que le devolvió la seguridad y la esperanza, y convirtió a este país en un país viable. Debemos alejar las diferencias políticas del debate público”.


Contrario a esta posición, el senador liberal Luis Fernando Velasco cree que “Uribe fue un hombre que se ganó el corazón de muchos colombianos prometiendo una lucha contra la corrupción y la politiquería, pero terminó untándose de eso para pagar su reelección. Y en política no sólo tienen que valer los conceptos, sino también la forma, porque cuando se sacrifican principios, evidentemente se acerca a un sector político pero se aleja del país”.


Esta semana arranca el segundo período de la legislatura 2010-2011. La hoja de ruta del gobierno Santos está en juego en el Legislativo y es Vargas Lleras el responsable de sacarla adelante. Sin duda, el ministro, a su estilo, busca  desmarcar la nueva administración del pasado. Y el exmandatario, aún con poder, buscará no perder su influencia. El tiempo dirá quién vencerá.


Andrés Pastrana arremete


Las relaciones entre algunos integrantes del Partido Conservador y el expresidente Andrés Pastrana, por cuenta de las tendencias santistas y uribistas en la colectividad, así como de los casos de corrupción que involucran a cerca de 25 políticos azules, lejos de mejorar tienden a empeorarse.


A una misiva que Pastrana enviara recientemente al director del conservatismo, José Darío Salazar, reclamándole por criticar la seguridad en el actual gobierno y tildarlo de “caballo de troya” de Uribe entre los azules, ayer el exgobernante conservador atizó el ambiente al declarar que “si Uribe se quiere quedar con este Partido Conservador, bienvenido, porque ese es el partido de la corrupción”.


En declaraciones al Canal Caracol, en tono sarcástico Pastrana agregó que “hay tanta sinergia entre esos conservadores y el presidente Uribe, que si se quieren unir, que lo hagan”.


 

Por El Espectador

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