El representante a la Cámara por Bogotá, Germán Varón Cotrino, negó este lunes que haya tenido algún contacto con los involucrados en el carrusel de contratación de Bogotá o con personas cercanas a los implicados.
Así respondió a la revelación de El Espectador sobre la declaración que dio Germán Olano Becerra, testigo clave del escándalo, según la cual, “Varón Cotrino, fue abordado por personas supuestamente cercanas a los denunciados con el objetivo de que presionara a Olano para que guardara silencio y cesara su colaboración con la Corte Suprema de Justicia. Le dijeron que le podían dar una copia del expediente para que lo leyera y que, incluso, lo amenazaron diciéndole que si no colaboraba podría también terminar enredado en todo el escándalo”.
En ese sentido, Varón relató en La W que “una señora bien presentada en un restaurante me solicitó que si le podía dar dos minutos (…) me dijo que quería conversar sobre el tema que está de moda, el carrusel de contratación”.
“Cuando la señora me mencionó a Germán Olano le dije: no tengo contacto con él desde que se dio ese proceso y no tengo nada que hablar sobre el tema…yo espero que la justicia actúe”, recordó.
Cuando habló de la supuesta amenaza de la cual hace referencia Olano, Varón dijo que “nadie me ha hecho ninguna” intimidación.
Para explicar por qué no ha sido amenazado, recordó que siempre ha tenido “una posición clara” en contra de la administración de Samuel Moreno Rojas.
Citó una plenaria de la Cámara donde calificó de “inepto y corrupto” a Samuel Moreno Rojas y aunque varios del Polo le replicaron y le desvirtuaron que el alcalde sea inepto, nunca su aseveración sobre corrupto fue desmentida.
“Mal podría recibir algún tipo de amenaza cuando esa posición la venía haciendo de tiempo atrás…estuve en oposición al alcalde Samuel Moreno desde el principio de su administración”, agregó.
Este lunes El Espectador dio a conocer una declaración de Germán Olano a la Corte Suprema donde relaciona las intimidaciones de las que fue objeto para silenciarlo a toda costa.
Entre las amenazas, cita que a “uno de sus grandes amigos, el parlamentario Germán Varón Cotrino, fue abordado por personas supuestamente cercanas a los denunciados con el objetivo de que presionara a Olano para que guardara silencio y cesara su colaboración con la Corte Suprema de Justicia. Le dijeron que le podían dar una copia del expediente para que lo leyera y que, incluso, lo amenazaron diciéndole que si no colaboraba podría también terminar enredado en todo el escándalo”.