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Venganza o falsa desmovilización

El excomisionado de Paz Luis CarlosRestrepo se ha convertido hoy en el principal blanco dentro la tesis de la "venganza criminal" planteada por el expresidente Álvaro Uribe.

Redacción Política
20 de agosto de 2011 - 09:00 p. m.

La tesis de la “venganza criminal” la esgrimió esta semana el expresidente Álvaro Uribe ante la Comisión de Acusación de la Cámara. La definió como una confabulación entre los jefes paramilitares que extraditó y las víctimas de estos personajes para acomodar testimonios contra él, su familia y su gobierno. Pero más allá de esa postura, toman fuerza en los estrados judiciales las investigaciones sobre presuntas falsas desmovilizaciones en el accidentado proceso de paz con las autodefensas, con un protagonista en la mira: el excomisionado Luis C. Restrepo.

Hace tres meses, el propio Restrepo había utilizado la misma expresión después de rendir versión libre ante un fiscal anticorrupción por estas imputaciones. “Ellos están en una cárcel en Estados Unidos por decisiones que tomé durante mi gestión y se están vengando por eso”, puntualizó el excomisionado. Sin embargo, a los señalamientos iniciales del extraditado Juan Carlos Sierra, alias El Tuso, se han venido sumando Hébert Veloza, alias H.H.; Freddy Rendón Herrera, alias El Alemán, y José Gélvez Albarracín, alias El Canoso. Y no todos están extraditados.

En la edición del pasado 8 de marzo, citando uno de los cables diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos en Colombia liberados por Wikileaks, quedó en evidencia que el tema de las desmovilizaciones dividió incluso a los altos funcionarios del gobierno Uribe. Un informe a Washington, fechado el 28 de junio de 2006, reveló cómo el entonces director de la Misión de la OEA, Sergio Caramagna, contó que el ministro Sabas Pretelt culpaba a Restrepo de haberle metido 12 mil paramilitares más de lo que el Gobierno estimaba.

Este reporte diplomático, sumado a las crecientes declaraciones de exparamilitares presos en Colombia y el exterior, demuestran que algo de todo lo que se denunció en su momento sobre colados del narcotráfico al proceso de paz, reclutados de última hora para que participaran en los actos de desmovilización o cabildeo ante el Congreso para que la Ley de Justicia y Paz se ajustara a la medida del paramilitarismo, tenía sustento en hechos reales. Ahora debe aclararse qué tanto es venganza y qué tanto fue un montaje convenido.

Desde una celda en Estados Unidos, Juan Carlos Sierra ha dicho que las desmovilizaciones del bloque Héroes de Tolová, en junio de 2005, y la del bloque Héroes de Granada, en agosto del mismo año, fueron más ficticias que reales y que se ‘reinsertaron’ hasta los mototaxistas y los vagos. Además, agregó que en el caso del bloque Central Bolívar, hasta la mujer que le cocinaba y su hija se desmovilizaron para ganarse $450.000. Después fue Hébert Veloza, alias H.H. , quien incluso aseguró que Restrepo sabía que algunos desmovilizados eran realmente narcotraficantes.

El último en sumarse a los señalamientos contra Restrepo fue el exasesor político del frente Resistencia Tayrona, José Gélvez Albarracín, alias El Canoso, quien sostuvo hace apenas unos días que la desmovilización de su grupo en marzo de 2006 se incrementó con falsos paramilitares, supuestamente por presiones de Restrepo para inflar el número de desarmados. “Nos desmovilizamos 1.665 hombres y sólo teníamos 860 para entregar. No sé de dónde apareció la otra gente. Restrepo fue el causante de esas falsas desmovilizaciones”.

Fredy Rendón Herrera, alias El Alemán, tampoco se ha quedado atrás y en sus múltiples declaraciones ha insistido que la desmovilización del bloque Cacique Nutibara en Medellín, en 2003, fue una farsa. Que se reclutaron muchos jóvenes sólo para que participaran en la ceremonia de desactivación, tentándolos con promesas y beneficios. Hasta el exsecretario del extraditado Francisco Javier Zuluaga, alias Gordo Lindo, agregó ante los fiscales que nunca le creyeron que la desmovilización del bloque Pacífico fue una mentira.

Cierto o no, lo único claro es que se trata de una cadena de testimonios que sigue creciendo y que apunta hacia el excomisionado de Paz Luis C. Restrepo, quien públicamente ha venido diciendo que son intereses oscuros para desprestigiarlo y llevarlo a la cárcel. Que son calumnias para meterlo en una hoguera pública y quemarlo, y también hacerlo con el expresidente Uribe. Pero en la medida que pasa el tiempo, ya sin Uribe en el poder, están aflorando detalles de una negociación que siempre estuvo plagada de errores, intrigas y engaños.

Eso que falta un asunto casi intocable y aún más grave: el de los menores de edad que pertenecían a las filas de las autodefensas y cuyo destino se camufló tanto como el de las desmovilizaciones. Recientemente, El Alemán admitió a la justicia que el frente que él comandaba fue el que más tuvo menores combatientes, pero que ese detalle se “mimetizó” para no contaminar más un proceso de paz repleto de conflictos. Y lo que es peor, que supuestamente Restrepo sabía de ese asunto, pero prefirió opacarlo para no agregar un dilema menos manejable.

Por el impacto que causa el uso de menores en la guerra y su consideración como delito de lesa humanidad, este es un tema que apenas empieza a aclararse. Y los jefes paramilitares apenas comienzan a abordarlo sin presiones. De ser cierto que el asunto se quiso ocultar o atenuar para conveniencia del proceso de paz entre el gobierno Uribe y las autodefensas, otro dolor de cabeza le espera al excomisionado de Paz. A todas las acusaciones, Restrepo ha dicho que como no acabaron con su vida, ahora quieren acabar con su honra.

Un excongresista que estuvo muy cerca del proceso con las autodefensas, pero que pidió reserva de su nombre, aseguró que no cree que Luis C. Restrepo o que el gobierno Uribe hayan propiciado falsas desmovilizaciones, pero que en ese momento había muchas presiones, “había que mostrar resultados”, y como Restrepo es un hombre soberbio, no aceptó consejos. Otro legislador agregó: “Yo en Restrepo sólo vi honestidad, pero fue un proceso muy improvisado y, por ejemplo, se negó la existencia de menores en los paramilitares, y eso fue un craso error”.

No la tiene fácil el excomisionado de Paz y tendrá que explicar qué fue lo que pasó con las desmovilizaciones y los menores de edad en el paramilitarismo, porque quedó la sensación de que fue un proceso que se montó sobre la urgencia de mostrar resultados, con mucho dinero público invertido y una crisis que no cesa. Los jefes paramilitares, que aceptaron una negociación de paz para esquivar la extradición por sus nexos con el narcotráfico, terminaron en Estados Unidos porque quisieron seguir jugando a la paz sin dejar sus andanzas.

Hoy, sin Uribe en el poder ni Luis C. Restrepo en la Consejería de Paz, el espejo retrovisor está mostrando las verdades de una negociación política con demasiados vacíos e interrogantes. El expresidente y su excomisionado sostienen al unísono que se trata de una “venganza criminal” de quienes fueron extraditados, porque nunca dejaron el narcotráfico. Pero desde Estados Unidos o Colombia, quienes fueron los artífices de la barbarie paramilitar hoy sostienen que engañaron al Estado y a la sociedad, y que Restrepo sabía lo que hacían. La justicia tiene en sus manos encontrar la diferencia.

La desmovilización del frente Cacica la Gaitana

El 8 de marzo de 2006, en zona rural del Tolima, se desmovilizó un grupo de 70 guerrilleros encabezados por Raúl Agudelo Medina, alias Olivo Saldaña. La columna guerrillera se presentó como el Frente Cacica la Gaitana. Sin embargo, a mediados del 2010, por declaraciones de dos exguerrilleros ante la Fiscalía de Justicia y Paz, se puso en duda la veracidad de la desmovilización.

La investigación se originó en las declaraciones de los desmovilizados José Alfredo Pacheco y Luis Eduardo Montero, quienes aseguraron que el Frente Cacica la Gaitana nunca existió y que Olivo Saldaña fraguó un montaje reclutando indigentes, desempleados y uno que otro exguerrillero.

Por este hecho se abrió indagación preliminar contra el excomisionado de Paz Luis C. Restrepo, el general (r) Ledio Fadul Suárez Tocarruncho, excomandante de la Quinta División del Ejército, el coronel Jaime Joaquín Ariza Girón y el extraditado Hugo Alberto Rojas Yepes.

Los menores de edad en las filas de los paramilitares

Desde las primeras reuniones entre representantes del Gobierno y los jefes de los paramilitares se expuso el tema de entregar a los menores de edad que habían sido incluidos en las estructuras de las autodefensas. En noviembre de 2002, en una cita secreta entre los principales mandos ‘paras’ y el comisionado de Paz, Luis C. Restrepo, el tema de los niños que pertenecían a las Auc fue tratado. En esa ocasión se concretaron los principales puntos que serían anunciados por los paramilitares en las declaraciones de acuerdo con el Gobierno, que fueron: cese de hostilidades, entrega de menores combatientes y colaboración con el retorno de desplazados, pero la entrega de éstos nunca fue registrada por la Fiscalía.

Incluso, ayer la Fiscalía acusó al exjefe paramilitar John Fredy Rendón Herrera, alias El Alemán, del reclutamiento forzado de 329 menores de edad para el bloque Élmer Cárdenas, que actuó en el Urabá antioqueño y chocoano. En la diligencia se sindicó al exjefe paramilitar de haber escondido a los niños antes de la desmovilización del bloque que estaba bajo su mando.

La defensa del excomisionado de Paz Luis C. Restrepo

El Espectador trató de comunicarse con el excomisionado de Paz Luis C. Restrepo, pero no obtuvo respuesta, de forma que retomamos la entrevista que el diario El País de Cali le realizó el pasado mes de abril.

En ella Restrepo plantea que las acusaciones sobre falsas desmovilizaciones son una “venganza criminal” proveniente de sectores oscuros que “no me pudieron matar, ahora quieren acabar con mi honra”, sostuvo el excomisionado de Paz.

Frente al caso de la desmovilización del Frente Cacica la Gaitana, Restrepo respondió: “Si ellos mintieron, estafaron al Estado y deben responder penalmente. Pero lo que no pueden hacer es tratar de esconder su delito involucrando a un funcionario que en este caso sería la víctima de ellos y no como quieren presentarlo: su cómplice”.

En cuanto a las acusaciones que le han hecho alias El Alemán y H.H., Restrepo afirmó: “El señor El Alemán tiene una venganza conmigo, porque él desmovilizó en su estructura a su hermano alias Don Mario. El Alemán jugó doble (...) El señor H.H. viene a decir que en las autodefensas había narcotraficantes. Acaso en qué condición está él en Estados Unidos. Él está extraditado por narcotraficante”.

Por Redacción Política

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