'Varios de los nuevos congresistas deberían estar en La Picota': Claudia López

Hace unos años, imaginar a Claudia López ejerciendo algún cargo público era impensable. La politóloga, analista y columnista de varios medios, que destapó el escándalo de la parapolítica, se ha destacado por señalar las grandes problemáticas de los dirigentes del país, lo que le ha costado el puesto a más de un funcionario. Ahora, desde su nueva faceta como congresista, López espera transformar el país y posicionar la educación como un tema vital. 

Usted llega por primera vez al Congreso con más de 80.000 votos –una cifra superior a la alcanzada por figuras como Antonio Navarro– ¿a qué cree que se deba este resultado?

A que los mensajes centrales de la campaña calaron, uno de ellos es que el principal problema de Colombia hoy no son las Farc, sino la corrupción rampante. Propusimos acciones concretas para derrotarla: invertir la carga de la prueba, expropiación y silla vacía por corrupción, eliminar reelección presidencial y reelección indefinida de Congresistas, penalizar la evasión de impuestos y fortalecer la lucha contra el contrabando y el lavado de activos.

Por otro lado, pienso que el reto del posconflicto no es desmovilizar 15.000 combatientes de las Farc sino incorporar 15 millones de colombianos abandonados en las regiones, con carreteras, titulación de tierras, acceso a crédito, mercados y bienes públicos. Coniniciativas como ésta, y otras de justicia, educación, paz y posconflicto, logramos abarcar temas con los que la gente se identifica.

A uno no le va bien porque sea un genio, sino porque logra decir las cosas que la gente piensa y con las que se identifica. En este contexto vale la pena preguntarse, ¿para qué nos sirve la paz? Para ver si algún día la educación se vuelve la gran prioridad nacional; ese día salimos adelante, antes estamos jodidos.

Parte del éxito de la votación también se debe a que tengo una trayectoria que ayuda a construir confianza y credibilidad, factores importantes en una campaña. Roy Barreras o Roberto Gerlein también hablan de corrupción, pero es difícil creerles.

Finalmente hay que mencionar que nosotros no nos quedamos en Bogotá mirándonos el ombligo, sino que hicimos una campaña nacional. Lo que más feliz me tiene es que la mitad de los 80.000 votos hayan sido fuera de Bogotá. Recorrimos la mitad del país y vamos a ayudar a construir una alternativa política decente en las regiones, donde están las mayores problemáticas del país.

¿En qué consistirá su labor en el Congreso, se va a dedicar a presentar proyectos de ley o va a orientar su gestión al control político?

Vamos a hacer las dos cosas. Presentaremos nuestros proyectos de ley y si es prudente, vamos a acompañar los de alguien que tenga una idea similar a la nuestra, eso lo haremos con toda generosidad. Pero también adelantaremos un riguroso control político que, en nuestro caso, es por partida doble: no solo al Gobierno, sino a muchos de los colegas, porque buena parte de los congresistas que se van a posesionar con bombos y platillos deberían estar presos en La Picota.

¿Cuál va a ser el primer proyecto de ley que va a presentar al Congreso?

El primer proyecto será sobre el tema anticorrupción, abarcando una reforma política necesaria para que este flagelo sea erradicado.

¿Qué piensa de la manera en que quedó organizado el nuevo Congreso?

Desafortunadamente tiene muy poco de renovación y mucho de corrupción, parapolítica y política tradicional. Eso es una desgracia. Los colombianos están exasperados con la clase política. Cada vez el Congreso se parece menos a la ciudadanía. Hay un problema de divorcio, parece que la política y la ciudadanía fueran dos planetas distintos. Yo confío en que a pesar de lo anterior, la gente que llega con mucha más trayectoria, como varios expresidentes de la Asamblea Nacional Constituyente (Horacio Serpa y Antonio Navarro) pueden liderar un debate con altura para lograr que el Congreso le resuelva algo a la gente. Considero que el Congreso sigue siendo un centro de personas que no le resuelven nada a nadie y si seguimos así, la gente va a terminar pidiendo que lo cierren. Espero que los congresistas tengan la mínima sensatez para entender que se tienen que conectar con el país.

¿Qué opina de la llegada de Álvaro Uribe Vélez al Congreso?

Espero que el expresidente Uribe tenga un mínimo de generosidad con el país que tanto le ha dado. Colombia espera de la gestión de Uribe una actitud constructiva y propositiva para sacar la paz adelante, así como las grandes reformas y no ver a un niñito pataleando y obstruyendo al Gobierno.

¿Usted cree que hubo fraude en las elecciones, tal y como lo señaló el exministro Fabio Valencia Cossio?

Lo que dijo Fabio Valencia Cossio es una estupidez y es un síntoma de mal perdedor. En estas elecciones sí hubo fraude, pero no consistente en que el Centro Democrático sacó votos en algunas mesas y en otras no: ¡bienvenidos a la democracia! En algunas mesas se gana y en otras se pierde. El principal fraude en estas elecciones fue que el Gobierno Nacional y el presidente Juan Manuel Santos les robaron tres billones de pesos a los colombianos para metérselo a la campaña de sus congresistas. Con eso lo que hicieron fue comprar votos para sacar elecciones tan extravagantes como las que sacó el partido de la U.

¿Cómo observa el ambiente en la Alianza Verde, se ha dicho que hay divisiones y peleas internas?

Soy muy optimista y creo que después de los resultados electorales hay un mensaje muy claro que todo el mundo recibe con satisfacción: la Alianza Verde sí tiene futuro y sí tiene presencia. Pero tiene futuro no como una agrupación de pura izquierda, sino como un movimiento de centro-izquierda. Ese es el gran mensaje que los electores están dando con los resultados, tanto de consulta presidencial como de la lista al Congreso. Y me parece que la gente nos va a recibir con optimismo. A mí desde el partido me han tratado con mucha generosidad y hay mucho entusiasmo por construir, así como una ilusión de que podamos hacer una campaña presidencial que realmente va a ofrecer una alternativa diferente Santismo y al Uribismo.

¿Cómo vio la consulta del partido?

El mayor éxito de estas elecciones fue el resultado de la consulta presidencial Verde, aunque la Registraduría haya hecho toda suerte de triquiñuelas para no darnos resultados y esconder la noticia. Pero el hecho de que la Alianza Verde haya logrado sacar más de tres veces la votación que sacó en la consulta presidencial pasada, que haya llegado a casi cuatro millones de votos y que nuestro candidato presidencial, Enrique Peñalosa, arranque con dos millones de votos demuestra que la Alianza Verde sí puede ser la alternativa que le compita tanto al Uribismo como al Santismo por la presidencia.

¿Estaría dispuesta a hacer coaliciones en el Congreso?

Nosotros tenemos que mantenernos como una bancada independiente, propositiva y constructiva que haga control político tanto a los congresistas como al Gobierno. Vamos a tener una actitud muy abierta, teniendo en cuenta que el Congreso es un cuerpo colegiado en el que uno tiene que trabajar con los colegas en diferentes iniciativas, pero coaliciones como tal dudo mucho que hagamos.

¿Cree que en la política alcanzará el prestigio que logró como periodista?

Siempre trato de hacer las cosas de la mejor manera; esta vez no será la excepción. Me va a ir muy bien, haciendo una política pertinente para el país y lo haré con disciplina, rigor y carácter de cara a acabar la corrupción y hacer de la educación nuestra gran prioridad.

¿Cómo le gustaría ser recordada tras su paso por el Congreso de la República?

Como una colombiana que representó a la ciudadanía.